21. Sustos que dan gusto.

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¿En qué momento volví a ser tan torpe?.
Creí que esa etapa ya la habíamos superado, Elizabeth.
Quizás ni me di cuenta cuando me golpee con algo y caí inconsciente. Pero que estúpida.

Estaba cansada y realmente no quería abrir los ojos, se sentía bien estar aquí. Había mucha tranquilidad, sin nada de gritos, aplausos, risas y lo que sea.
Mucha tranquilidad.
Joder, capaz y me morí.
Pero que idiota. Ahora me morí.
Bueno, alguien apretaba mi mano.
Por favor, quien seas, no dejes de hacerlo. Es la única manera en la que sé que sigo con vida.

Huele a alcohol. ¿Pueden hacerme el favor de quitar eso de mi nariz?. No hace más que recordarme a los hospitales.
No quiero levantarme. No quiero hacer nada. No hoy. Denme libre. Descalfen el día de mi salario, no hay problema. De verdad lo necesito.

Y, maldita sea.
No podía creer que estuviese embarazada. Sí, sé que no me he hecho una prueba formal pero todos los desvanecimientos (de los cuáles nadie se daba cuenta, siquiera Kenny), los vomitos, mareos, dolores y demás no podrían dar lugar a otra cosa.
Estaba esperando un bebé.
No quería. Simplemente no ahora y no pronto.
¿Y ahora cómo le diré a Kenny?.
Me va a matar. Joder. No puedo.
Bueno, siempre ha querido uno y ahora lo había conseguido.

¿Pero cuándo...?.
Joder, ¡maldigo a nuestra litera doble del autobús!.

Y todo con Brendon tenía que acabarse. Maldita sea, no quería.
Yo sincera y totalmente lo amaba pero con este bebé haría felíz a Kenny a quién también amaba.
Y también me haría (en algún momento) felíz a mi.
Mi vida es una mierda.
Completamente.

Seguían con mi mano entre las suyas.
Bien, ni modo, era hora de despertar.
Abrí los ojos de golpe encontrándome con la fuerte luz que emanaba de la lámpara del cuarto y miré como un asustado Kenny me miraba.

-Nena.-
Se alzó y dejó un beso en mi frente y me miró con ojos brillantes.
-¿Cómo te sientes?.-

-Con sueño.-
Iba tocar su mejilla amorosamente pero un cable conectado a mi vena ya morada (perfecto, aparece un morado, se emocionan todos y me empiezan a salir miles) me lo impidió.

-¿Tan mal estoy?.-

-Sólo es suero y antibióticos.-

-¿Tengo alguna infección?.-

-Aún no dicen que es lo qué pasa. No están los exámenes.-

-¿Llevo tiempo aquí?.-

-Como diez horas.-
Haciendo cálculos locos y suponiedo que me habia desmayado (no suponiendo, así pasó) justo después que acabara el show... ¿eran alrededor de las ocho de la mañana?.
Pasó su mano por mi cabeza aplacando mi cabello.

-Kenny, hay algo que tengo que decirte.-

-¿Qué sientes?.-
Dijo.

-Buenos días. Tendrá que salir un momento para que pueda pasar otra visita.-
Una enfermera había entrado si tocar y nos miraba detrás de sus apagados ojos.

-Sólo un segundo.-

-¿Porqué no simplemente pueden dejarlos entrar a todos como en las películas?.-
Dije viendo como bufaba.

-Pueden hacerlo todos hasta las dos de la tarde.-
Contestó él.

-Señor. Por favor.-
Dijo denuevo la enfermera quedándose en la puerta para esperar que esta vez sí saliera.

-Vuelvo enseguida.-

-Kenny.-
Tomé forzosamente su mano y me dirigí a la enfermera.
-¿Hay posibilidades de que otra persona se quede conmigo en lugar de él?.-
Le pregunté a la chica de bata blanca.
-Necesitas ducharte y descansar un poco.-

2▪Always You • Brendon Urie | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora