24. Sorpresas y verdades son peores en Latinoamérica.

823 60 84
                                    

Este había sido un gran avance.
No estaban en un país latinoamericano desde el 2011 y ahora se presentaban en un festival en México.
Siempre había querido venir y después de tanto se me había cumplido. Bueno, casi por completo. Me hubiese encantado el poder recorrer y conocer todo lo que tiene que ofrecer pero solo pasariamos prácticamente un día aquí.

En unas horas aterrizariamos así que me acomodé en el asiento para seguir durmiendo un poco más.
No había porque negarlo. Todo esto era completamente desgastante; el estar viajando constantemente pero al mismo tiempo era increíble; aprendías y conocías tanto que al final del día no te importaba estar por los suelos.

Sentí como una mano se posaba en mi frente.

-Creí que te sentías mal.-

-No te preocupes. Todo en orden.-
Sonreí viendo como asentía y volvía a dormirse.
Desde este lugar tenía un plano limpio y exacto de Brendon, estaba a la par de un asiento y podía ver la cabeza de Zack y Dan que estaban frente a el. Tenía la boca entreabierta de la cual seguidamente salían pequeños ronquidos, el ceño fruncido que tal vez estaba teniendo un mal sueño.
Sus acompañantes también dormían bajo una gran manta que los tapaba.
De hecho, todos y cada uno de los que íbamos dormían.
Eran las dos de la madrugada, era normal el hacerlo.
Bostezar fue lo único que tuve que hacer para despertarlo. Al tan sólo abrir los ojos lo posicionó en mí y sonrió. Lo saludé moviendo mi cabeza hacia arriba y volví a acomodarme para dormir.

Una tos falsa hizo que abriera los ojos.
Seguía viéndome.
Arrugé mi nariz en forma de decirle que qué quería pero sólo se levantó y me llamó con la cabeza, negué y se acercó.

-Vamos.-
Susurró casi audible.

-No. Duermete.-

-Es importante.-
Caminó hacia atrás y me levanté tratando de no despertar a Kenneth, al estar en el pasillo lo miré sacar de la minúscula nevera una pequeña botella de cerveza y venir hacia mi.

-Es de madrugada y acabas de despertar. Te hará daño tomarte eso. Ahora... espero que realmente valga la pena.-
Lo miré aún medio adormilada.
Se sentó en el piso, dió un sorbo a la botella y palmeó el espacio a su par.
-Brendon, vamos. Tengo sueño. ¿Qué pasó?.-
Tenía la mirada perdida en algún punto frente a él.
Oh no, por favor que no sea otro monólogo de lámparas y mares.
Preocupada me senté a un lado frente a él y lo miré fijamente. Seguía igual. Algunos segundos más tarde reaccionó.

-Sabía que eso funcionaría.-
Soltó una pequeña carcajada y me miró.

-¿Me estás jodiendo?.-
Dije.

-Es que no te sentabas.-

-Realmente sos un estúpido.-
Intenté levantarme pero me lo impidió.
-Tengo sueño, por favor. ¿Qué sucede?.-

-¿Cómo has estado?.-

-En serio. ¿Para esto era?.-

-No hemos hablado desde tiempo atrás y me interesa saberlo.-

-Es de madrugada, Brendon. Podemos hablar de esto en la mañana.-

-Sí, claro.-
Siempre encontraba la manera de hacerme sentir mal de como lo había tratado.

-Ya, lo siento. Pero estoy cansada, tu eres el que se tira al fuego y da volteretas toda la noche y yo soy la agotada, oh vaya. Tengo un dolor en el cuello que me está matando. Pero no hay problema, ¿bien?, hablemos.-
Le sonreí un poco.
-He estado bien. O al menos eso creo.-

2▪Always You • Brendon Urie | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora