Donde está la acción

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Madrid, interior de una limusina, camino al Teatro Real la noche del concierto de Pablo López (Joe, que tino he tenido eligiendo el artista parece que lo hubiera hecho a posta). Narra la que NO! Saca los singles cuando lo promete, la reina del hype, la que más don de gentes tiene y mejor pelazo. Señoras y señores (¿hay señores que leen todo esto o son animales mitológicos) con todos ustedes. Miriam Rodríguez ft Pablo López en Mente de Delincuente.

—Ves amor, esta vez llevo yo el vestido. —Sí, Ana tenía razón. Y menudo vestido, estaba guapísima —Yo creo que te quejas demasiado porque siempre te ponen a ti los trajes de chaqueta que por cierto, uff. No sabes lo guapa que estas con ese traje rojo —Dijo mientras acariciaba mi rodilla.

—No empecemos Ana, no empecemos. Pues claro que me han puesto el traje. A ver como si no iba a esconder la Glock.

—¿Y el bralette para qué es? Para que respires mejor?

—Pues porque voy a una alfombra roja con una de las herederas más guapas de España, tendrán que ponerme guapa.

—Tú siempre estás guapa. —El coche se detuvo, había llegado el momento. Tragué saliva y puse mi mano sobre el pomo, estaba realmente nerviosa —Miriam, ¿qué es lo que te asusta? —Maldita sea, que bien me leía.

—Las cámaras. Va a haber mucha gente y yo, no estoy acostumbrada.

—Pero yo sí —Dijo cogiendo mi mano— Es fácil, al sonreír muestra los dientes y guiña ligeramente los ojos saldrás más guapa, si eso es posible. En la foto una pierna adelantada, mano en la cadera, te pones ligeramente de lado y alza bien la mandíbula. De todos modos no entiendo cómo te puede poner nerviosa una cámara y estar tan tranquila con un posible asesino suelto.

—Pues porque a los asesinos sabes cómo tratarlos, a la prensa rosa no. Además tengo esto —Dije levantando ligeramente la chaqueta y mostrando la pistola. Ella volvió a cerrarla.

—Pues a ver como disimulamos este bulto en las fotos. Vas a tener que ponerte detrás de mí siempre a mi derecha. Yo te cogeré de la mano, así mi brazo tapará esto, porque discreto no es. Un descuido y tenemos a la prensa encima. Tú solo sonríe y déjame a mi el resto.

De repente la puerta se abrió una sonriente agente M disfrazada de chófer, con su gorra y todo, abrió nuestra puerta.

—Es la hora. Recuerde que tienen que parecer una pareja de enamoradas. No me fallen agentes.

En cuanto salimos una nube de fotógrafos nos rodeó. Señorita Guerra, decían los flashes de las fotos me cegaban, pero la mano firme de Ana sobre la mía y los tres gorilas que aparecieron de la nada me tranquilizaron.

—Vamos a por el photocall, no te preocupes, hablo yo.

Me puse a su lado y ella arregló un poco mi pelo con una sonrisa. Ana sabía que yo odiaba que me tocaran el pelo aunque supuse que era una gesto de cara a la galería.

—¡Señorita Guerra! ¿Qué opina de las recientes fotos que se han filtrado a la prensa?

—Que son preciosas.

—¿Pero es verdad que se han casado recientemente?

—Eso forma parte de mi vida privada. Hicimos las fotos para evitar paparazis y las distribuimos para evitar exclusivas. Solo puedo decir que estamos en un buen momento y que les pedimos que respeten nuestra privacidad.

—¿Y la luna de miel?

—Esa es una buena pregunta. Por ahora nuestros compromisos profesionales no lo impiden. Muchas gracias a todos, pero el show va a empezar.

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