W.I.T.C.H. 1° Saga: Los Doce Portales

Capítulo 6

"Ilusiones y mentiras"

"A veces, las palabras no bastan para expresar un sentimiento..."

En el reino de Meridian, Lord Cedric se arrodilló ante el jardín de Phobos. Una parte de él temblaba de miedo mientras otra hacía frente para dar el reporte a su fiel corte de murmurantes.

-¡Pido perdón! -comenzó diciendo-. Más de una vez he sido vencido por el poder de las cinco Guardianas del velo... También la captura de una de ellas, Taranee, falló. Las Guardianas entraron a Meridian y las liberaron. ¡Nuestro pueblo ha visto a las terrestres! ¡Grupos de traidores ahora buscan un hoyo en el velo!

-Quieren la tierra prometida... ¿Quiénes somos nosotros para desilusionarlos? -Cedric alzó la cabeza, asombrado al oír la voz del príncipe Phobos en persona-. No necesito a los murmurantes para hablar con los fieles que lo merecen -dijo, al ver la intriga pintada en sus ojos-. ¿Los habitantes de Meridian quieren llegar a la tierra? ¡Entonces tú deberás detenerlos!

-¿Por qué motivo? -cuestionó Cedric, sobre sus rodillas.

-¿No crees que mis motivos son más que suficientes?

-Sí. Sí -afirmó-. Lo siento, príncipe mío.

-¡Usa un infiltrado! -demandó Phobos-. Deberán convencer a los fugitivos de que las Guardianas son hostiles y peligrosas. ¡Tú mismo abrirás el pasaje a los fugitivos para debilitar el poder de las terrestres!

-¡Lo haré! -prometió Cedric.

-Bien. Que se cree una fractura en el velo. ¡Y que sea irreparable!

***

Will escuchaba los gritos alentadores de la profesora mientras movía un brazo después de otro, avanzando rápidamente a través del agua desde una punta de la piscina de la escuela a la otra. En cuanto llegó a la orilla, la mujer detuvo el marcador frente a sus ojos. ¡Había superado su propio récord! 

-¡Eso fue increíble! -le dijo, mientras le tendía una toalla.

Will secó su rostro y la miró con una sonrisa.

-Gracias, Vera. No lo hubiera logrado sin ti. ¿Qué haré cuando te vayas? ¿De verdad tienes que irte?

-Sólo estoy aquí como suplente -dijo la profesora de natación-. Tu instructora volverá tarde o temprano. Pero no te preocupes por eso ahora... Tienes una oportunidad en la competición que se llevará a cabo este año.

-¿Lo dices en serio? -preguntó Will, emocionada.

-¡Claro! Solo tienes que inscribirte en dirección. Si pasas la prueba, deberás entrenar todos los días, así que háblalo con tus padres.

Mientras se cambiaba la ropa mojada en los vestidores, Will no podía evitar sentirse tan emocionada. Jamás había pensado que podría ser tan buena en algo y sin necesidad de usar sus poderes... Era increíble. Sin embargo, su madre no pensaba del mismo modo.

-No -dijo Susan durante la cena, cuando su hija le habló de la competición.

-¡¿Qué dices?!