El canto de los árboles de Sakura

3. Celos e Ira irrazonable

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Disclaimer 1: todos los personajes pertenecen a la grandiosa mangaka Rumiko Takahashi, yo solo los tomo para poder expresar todo lo que tengo, hacer que sufren y de paso cumplir mis perversidades.

Disclaimer 2: NO PRESTO mi fics, no hago continuaciones de lo que ya terminé, así que, si se terminó, así quedará, no me insistan en ninguna de las cosas porque si no, simplemente ignoraré los comentarios y/o peticiones.

Nota: Digan NO al plagio, es cierto que nosotros los fickers tomamos los personajes famosos, pero las historias son originales, así que cuando vean una de mis historias (o de cualquier otro ficker) tomadas por alguien más, por favor avisen y reclamen, porque no es justo.

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Capítulo 3

Ninguna de mis primeras veces, con él, es algo que podría olvidar.

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Celos e ira irrazonable.

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Era obvio que Sesshoumaru llamaba muchísimo la atención de todas las mujeres de toda la universidad, inclusive contemplé un tiempo cambiar mi carrera de diseño a ingeniería industrial -que era lo que él estudiaba- para poderlo controlar mejor, pero en un momento de cordura me dije que no tenía que seguirlo, si quería ser una mujer independiente y plena, mi vida no debería depender de las decisiones de él, solo de las mías.

Teníamos 5 meses de ser novios, para esa época yo tenía 19 años y él 22; mi idea era conservar mi virginidad hasta encontrar aquel hombre con quien estaría segura de pasar el resto de mi vida, y no estaba segura de que Sesshoumaru lo fuese, solo era un novio más para mí, aunque por supuesto que lo amaba como nunca pensé tener ese sentimiento por alguien en mi vida, pero no era lo suficientemente grande como para abandonar mi idea y entregarme a él solo por un calentón.

Kagura era una chica de la universidad que dizque estudiaba comunicaciones o relaciones públicas, para mí era una zorra graduada y hasta con maestría. Era un año menor que él, dos mayor que yo.

Aquel día vi, ante mi sorpresa, como ella se subía al auto de Sesshoumaru abrazándolo para darle un beso en la mejilla, me coloqué detrás del auto sin pensar realmente en el peligro que podría significar el ser arrollada al momento en que él retrocediera, estaba quizás a 2 escasos metros, cuando todos volvieron a ver sorprendidos ante el chillido de las llantas al frenar de manera brusca.

-Pero... -se bajó él dispuesto a decirle de todo a la persona que le impedía el paso, pero al verme, su rostro se desencajó, ni siquiera pudo disimular su sorpresa ante mi presencia-. Kagome... -dijo en un susurro casi sin palabras-. ¡¿Estás loca?! Pude haberte arrollado.

-¿Qué hace Kagura contigo? -le pregunté llena de rabia, celos y una ira casi irrazonable.

-Kagura es una amiga Kagome, ya te lo he dicho.

-¿Amiga que te abraza y te da un beso y se viste como una puta?

-Cuida tus palabras por favor.

-¿Qué hace Kagura contigo Sesshoumaru? -le repetí lentamente mientras un grupo de estudiantes formaba un círculo alrededor de nosotros para observar el espectáculo.

-Kagome, vete a tu apartamento por favor, discutamos eso allí -me pidió viendo al círculo, una petición lógica pero innecesaria para mí, ya que en esos momentos no me iba a mover ni un centímetro.