1. Prólogo

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El canto de los árboles de Sakura, es un fic que sale a raíz de ciertas decepciones de la vida, pero que a pesar de ellas y por muy dolorosas que sean, nosotros como seres humanos tenemos la capacidad de salir adelante, no importa qué tanto nos rompan el corazón. Así que habiendo dicho esto les advierto: es un fic lleno de drama que espero les toque el corazón.

Gracias anticipadas a las que dejarán sus RW, espero que sean constructivos y no destructivos. Estén muy atentas a los cambios, porque es un fic que llevaré tanto en pasado como en presente, espero que puedan entenderlo y no sea muy complicado. Así que, habiendo dicho mi pequeña introducción, comencemos.


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Disclaimer 1: Todos los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi, yo solo los tomo para que me hagan feliz según mi imaginación y para hacerlos sufrir a cada rato, sin embargo, la historia es completamente mía.

Disclaimer 2: no presto mis historias, no hago continuaciones de lo que termine, trabajo en base a lo que me dicta la inspiración, así que tardo o temprano continúo mis fics, aunque haya pasado mucho tiempo sin tocarlos. Si ven algunos de mis fics por otros lados (que no sea fanfiction o wattpad) reporten y denuncien siempre el plagio.

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EL CANTO DE LOS ÁRBOLES DE SAKURA.

Capítulo 1.

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Prólogo

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Viví mi cuento de hadas, el noviazgo perfecto, la boda perfecta, la familia de ensueño, todo combinado con un trabajo que me da muchas ganancias y que adoro hacer, además de una fortuna heredada que siempre me permitió hacer todo lo que quisiera, los cuentos existen, pensé en más de una ocasión cuando me sentía tan feliz, pero nunca me percaté que cada cuento siempre terminaba en: «Y vivieron felices por siempre».

Cuando la boda soñada termina, nunca nos enteramos qué es lo que pasa con Blancanieves y el Príncipe Encantador, o cómo convive Cenicienta siendo una plebeya con su príncipe, o Ariel teniendo que abandonarlo todo para vivir su inmenso amor con Erick. ¿Realmente será suficiente que todas abandonen su vida para continuar con la de su príncipe? Claro, es probable que la mayor productora de películas infantiles no quiera que sepamos que en la vida real no existe «el felices por siempre».

Estoy parada frente al inmenso árbol de Sakura del hospital Aiiku, el mejor hospital de todo Japón. Al inicio de primavera sus pétalos caen, logrando una lluvia preciosa que alegraría el corazón de cualquiera, pero el mío está tan roto que no creo que haya algo que esta hermosa imagen pueda hacer por mí.

-Kagome -me llama una voz masculina a mi espalda bastante conocida para mí, solo muevo un poco la cabeza sin voltearme por completo para que él pueda entender, que lo he escuchado-. Ya la pasaron a Cuidado Intensivos, dice el doctor que podemos pasar a verla.

Junto mis manos en oración viendo al hermoso árbol agradeciendo a los dioses porque han conseguido un milagro, mis lágrimas salen y ni siquiera las detengo, pero cuando me volteo para verlo, las limpio con elegancia, a pesar de que mis ojos deben de estar rojos.

Sesshoumaru Taisho sigue tan guapo como siempre, con tal porte que pareciera una muralla, 1.90 mts, cabello largo plateado, ojos amarillos casi dorados, con un traje de 3 piezas que le queda maravilla, inclusive a sus 38 años no ha perdido nada de su elegancia y porte, al contrario, da la impresión de que es como una botella whisky, con los años su consistencia es mejor.

-Necesita hablar con los dos Kagome -su voz se vuelve lúgubre y su clásica seriedad y ecuanimidad me sacan de quicio.

-¿Es-Está muerta? -pregunto con un nudo en la garganta.

-Te acabo de decir que se encuentra en cuidados intensivos.

-Podría estar viva, pero inconsciente, con muerte cerebral quizás, probablemente nunca despierte o...

-¿Quieres tranquilizarte por el amor de Dios? -me pide exasperado.

-¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?! -le grito llorando y acercándome a él-. Es tú hija la que está a punto de morir ¡tu hija!

-¡¿Crees que no lo sé?!

-Por tu seriedad pareciera que no lo sabes, da la impresión de que es el hijo de alguno de tus empleados, no el tuyo.

-Uno de nosotros tiene que conservar la ecuanimidad, ¿no te parece? Debemos de pensar claramente para poder decidir qué es lo mejor para Kanna.

Lo miro directamente a sus ojos, esos que muchas veces me hicieron caer de rodillas a sus pies, esos que con verdades ocultas me dijeron que siempre me amaría jurándome lealtad frente al altar, juntos a nuestros familiares y amigos, pero que, con los mismos, me hizo la mujer más infeliz del mundo después de nuestro «Y vivieron felices por siempre».

-¿A dónde están Hotaru y Souta?

-Con mis padres.

¿Y Haku?

-Dijo que vendría al hospital cuando terminara el colegio, le dije a Muso que lo trajera.

El viento sopla suavemente y el olor de la primavera nos inunda, aunque para mí es como si fuese un triste otoño, de colores tristes despidiéndonos en el ocaso.

Me arreglo mi cabello negro que lo ando suelto y perfectamente liso, mi vestido verde esmeralda con orillas blancas se entalla bien a mi cintura y a mis caderas; ya no tengo cuerpo de adolescente sino uno más maduro y moldeado, mis botines negros Louis Vuitton comienzan a sonar en el parqué, y con soltura y elegancia me dirijo al hospital, en donde el médico que atiende a nuestra hija menor desea hablar con nosotros sobre su salud.

El canto de los árboles de SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora