En cuanto salieron de la casa de Hay Lin, las cinco chicas se sentían demasiado confundidas y extrañas, incluso más que antes. Todas aquellas palabras raras de las que Yan Lin les había hablado, las criaturas, los espíritus, los mundos... Todo parecía ser un simple cuento de fantasía. Una leyenda. Y con aquella historia saltaban a la superficie muchas más preguntas de las que había antes. Ninguna entendía muy bien qué había sucedido. Qué estaba sucediendo.
-Con todo respeto, Hay Lin -habló Cornelia, rompiendo el incómodo silencio que se había formado-. Creo que tu abuela está completamente loca.
Más que confusa, Cornelia se sentía enfadada. Todo aquello que acababa de vivir no entraba en ninguna explicación racional, ni lógica que pudiera pensar y las respuestas habían sido más de lo que había esperado. Más de lo que podía procesar en una noche.
-Tu abuela nos contó una historia absurda para hacernos sentir unas tontas con el truco del medallón luminoso -dijo, a la defensiva.
-¿Qué pasa, Cornelia, tienes miedo? -preguntó Irma con voz insinuante.
No. No tenía miedo. Estaba aterrorizada.
-No creo en fábulas y leyendas, lo siento -replicó-. Me voy a casa.
Se fue de allí rápidamente y las demás se quedaron viendo como desaparecía calle abajo. También estaban confundidas y asustadas, pero tal vez eran demasiado jovenes como para imaginar lo que en realidad significaba todo aquello. No se imaginaban la responsabilidad que caía sobre sus hombros. Y abajo de toda esa confusión, estaban emocionadas.
-Si somos una especie de superheroínas deberíamos tener disfraces, ¿no creen? -dijo Irma.
-Y un nombre que nos represente -habló Hay Lin-. ¿Qué opinan de WITCH? Son nuestras iniciales. ¿No es genial?
"WITCH" repitieron las demás, notando lo raro que se sentía aquella palabra.
-¿Whitch cómo... bruja? Es lo más tonto que he oído -refunfuñó Irma-. Yo no me siento una bruja. ¿Tú que dices, Will?
Will alzó los ojos del suelo para mirarla. Realmente no había estado prestándoles atención. Aún habían demasiadas preguntas dándole vueltas en la cabeza.
-No lo sé. Todavía estoy un poco confundida. Yo no...
-¡Chicas! -interrumpió una voz aniñada y chillona.
Todas giraron la cabeza sobre sus hombros para ver a Elyon, quien casi corría hacia ellas con una enorme sonrisa pintada en los labios, de oreja a oreja.
-Elyon, ¿ya terminó tu cita?
En cuanto llegó hacia ellas, la chica soltó un suspiro.
-Sólo el primer tiempo -dijo, esperanzada-. Cedric quiere verme esta noche, en el gimnasio de la escuela.
Irma frunció el ceño.
-Que lugar más extraño para una segunda cita.
-¿De qué hablas? ¡Es tan romántico! -expresó Hay Lin con ironía.
-Dijo que es el lugar adecuado para revelarme un secreto especial -habló Elyon en voz baja, como si aquello fuera todo un misterio-. ¿Por qué no me acompañan? Con ustedes allí me sentiría más tranquila.
Las cuatro chicas parecieron meditarlo.
-Un favor no se le niega a una amiga -dijo Irma finalmente-. Sobre todo si te permite meter la nariz en sus asuntos.
Taranee negó con la cabeza.
-Yo no creo que pueda. Ya salí ayer, mis padres no me dejarán.
-¿Y qué hay de ustedes dos? -inquirió Irma. Hay Lin y Will asintieron con la cabeza, entusiasmadas-. Somos las tres entonces.
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W.I.T.C.H. 1° Saga: Los Doce Portales
FanfictionEsto es Kandrakar, un lugar donde no existe el espacio, ni el tiempo. En el medio de la gran nada, es el gran templo de la congregación. Consigue encantarte con su belleza. Acércate, pero cállate; el Oráculo está a punto de hablar. -El tiempo se est...