Una hermosa joven de cabello castaños dorados se encontraba sosteniendo una pequeña tarjeta en la mano mientras posaba su mirada sobre unos tulipanes que estaban sobre su escritorio.
Por más que le pienso, no comprendo tú actitud, pensaba Sanae al tiempo que su celular empezó a timbrar.
Sanae tomo su celular que estaba sobre su escritorio y contesto la llamada sin ver el nombre de la persona que intentaba comunicarse con ella.
¡Alo¡ dijo Sanae lo más calmada que pudo.
Sanae, soy yo Tsubasa, escucho la joven haciendo que su corazón empezara a palpitar con mayor velocidad.
¡Tsubasa¡ dijo Sanae.
Si, el mismo, llamaba para saber si te llego mi presente, dijo Tsubasa.
Si, si me llego, gracias, están hermosas pero hay algo que no comprendo, respondió la castaña.
¿Qué?, dijo Tsubasa con calma.
¿Por qué me envías flores?; eso no se ve bien, respondió Sanae.
¡Disculpa si te incomode¡ pero me acorde que te encantan los tulipanes, que ellos te relajan cuando estas tensionada y pues supuse que con tanto trabajo en la constructora incluyendo el proyecto del señor Yamaoka, debes estar muy tensa, por eso lo hice, dijo Tsubasa con calma.
Si, si ando algo tensa, ¡gracias nuevamente por los tulipanes¡ pero no vuelvas a enviarme algo así, no es correcto, yo estoy comprometida y el recibir presentes de otra persona que no es mi prometido se ve mal, respondió Sanae con calma.
Comprendo, no te preocupes no volveré a enviarte flores a la empresa, dijo Tsubasa siendo interrumpido por la voz de la castaña.
Ni a la empresa ni a ningún otro lugar, dijo Sanae con firmeza.
¿Y qué te hace pensar que podría enviarte flores a otro lugar?, escucho la joven de cabellos castaños dorados.
Te conozco Tsubasa, te conozco y por lo mismo te recuerdo que lo nuestro termino hace mucho, dijo Sanae.
Lo sé, como te dije mi intención no era incomodarte, discúlpame si cause incomodidad en ti, mejor cambiemos de tema, respondió Tsubasa.
Si, es lo mejor, aprovechando que llamaste quiero hacerte unas preguntas,........, decía Sanae dando inicio con el joven de cabello negro a una platica de trabajo.
Minutos después:
Entonces así quedamos, te espero este fin de semana aquí para mostrarte los avances del proyecto y de aquí partimos, ¿o prefieres ir por tu cuenta y encontrarnos en Okinawa?, escucho Sanae.
Si, creo que es mejor encontrarnos allá, lleva los documentos que me tienes que mostrar, no se te vaya a olvidar, dijo Sanae.
No te preocupes, los llevare y discúlpame nuevamente por los tulipanes, escucho Sanae.
No hay nada que disculpar, solo que no se vuelva a repetir, dijo Sanae.
No, no se volverá a repetir, bueno ya tengo que colgar, decía con voz nostálgica Tsubasa.
Está bien, ve a continuar con tus labores, dijo Sanae ocultando su nostalgia al tiempo que pensaba: Tsubasa, los tulipanes me encantaron pero no es correcto que me lo hayas enviado, lo nuestro acabo, acabo, ya es imposible, imposible.
Que tengas un buen día, escucho Sanae.
Tú también, respondió Sanae antes de dar por concluida la llamada
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"Lo aprendí de tí"
RomanceSanae Nakazawa creía tener el prometido perfecto pero esta imagen se derrumbo de un día para otro haciendo que ella cambie su manera de ser justificando su actitud diciendo que ella era el "Reflejo de el".