Epilogo

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26 de junio 1857
Hyde Park, Londres

Yesung esperó con la Brigada del rifle en un espacio grande en el lado norte de Hyde Park, a una milla media de ancho y tres cuartos de milla de largo, reservado para los nueve mil hombres de todas las compañías. Había infantes de marina, Dragones, Rifles, Húsares, guardias de corps, montañeses, y más, todo brilla bajo el abundante sol. La mañana era calurosa prometiendo a asar los cien mil personas que asistieron a la primera ceremonia de Victoria de la Cruz.
Los soldados con sus uniformes de gala ya eran miserables, algunos por el calor, otros por envidia.

-Tenemos los uniformes más feos del Imperio – murmuro uno de los rifles lanzando una mirada al uniforme más espléndido de los Húsares cercanos - Odio esta de color verde oscuro sombrío.

-Bastante objetivo que harías, arrastrándote por delante de la primera línea en color rojo brillante y oro - respondió otro rifle en tono despectivo – Tendrías un disparo en el culo.

-No me importa. Las mujeres y donceles aman a los de casacas rojas.

-¿Elegirias a una pareja por no tener el culo dispado?

-¿No es así?

En silencio del otro hombre admitió el punto.
Una leve sonrisa curva la boca de Yesung. Echó un vistazo a la grada cerca de las galerías Grosvenor Gate, donde siete mil familiares se había sentado. Ryeowook y el resto de los Hathaways estaban allí, así como su abuelo, Kibum, y varios primos. Después de que esta presentación elaborada y no deseados hubiera terminado, Yesung y su inmensa familia regresarían al Hotel Rutledge. No seria una cena privada sin fiesta y alegría, Hyukjae Rutledge había insinuado algún entretenimiento especial. Sabiendo que las sorpresas de Rutledge, podrían ser cualquier cosa desde un trío de cantantes de ópera a una tropa de monos de ejecución. Sólo dos cosas eran ciertas: los Hathaways estaban en Londres, y sería unos salvajes.
Otro de los invitados a la cena familiar en el Rutledge seria Mark Bennett, que había vendido su comisión del ejército y se disponía a tomar las riendas de su negocio con su familia. Le había llevado meses recuperarse del trauma de sus experiencias durante la guerra, y el proceso estaba lejos de estar completo. Sin embargo, una larga estancia en el hogar Phelan le había hecho mucho bien. Pieza por pieza, Bennett había podido volver a unir el rompecabezas de su mente fue una tarea necesaria, pero dolorosa. Con el apoyo y la comprensión de sus amigos, había vuelto poco a poco a ser el mismo.
Ahora, más y más, Bennett parecía el pícaro apuesto e inteligente que había sido una vez. Durante los largos paseos por el campo, había adquirido un tono sano y vitalidad, había recuperado el terreno perdido en los músculos. Incluso después de regresar a su finca familiar en Gloucestershire, Bennett visitaba con frecuencia a Yesung y Ryeowook en Riverton. Sucedió que durante una de estas visitas, se había encontrado con Kibum, quien había llegado para quedarse dos semanas.
La reacción de Kibum hacia el ex soldado de cabello oscuro había sido más que un poco desconcertante. Yesung no entendia por qué su cuñado normalmente optimista llegó a ser tan tímido y torpe cada vez que Bennett estaba cerca.

-Es porque es un tigre - le había explicado Ryeowooken privado - y Kibum es un cisne, los tigres siempre hacen a los cisnes ponerse nerviosos. Kibum lo encuentra muy atractivo, pero piensa que no es el tipo de caballero con quien deba estar.

Bennett, por su parte, parecía estar con Kibum, pero cada vez que había hecho un avance para acercarse a el, se retiraba.
Y luego con una rapidez sorprendente, parecieron haberse convertido en amigos. Se fueron a los juegos y paseos juntos, mantuvieron correspondencia con frecuencia cuando estaban separados. Cuando estuvieron en Londres, se les vio siempre en la compañía del otro.
Desconcertado por el cambio en su relación, Yesung pregunto a Bennett lo que había pasado para alterarlo.

Enamorándonos Al Atardecer [YeWook] Libro 5  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora