— Mmh, no, no quiero. — Confesó el menor cerrando la puerta de su habitación. SeungKwan jadeó estresado y volvió a golpear la puerta con sus nudillos.
— ¡Abre la estúpida puerta, Lee Chan! — Gritó muy enojado.
— ¡Pero no quiero ir!
— Abre, por favor. — Obedeció, mirando los ojos café del contrario, quien expresaba seriedad. — Debes hablar, las cosas no se van a resolver si te encierras en ese cuarto.
— Kwannie, pero tengo miedo. — Susurró temiendo a que alguien más lo escuchara.
— No debes de tenerlo. — Se aseguró, tomando su brazo y sacarlo de la habitación.
En la sala de la casa, estaban JunHui y Wonwoo, charlando de cualquier cosa, pero cuando se percataron de la presencia de los dos chicos, pararon de hablar.
— Muy bien. Wonwoo, acompáñame a la cocina.
— Pero... — El pelinegro frunció su ceño, no quería ir.
— Vamos dije. — La voz y las expresiones del rubio daban miedo, así que era mejor obedecerle.
JunHui y Chan quedaron solos en la sala, mirándose sin nada que decir.
Demonios...