Wellcome to Eibissa

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Y...cogemos las maletas. Atardeceres, el café del Mar, Ana War en bikini, un smoking y un vestido de novia...Esto es... Mente de delincuente. Hoy narra la única, la irrepetible, la doble disco de oro y futuro de platino que seguro ella misma roba...¡Ms Ana War! ( futura señora de Rodríguez en mis sueños y en este fic) dispuesta a darnos la hora y un poquito de amor a su leona.

Hotel Aguas de Ibiza.

-No entiendo nada.
- ¿Por qué Miri?
-¿Tu has visto este hotel? Es de los caros. No entiendo por qué traernos aquí para hacernos unas fotos solo para proporcionarnos una coartada. Tu eres muy conocida, es ponerte en el punto de mira. No lo veo lógico, sobre todo si quieren convertirte en espía.
-Pues por la misma razón que no descubriste que yo era ladrona. Es tan obvio que nadie lo va a pensar.

Oí un ruido fuera parecía que alguien estaba en nuestra puerta. Pero no esperábamos a nadie. Se supone que solo M sabe que estamos aquí. Dos golpes con los nudillos nos hicieron ponernos alerta.

- Joder Ana ¿Y ahora qué hacemos? No me han dado ni una pistola.
- ¿Si?- pregunté cautelosa.
- ¿Señorita Guerra?
Miriam se puso el dedo sobre los labios como indicando que me mantuviera callada. Yo pensaba abrir pero Miriam detuvo mi mano.
-¿Quién la busca?- Vi como Miriam negaba con la cabeza.
- Somos de la peluquería. Ya sabe para la boda.
Abrí la puerta sin dudarlo mientras Miriam sacudía la cabeza negando.
-Amor -susurré en su oído- tienes que ser más arriesgada. No disfrutas lo suficiente de la vida.

Dos personas me cogieron por el brazo y me llevaron al baño argumentando que daba malísima suerte ver a la novia antes de la boda. Mientras me arreglaban oía a Miriam refunfuñar sobre lo embutido que le quedaba el vestido o si el número de horquillas que llevaba en la melena servirían para restaurar la Torre Eiffel. Cuando el equipo de chapa y pintura se marchó, yo parecía una diosa con smoking y Miriam estaba refunfuñando en la habitación.

-Parezco la flamenca de WhatsApp y este vestido me va pequeño.

Si tenía que usar una palabra para definir cómo le quedaba el vestido elegiría "espectacular". Porque Miri llevaba un vestido ajustado palabra de honor de encaje con un semirrecogido que ataba su larga melena rubia a un lado y unas flores en el lado del recogido. Bueno vale, quizás iba demasiado flamenca para una gallega, pero estaba realmente guapa.

-Pues tú te quejarás pero a mí me vienes así vestida y me caso.- M entró en la habitación con una sonrisa en la cara.

-Exacto, Ana. Justo a eso hemos venido. Dile a Gallego que tiene que ponértelo. Y, cuidalo bien. Cuesta más que seis meses de su sueldo.

Abrí la pequeña caja con cuidado.

-¡Ostia que pedrusco! -Me salió del alma. Yo sabía bastante de joyas y esta debía costar más de ocho mil euros.

-Ellaa que le gusta una piedra.

-Tendrá que comprender agente Gallego. Que si esto fuera real nadie esperaría que pidiera usted matrimonio a una de las herederas más ricas de España con un anillo comprado en una joyería de barrio. Desde luego no después de que usted recibiera un anillo valorado en más de treinta mil euros.

Miriam me miró con cara de alucinada.

-Ana, el anillo que me diste...¿Vale más que mi coche?

- A ver amor, tienes que entenderlo. Allí en el banco el anillo no estaba seguro. Que mejor que una policía para custodiar lo.

- ¡Hay que joderse! Ana que el banco lo robaste tú.

-Pues por eso. Precisamente yo tengo claro que es muy fácil de robar. Además seguro que este anillo que me han dado es un préstamo. Lo devolveremos en cuanto acabe la misión.

-Error agente Guerra- Dijo M girándose hacia mí-. Este anillo debe permanecer bajo su custodia todo el tiempo que sea necesario mantener la coartada. No debe haber foto, vídeo o nota de prensa en la que pueda parecer que hay problemas en su matrimonio. Ustedes desde hoy están felizmente casadas ¿Entendido?

Me pareció un tanto extraño tanto interés porque aparentamos ser una pareja feliz. No quise preguntar. De hecho desde que llegamos a este programa me quedó bastante claro que lo que había que hacer para estar a salvo era callar y obedecer.

La directora M nos dirigió hacia la puerta y nos sacó al jardín, dónde se encontraba una mujer muy arreglada con unos papeles en sus manos.

-A ver, el fotógrafo ¿Todo listo? Agentes deben intercambiar los anillos para la foto. Luego firmar el papel. Poner la cara esa de babosas que ponen cuando se miran y darse dos o tres besos. Quiero que parezca un puto cuento de hadas.

La señora arreglada empezó a comentar los artículos del código civil correspondientes bajo la atenta mirada de M. La leona parecía preocupada y no paraba de mirar los papeles que teníamos frente a nosotras mientras una nube de flashes nos rodeaba. Miri comenzó a chistarme.

-Pse, Ana, Ana...

-¿Qué pasa amor?

-Los papeles Ana.

-¿Qué pasa con los papeles?

-¿A ti te parecen falsos?

-No sé Miri. Son unos papeles.

- Agente Gallego. No se distraiga. A firmar.

Miré a la leona. Parecía preocupada, pero aún así firmó a regañadientes. Yo lo hice mucho más alegre. Nunca hay que estropear una buena foto y si son las de tu boda menos. Cuando llegó el momento del beso Miriam me atrajo hacia ella de modo pasional y se dirigió su boca a mi oreja. Sus palabras me dejaron helada a pesar del calor.

-Ana, creo que la ceremonia ha sido real. Los papeles eran auténticos ¡Ana, qué nos han casado!

-Agentes Gallego y Guerra. Las necesitan en el helipuerto ya. Tenemos que volver a Madrid.

¿Perooooo que ha pasado aquí? ¿Estarán realmente casadas? ¿No han podido invitar a Aitana y a Mireya a la boda? ¿Dónde se ha visto una boda sin canapés? Todo esto y mucho más en próximo capítulo de.. .y yo que sé, las vacaciones hacen que mi dispersión mental crezca...

Mente de delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora