Lapidot [¿...?]

Los secretos del alcohol...

Sadie killer and the suspects tocaban en el escenario. El bar estaba completamente animado. A excepción del cuarto del personal dónde tenía lugar una discusión.

     —Yo jamás podría reemplazarte, Lapis. Eres muy importante para mi...—respondió Peridot

     —¿Así es cómo tratas a las personas que te importan? —gritó Lapis furiosa

     —E-en todo caso, tú me reemplazaste por Jaspe —replicó Peridot mostrando los celos que le invadieron-

     —Tú siempre has tenido problemas con Jaspe... Siempre con ese ego de "Soy mejor que tú"

     —Pues esta vez es evidente de que ella es mejor que yo —balbuceó Peridot bajando la mirada.

     —¿De qué hablas?

     —Olvídalo, ya me voy... Te dejo tranquila. Perdón por arruinar tu noche...

     —¡PERIDOT! ¡AÚN NO TERMINAMOS ESTA CONVERSACIÓN!

Antes de que Lapis pudiera hacer algo, Peridot corrió hacia la salida. Lapis estaba furiosa y confundida. Pero también entristeció.

     —Tonta... —murmuró Lapis

Lapis, ya con el rostro serio, regresó a la mesa donde los chicos la esperaban, pues ya habían vuelto de bailar.

     —Lapislazuli ¿Dónde estabas? —preguntó Jaspe en tono gentil.

     —¿Dónde está Peridot? —preguntó Amatista buscándola con la mirada.

Lapis le arrojó una mirada de celos evidente y directa hacia Amatista, nadie se atrevió a decir nada.

     —¿Todo bien chicos? —preguntó Lars al acercarse a la mesa

     —¡Hombre! Tu chica de verdad que es puro talento...

     —¡Gracias Steven! No hay día que deje de sorprenderme... Tiene mi total admiración y amor... —decía Lars mirando al escenario con ojos brillantes— E-entonces chicos ¿Les ofrezco algo más?

     —Traeme un trago de lo más fuerte que tengas —respondió Lapis aún seria y sin mirar a nadie.

     —De acuerdo... Entonces, ahora mismo te lo traigo —dijo Lars y se apresuró hacia la barra.

     —¿Estás bien Lapislázuli? —preguntó Jaspe sin obtener respuesta.

La mesa quedó en silencio, no sabían que decir. Tampoco entendían que había sucedido.

     —Bueno bueno, sigamos con la fiesta. ¡Esto aún no termina! —dijo Garnet interrumpiendo aquel incómodo silencio.

     —¡Siii, te apoyo totalmente Garnet! —Decia Steven con una sonrisa.

Minutos después llegó Lars con un vaso y una botella de vodka, sirvió el trago.

     —Deja la botella, Lars. —dijo Lapis decidida.

     —D-de acuerdo. Pero, te advierto... No te confíes, está bebida es engañosa...

Lars colocó la botella frente a Lapis y se retiró nuevamente a la barra. Todos en aquella mesa se quedaron confusos.

     —¡Hey Lapis! Ten cuidado con el alcohol, hay que tenerle cierto respeto. —dijo Garnet y después soltó una carcajada para bromear.

     —Estoy consciente, Garnet. Gracias—respondió Lapis con seriedad, enseguida bebió su primer trago.

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Dos... Tres... Seis... Ocho...
Ya se habían olvidado del incidente anterior. Todos en la mesa coreaban, bailaban... Lapis sonrió un par de veces.

     —¡Oye Lapis! ¿Cómo estás? —gritó Garnet por el ruido de la música.

     —¿Eh? —respondió Lapis sin entender.

     —¿Quieres que te llevemos a casa? Steven pedirá un taxi —gritó Connie.

     —¿A dónde? -preguntó Lapis

     —A casa, Lapis —respondió Connie

     —N-No... De min-mi-ninguna manera m-me iré todavía...

     —Pero Lapis... Es hora... —respondió Connie.

     —¡Noooo! Por fa-favor... Aaaaaun no —suplicaba Lapis.

     —Lapis, de verdad. Tenemos que irnos —replicó Connie angustiada— Ya es tarde...

Lapis se abrazó a la botella de vodka casi vacía.

     —¡Nooo! Uuuuuun rato m-más... Yyyyy me voyyyy —decía, después empezó a reír...

     —¡Lapis!

     —Tranquila Connie. Me quedaré con ella un rato más. Yo la llevaré a casa sana y salva, no se preocupen. —dijo Jaspe para terminar con la discusión.

     —¿Estás segura Jaspe? —preguntó Connie apenada— Ella es mi amiga, es mi responsabilidad. Steven y yo podemos llevarla y...

     —No te preocupes. También es mi amiga. No es ningún problema. Cuidaré de ella... —dijo Jaspe con una gran sonrisa.

     —Bien, entonces. Ya nos vamos. Te la encargo mucho Jaspe. —respondió Connie.

     —Oye Jaspe. Me quedaré también. Después de todo, yo traje a ambas para divertirnos. —decia Garnet después de bostezar...

     —¡Olvídalo Garnet! Ve a dormir...

     —¡Gracias, gracias, gracias! De verdad tenía sueño.

Garnet, Connie y todos los demás se despidieron de Jaspe, también de Lazuli.

     —¡Amatista! -gritó Lazuli

     —¿Necesitas algo Lapis? -preguntó Amatista desconcertada

     —E-eres aaastuta... V-vaya qu-que siii. Peeero aún nooo he perdido... ¿En-en-ten-diste?

Amatista frunció el ceño confundida, pero le devolvió una sonrisa y se fue con los demás chicos.

     —S-Sii yaaa va-sa-yanse toodooos...

Lapis vió a Jaspe, cruzada de brazos con una sonrisa.

     —¿No piensas irte? Y-yoo m-me pu-edo divertir sola... No, necesito a, nadieeee

     —También me estoy divirtiendo, Lapislázuli —Jaspe comenzó a reír...

     —Oye, oye, oye... Pen-sand-sandolo bien, sssiii que podemosss divertirnos —dijo Lapis con una sonrisa pícara mientras se acercaba más a Jaspe.

     —No, pero gracias. —Jaspe volvió a reír.

     —¿Ahora queee? ¿Hiiice aaalgo malo? ¿Tan fa-facil dejé de gus-tar-te?

     —¿Qué dices? Claro que me gustas Lapislazuli... Pero en tu condición, te encuentro vulnerable.

     —De esa vul-be-rabi-lilil-dad es de la que puedes aprovecharte. —Lapis acarició el rostro de Jaspe

     —Yo preferiría que no —Jaspe quitó la mano de Lapis de su rostro...

     —Ya Jaspe ¡Vaaamos a besarnos! A-aho-raaaaaa

     —No Lapislazuli, no te voy a besar. —Aún Jaspe mantenía una sonrisa en el rostro.

     —¿Poooor qué, noooo?

     —Por que Lapislazuli, no es a mi a quién quieres besar. Tú quieres besar a alguien más.

     —T-teee crees muy lista ¿Nooo? -
—dijo Lapis en tono de burla— Yyyy según tú ¿A quién quiero be-besar?

Jaspe empezó a reír de nuevo. En seguida tomó su copa, la levantó a manera de brindis...

     —A Peridot... —dijo Jaspe triunfal, enseguida bebió el trago que tenía en la mano.

Lapis quedó atónita. Su rostro cambió por completo y todo lo que pretendía hacer unos segundos atrás se desvaneció por completo del poco juicio que le quedaba. Volvió a poner los pies sobre la tierra.