2▪Always You • Brendon Urie | TERMINADA |

2. ¿Era él? No me digas.

-Ya deja de hacer eso.-

-Pero me gusta y lo disfruto mucho.-

-¿Puedes sacar la mano de ahí, Kenneth Harris?.-

-No puedo. Se siente bien.-

-Necesito concentrarme.-

-Tu haz lo tuyo que yo me encargo de esto.-

-Sacala.-

-Obligame.-
Dejé de escribir el ensayo que estaba haciendo en la computadora y lo mire. No dejaba de masajear mis pechos por debajo de la blusa con una sonrisa divertida.

-Si no apruebo esta asignatura será tu culpa.-
Dije riendo.

-Si eso pasa porque estoy haciendo esto yo mismo hablaré con ellos y les explicaré lo que sucedió.-

Sacó la mano.

-Gracias.-
Pero en cambio apartó la laptop de mis piernas y se subió encima mío.
-Ken, no pensaras que...-

-Vamos.-

-Sólo esperame, necesito enviar eso en diez minutos y todavía me falta.-

-Diez minutos, bebé.-
Repitió bajandose y dejando un beso en mis labios.
Volví con mi escritura. Estaba tomando las clases de la carrera de manera virtual, había hablado con las autoridades de la Universidad y con un poco de mentiras de por medio dejaron que cambiará la opción de presencial a en línea.

-¿Quieres hacer algo esta noche?.-
Dije pulsando en Enviar y verificando que se haya ido correctamente la clase.

-Se me ocurren un par de cosas.-
Respondió él sonriendo tomándome y haciendo que me montará encima suyo besando mis labios.

●

-Habíamos dicho que iríamos este fin de semana.-

-Y lo haremos, sólo dame tiempo.-

-María...-

Levanté la vista de la computadora y lo observé.

-Amor, estoy adelantando clases y proyectos para que vayamos.-

-Bien.-
Se levantó del asiento frente de la barra, sacó un tazón de fruta que estaba en la nevera y lo puso a mi lado.
-No has comido.-

-Gracias. Ya va a ser almuerzo, sólo dame cinco minutos y preprararé algo.-
Dije escribiendo y memorizando algo sobre la introducción a la Economía.

-Descuida, haré algo yo.-
Caminó hacia mi y besó mi frente. Se colocó un delantal y empezó a hacer la comida.

Tenía claro que no había prestado mucha atención a mi vida como su esposa y me sentía totalmente mal pero hacia mi mayor esfuerzo, intentaba adelantar lo más que podía de trabajo para tener tiempo para nosotros pero una vez que empezaba a hacer el proyecto de la semana no podía detenerme hasta terminar al menos el de las cinco clases próximas.

Se miraba como si supiera lo que estaba haciendo pero habían veces en las que parecía que tenía dudas existenciales sobre como hacer esa salsa de hongos con espinaca.
Tenía una ligera mueca de sonrisa en sus labios y yo disfrutaba mucho de verle así. Él era una de las más increíble personas que exista ahora es mi esposo, no sé que hice para merecerlo.