Un hombre maduro daba por concluida la reunión que había tenido con los representantes de las mejores constructoras de su país, que eran un total de 10 personas, 7 hombres y 3 mujeres.
¡Gracias¡ ¡muchas gracias¡ les agradezco muchísimo que se hayan tomado la molestia de dejar sus obligaciones para estar aquí mostrándome sus propuestas, déjenme decir que todas sus propuestas me parecieron muy buenas, sin duda tengo una difícil decisión pero lo bueno es que como tengo varios proyectos creo que la mayoría de ustedes podan quedarse al menos con una obra de acuerdo a lo que he escuchado de los beneficios que me ofrecen y de la calidad de su trabajo eso si para la construcción de mi cadena de hoteles tal vez elija a dos constructoras ya que no solo me construirán el hotel de aquí de Okinawa sino también hoteles en otras playas del país. En fin no quiero agobiarlos más con mis indecisión, pues aún no sé qué decisión tomare, eso si mi decisión se las hare saber en una semana a su institución pero me gustaría si ustedes lo desean que se queden aun esta noche, pues les organizare una cena de despedida para todos ustedes,........., decía el señor Yamaoka.
Por supuesto, decían unas de las personas presentes en el lugar.
Es una gran propuesta, decían otros.
Acepto su cordial invitación, dijo Tsubasa.
¿Señorita Nakazawa?, dijo el señor Yamaoka mirando a la nombrada.
Por su puesto que acepto su amable invitación señor Yamaoka, respondió Sanae con una ligera sonrisa en su rostro.
Entonces en unas horas nos encontramos en el salón principal de mi casa, ya lo conocen, dijo el señor Yamaoka riendo.
Minutos después:
Luego de que las 10 personas representantes de las más prestigiosas constructoras del país aceptaran la amable proposición del señor Yamaoka, este salió del ambiente junto a ellos excepto dos personas que se quedaron en el lugar acomodando sus carpetas.
Muy buena tu presentación Sanae, ¡te felicito¡ dijo Tsubasa con una cálida sonrisa mientras guardaba unos documentos en su carpeta.
¡Gracias¡ respondió Sanae tratando de sonar indiferente.
Siempre supe que eras buena para esto, solo necesitabas una oportunidad y que tu solo la tomaras sin temores, dijo Tsubasa para continuar con la plática.
Y la oportunidad llego de la peor manera, respondió Sanae con amargura mientras cerraba su carpeta de documentos.
Son cosas del destino, dijo Tsubasa de manera calmada.
Lo dices porque no fue tu padre, respondió Sanae con amargura tomando la carpeta que sostenía sus documentos y salió presurosa del lugar dejando entristecido al joven de cabello negro.
Sanae a mi también me duele la muerte de tu padre, como no me va a doler si él fue mi maestro en este negocio, por el decidí retomar mi carrera universitaria para poder aventurarme en una nueva aventura ya que el futbol ya no era para mí, solo podía dar clases por horas pero lo que recibía era muy poco, más lo hacía y lo sigo haciendo por mi pasión por el futbol que por la paga, en cambio lo que tu padre me pagaba era un monto considerable, siendo solo un estudiante el me dio la oportunidad de trabajar y de pagarme como a un profesional, el decía que lo hacía porque me admiraba pero yo lo admiraba a él, a su gran talento para los negocios para el mundo de la construcción, siempre le estaré agradecido a tu padre por todo lo que me enseño, siempre le estaré agradecido mi reina, ni siquiera imaginas como me duele que el haya muerto llevándose la peor imagen de mí, ni siquiera tuve tiempo de explicarle nada, ni siquiera pude despedirme de él, pensaba Tsubasa mientras su rostro entristecía.
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"Lo aprendí de tí"
RomanceSanae Nakazawa creía tener el prometido perfecto pero esta imagen se derrumbo de un día para otro haciendo que ella cambie su manera de ser justificando su actitud diciendo que ella era el "Reflejo de el".