Las cinco chicas miraban a través de la ventana la lejana y fantasmal figura de Elyon Portrait junto a un pequeño árbol de hojas anaranjadas. Al principio, no estaban seguras de que aquello fuera cierto. Debía de ser una ilusión. Pero tenía que ser real... todas podían verla.
-¡Es Elyon! -repitió Hay Lin, con voz más segura-. ¡Tenemos que hablar con ella!
Cuando comenzó a correr hacia la puerta, las demás chicas la siguieron con prisas. Afuera, la tarde se veía desolada y un viento fresco agitaba los árboles con fuerza. Elyon comenzó a caminar por la acera y ellas no tardaron en seguirla, gritando para que se detuviese. Sin embargo, no lo hizo hasta llegar a un callejón sin salida, donde se volteó para mirarlas frente a frente.
Las miró a los ojos, una por una, y luego su cuerpo comenzó a atravesar la pared.
-¡Por Dios! ¡Es un fantasma! -chilló Taranee, asustada.
-Tenemos que seguirla -dijo Will.
-¿Pero cómo? No podemos atravesar la pared.
Las cinco chicas se quedaron en aquel callejón oscuro y frío, sin saber cómo reaccionar.
-¿Qué vamos a hacer? -preguntó Hay Lin, inquieta-. ¿Vieron su rostro? Esa expresión... era como si quisiera decirnos algo.
Will asintió con la cabeza.
-Tenemos que buscarla.
-Sólo hay un lugar donde podemos encontrarla -dijo Cornelia-. Y ese lugar es su casa. Si no me equivoco... está justo detrás de este callejón.
Y así fue como llegaron a la enorme edificación de color gris, oscura y vacía. Las hojas secas hacían ruidos bajo sus pies mientras se acercaban. Cuando llegaron a la puerta, notaron con sorpresa que ésta estaba abierta.
-¿Están seguras de esto? -inquirió Irma, mirando hacia dentro desde el umbral-. Es invasión de propiedad privada. Mi padre es oficial... ¡Va a mandarme a la cárcel!
Taranee asintió con la cabeza. Se veía asustada y nerviosa.
-Sí... creo que es mejor...
-Sí no quieren entrar nadie las obliga -anunció Cornelia, tomando valor y adentrándose en la casa. No iba a quedarse allí sin hacer nada. Elyon era su amiga-. Pueden esperan afuera.
Pero todas estaban demasiado asustadas como para separarse, así que no dudaron en caminar detrás de ella. Por dentro, el salón estaba oscuro y frío. Era una casa hermosa, con una elegante decoración de objetos antiguos, sin embargo olía a vacío.
-Miren eso -susurró Will, observando una mancha en el suelo.
Era como... una especie de huella. Las siguió con más mirada, a través del largo pasillo. Éstas se detenían justo en frente de la última puerta de madera. Las chicas siguieron su rastro hasta allí y se toparon con unas escaleras detrás de aquella puerta.
-Parece un sótano -dijo Will en voz baja.
Aquel lugar estaba mucho más oscuro que el resto de la casa, y una especie de polvo se levantaba del suelo de madera a medida que avanzaban. Pareciera que nadie hubiera estado allí desde hacía mucho tiempo.
-No puedo ver nada -musitó Irma.
-Taranee, haz luz -pidió Will.
En medio de la inmensa oscuridad, Taranee creó una chispa de fuego con sus dedos, que pronto se convirtió en una bola de llamas que suspendió en el aire, alumbrando todo el lugar con una luz anaranjada. El sótano estaba repleto de cajas vacías y cosas viejas. Las chicas fueron inspeccionando todo a su alrededor, hasta que finalmente Will encontró un trozo de madera oculto detrás de una pila de juguetes rotos.
ESTÁS LEYENDO
W.I.T.C.H. 1° Saga: Los Doce Portales
FanfictionEsto es Kandrakar, un lugar donde no existe el espacio, ni el tiempo. En el medio de la gran nada, es el gran templo de la congregación. Consigue encantarte con su belleza. Acércate, pero cállate; el Oráculo está a punto de hablar. -El tiempo se est...