El poder del fuego
"Si una gota astral un día tomara tu lugar..."
Una sonrisa. Taranee tenía una sonrisa en el rostro y Hay Lin no podía hacer más que observarla. Todo había pasado como en un sueño: el descubrimiento de sus poderes, la desaparición de la abuela, el viaje al Metamundo... Y si Hay Lin no hubiera visto a su amiga atrapada en aquel mundo misterioso, diría que ahora está ahí, sentada en el pupitre detrás de ella. Pero la verdadera Taranee fue sustituida por una gemela perfecta y eso no era un sueño. Era una realidad.
-¡Lin! -exclamó el profesor, sacándola de sus pensamientos.
-¡Presente!
El hombre la miró con una ceja enarcada.
-Así que tú eres Hay Lin -dijo-. Quiero conocerlos muy bien a todos porque yo soy el único suplente de matemáticas que tendrán en mucho tiempo. La señora Rudolph... está ausente. Y yo debo ver cuánto saben sobre su materia.
Hay Lin, cansada de escuchar al hombre, miró a su amiga Irma, quien dibujaba distraídamente llamas de fuego en la hoja de su cuaderno. Hay Lin se inclinó hacia ella y vio que tenía lágrimas en los ojos.
Irma, quien siempre bromeaba y tenía una sonrisa socarrona en la cara, estaba llorando.
-Irma... ¿qué sucede?
-Nada. Solamente pienso que las matemáticas era la materia favorita de... Taranee.
Más tarde aquel día, cuando salieron de clases, las chicas cruzaban el jardín cuando el padre de Taranee llegó a buscarla. La chica se despidió de las demás con una sonrisa.
-Hoy es el aniversario de boda de mis padres y saldremos a comer -dijo-. Adiós, chicas.
Cornelia, quien aún no se acostumbraba a todo ello, la miró con ojos acusadores.
-Adiós -dijo-. Y trata de no exagerar.
-No la trates así, Cornelia -habló Will, mientras la veían alejarse con su padre-. Debe actuar como Taranee para que nadie lo descubra.
-Sí, pero recuerda que nosotras la creamos con magia, Will. Esa no es Taranee, sino una... una...
-Una gota astral -intervino Hay Lin.
-Gota astral -repitió Irma-. Me gusta ese nombre. Ella se parece a Taranee como una gota de agua.
Las Guardianas observaron como la chica saludaba cariñosamente a su familia. Compartían pequeños gestos cotidianos de afecto sin siquiera notar nada extraño.
Will notó cómo sus padres no se daban cuenta de nada y no pudo evitar preguntarse si una gota astral tomara su lugar... ¿Su madre lo notaría?
"No, seguramente no" pensó, recordando lo tensa y distante que se había convertido la relación con su madre luego de que la descubriera almorzando con el profesor Collins. Ya no hablaban como antes y los domingos habían dejado de ser lo mismo...
-Will -dijo Irma, tocándola del hombro para sacarla de sus pensamientos-. Ya debemos irnos. El autobús espera.
Las chicas subieron junto al resto de alumnos que esperaban allí. Una vez adentro, Will notó con lejanía que otra vez Cornelia e Irma discutían. Era como si les molestara cualquier cosa que la otra hiciera.
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W.I.T.C.H. 1° Saga: Los Doce Portales
FanfictionEsto es Kandrakar, un lugar donde no existe el espacio, ni el tiempo. En el medio de la gran nada, es el gran templo de la congregación. Consigue encantarte con su belleza. Acércate, pero cállate; el Oráculo está a punto de hablar. -El tiempo se est...