Soledad - Parte 1

60 8 3
                                    


—¡Hey Lapis!

—Amatista... ¡Buenos días! —Dijo Lapis con una sonrisa girándose hacia Amatista quién llegaba corriendo hacia donde estaba ella.

—Estuvo genial la fiesta del otro día ¿Cierto? —Respondió Amatista muy divertida.

—Bueno... Yo...

—Por cierto ¿Donde esta la tonta de Peridot? No la he visto desde la mañana, es raro que ella pierda clases siendo tan.... "Perfecta y puntual" —Preguntó Amatista con voz irónica.

—No lo sé, no la he visto desde... el día de la fiesta —Dijo Lapis con murmuro y un tono quebrado.

***Flashback***

Lapis despertó abrazada a la almohada. Se quedó recostada por unos segundos y cayó en la cuenta de que Peridot ya no estaba junto a ella.

—¿Peridot? —Preguntó sin encontrar respuesta.— Quizá esté en el baño...

Espero algunos minutos, decidió tocar la puerta del baño y nadie respondió. Decidió bajar a la sala y sólo encontró el silencio de una casa vacía.

—¿Deberia llamarla? —Se preguntó a si misma

Subió de nueva cuenta a su habitación, tomó su celular y llamó a Peridot.

"Lo sentimos, el número que usted marcó no se encuentra disponible en este momento, llame mas tarde"

***Fin del Flashback***

Las clases terminaron, Lapis buscó a Peridot en la biblioteca

—Quizá se entretuvo en uno de sus tantos proyectos extraños —Pensó.

No pudo encontrarla, todo indicaba que Peridot no se presentó a la escuela. 

Al llegar a casa, Lapis notó que estaba sola de nuevo, su madre trabajaba mucho tiempo, casi nunca la veía, así que no era para nada extraño el no encontrarla.

Lapis tomó su teléfono y notó que tenía un mensaje

—¡Peridot! —Exclamó para si misma con un sobresalto en el pecho.

"Hola Lapis, llegaré mañana muy temprano para desayunar juntas antes de que vayas a la escuela. Llevaré café :)
Te amo
                                           Mamá."

No es que Lapis no se alegrara por recibir un mensaje de su madre, ella siempre ha sido comprensiva en cuestiones de tiempo, simplemente estaba un poco decepcionada por que esperaba saber algo de Peridot y aún no tenía una sola noticia.

—Quizá, algo se le presentó —Pensó mientras subía a su habitación y se dispuso a tomar una ducha.— Seguro que mañana la veré...

Lapis pasó toda la noche pensando en lo que sentía cuando Peridot estaba tan cerca de ella en su habitación. Con el simple hecho de recordar, Lapis se ruborizó como si hubiera pasado algo más que dos simples amigas durmiendo en la misma cama.

***
La mañana pintaba un día soleado en Beach City. Lapis, al despertar, lo primero que hizo fue revisar su teléfono, aún no habían llamadas de Peridot.

Lapis se alistó y tomó su mochila, bajó a la sala cuando se percató de un aroma delicioso, entró a la cocina, vio dos tazas de café humeantes y algunos bizcochos mixtos en un plato sobre su mesa.

—Buenos días Lapis —Le dijo una voz dulce desde la puerta

—¡Mamá! Buenos días —Lapis volteó hacia la mujer de largo cabello azul oscuro y la abrazó cálidamente.

—Espero que aún no hayas desayunado. —Decía su madre mientras se aproximaba a una silla.

—Aún no. Perdón, había olvidado que hoy vendrías temprano. Debí levantarme mas temprano para prepararte algo más...

—Descuida Lapis, debes estar cansada tu también. Supongo que la escuela demanda mucho más de lo que habíamos pensado.

Lapis parecía no tener hambre, solo jugaba con el plato que tenía en frente. Su madre le hablaba pero parecía que ella no prestaba ninguna atención, parecía divagar en su mente.

—Lapis ¿Te pasa algo? —Preguntó Blue al notar que su hija no prestaba atención.

—Lo siento mamá ¿Me decías? —Preguntó Lapis de sobresalto.

—Nada importante, no te preocupes. Hoy saldré tarde del trabajo, quizá llegue mañana en la noche, pero pasaremos el siguiente día juntas ¿Te parece bien?

—Claro mamá, no hay problema.

Blue se dio cuenta de la mirada vaga de Lapis, sabía que algo le inquietaba...

—¿Cómo se llama? —Preguntó Blue con una sonrisa y enseguida tomó un sorbo de café

—¿Quién? —Respondió Lapis confusa

—El joven afortunado por el que estás tan distraída —Enseguida Blue dejó que una sonrisa más grande se le escapara

—¿D-DE Q-UÉ HABLAS MAMÁ? ¡No se por que preguntas algo así tan de repente! —Lapis se ruborizó.

—Sabía que no estaba tan equivocada... Nunca te había visto de esta forma Lazúli, el chico debe ser alguien realmente especial.

Lapis quería responder algo, pero su boca no pronunciaba palabras. Blue tenía razón, Lapis nunca había tenido tantos sentimientos extraños por nadie y esto era tan nuevo que no sabía como defenderse ante su madre.

Lapidot [¿...?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora