Fuera de un lujoso local un par chicas que estaban elegantemente vestidas con trajes largos platicaban.
¿Tú chofer me llevara solo a mi?, decía Yukari intrigada.
Si Yukari, si, como te dije quede ir con el señor Scott a un restaurante para hablarle sobre mi propuesta de negocios, disculpa que te haga volver sola pero tengo que aprovechar que el multimillonario extranjero me concedió una cita en su agenda, respondió la castaña.
Claro comprendo, no te preocupes amiga, dijo Yukari.
Una vez que la joven de coletas abordo la limosina Sanae volvió al palco donde se encontraba el hombre rubio.
Ya podemos irnos señor Scott, dijo Sanae con calma.
Andrew, solo Andrew ¡por favor¡ no me hagas sentir un viejo, respondió el hombre rubio riendo.
Claro, podemos irnos Andrew, dijo Sanae con una sonrisa en su rostro.
2 horas después:
En un lujoso local Sanae platicaba con el hombre rubio mientras cenaban.
Pues tu propuesta me parece interesante pero tendría que escuchar también la propuesta del joven Ozora, con el tengo una cita en unos días, lo que no comprendo es ¿cómo te enteraste de la construcción del hotel?, decía el rubio.
Pues mi empresa siempre esta pendiente de todas las inversiones que se realizan en mundo de la construcción de nuestro país, además en el mundo de los negocios todo se sabe para poder competir,..........., decía Sanae mientras el hombre rubio la miraba.
Si es cierto, sabes eres muy joven para ser presidenta de una constructora hasta en ello te pareces a joven Ozora, el también es muy joven, aunque no lo conozco personalmente se de su trayectoria en el mundo de la construcción....., decía el rubio siendo interrumpido por Sanae.
Disculpa Andrew pero no me gustan las comparaciones, cada persona es única e irrepetible, mejor sigamos hablando de negocios, tengo muchos proyectos en mente en los cuales podrías invertir, dijo Sanae sonriendo mientras pensaba: Una vez me dijiste que para conseguir clientes se deben usar todos los recursos de los cuales se disponga y ello no solo incluye conocimiento y experiencia del tema que se esta tratando sino además se debe usar las armas personales con las que uno cuenta y ellas incluye el coquetear con tus clientes si son del sexo opuesto hasta lograr conseguir el contrato, eso decías tú Tsubasa y siempre conseguías los clientes que mi padre te encomendaba y más si eran mujeres entonces yo seguiré tu consejo, me convertiré en tu reflejo eso si a el le pondré mi propio estilo personal pues no me gusta ser la copia de nadie y menos de ti.
Luego de algunos minutos más de plática Sanae logro convencer al hombre rubio de aceptar su propuesta.
No te arrepentirás, Andrew, no lo harás, te aseguro que es la mejor decisión que has tomado en tu vida, decía Sanae estrechando la mano del hombre rubio.
Si, yo también creo ello, además como te dije quiero que todo lo que respecta a la construcción del hotel lo vea directamente contigo, respondió el hombre rubio mientras estrechaba la mano de la joven mientras la miraba a los ojos.
Por supuesto, dijo Sanae con calma mientras sonreía.
Días después:
¿Que?, decía Tsubasa confundido.
Lo que oyes amigo, el señor Scott cancelo la cita, dice que ya no necesita nuestros servicios, respondió Manabu con nostalgia.
Pero ¿Por qué?, ¿acaso ya no piensa construir el hotel?, pregunto Tsubasa intrigado.

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"Lo aprendí de tí"
RomansSanae Nakazawa creía tener el prometido perfecto pero esta imagen se derrumbo de un día para otro haciendo que ella cambie su manera de ser justificando su actitud diciendo que ella era el "Reflejo de el".