Versos del cielo

11. Ser

No se trata de parecer, sino de ser.

Las personas se fijan mucho en lo superficial pero la biblia dice que Dios ve el corazón y las intenciones que cada uno tiene. Dios nunca podrá ser engañado ni burlado.

Hacer algo bueno con la intención incorrecta es peor que hacer algo malo sin ninguna intención de cometer alguna maldad.

Mucha gente se preocupa porque los demás piensen que son felices, que les va bien en las relaciones, que tienen dinero y amigos por montón me pregunto ¿Dicen la verdad cuando expresan tenerlo todo o se sientes vacíos por dentro?

No estoy diciendo que reflejar una buena vida sea malo, de ninguna manera; hablo de aparentar cosas que no son.

Creo firmemente que se puede sonreír en los días malos, eso no es sinónimo de hipocresía sino de que podemos sentirnos bien en medio de la tormenta especialmente cuando andamos caminando con Jesús y recordamos de donde nos sacó y a dónde prometió llevarnos. Eso es confiar en lo que Dios ya hizo y en lo que hará.

Siempre hay que disfrutar de lo pequeño, del cielo azul, de una taza de café o incluso un vaso de agua. De leer, de escuchar música, de hacer aquello en lo que somos buenos y en lo que esté a nuestro alcance usarlo para ayudar a otros; eso llena el alma como ninguna cantidad de dinero puede hacerlo.

Se trata de ser noble para alcanzar tus propósitos y de ser humilde para no perder la dirección.

No de parecer noble con falsa modestia.

Se trata de ser luz y de ayudar no esperando que algunos a nuestro alrededor nos vea para que digan que somos muy buenos y que brillamos en lo que hacemos.

Si el que está sentado en el trono nos ve y se complace de nosotros entonces no tenemos nada que aparentar con los demás, sino que nos mantenemos íntegros para de algún modo lograr sacarle una sonrisa a Dios sin esperar un premio que, de todos modos, Él ya prometió darnos.

Creo que uno de los mayores problemas del cristianismo es lo mucho que se ha manchado el testimonio nosotros como hijos de Dios, porque puedo reconocer que mi actitud frente a muchas cosas lejos ha estado de ser la correcta y le pido perdón a Dios por eso; Él me ha enseñado que se debe aprender, corregir y seguir adelante.

El punto es que hemos cometido grandes fallas pero Dios está dispuesto a ayudarnos a corregirlas.

No se trata de parecer espiritual, sino de serlo buscando el rostro de Dios en oración con puerta cerrada de la habitación, persistiendo, insistiendo.

No se trata de parecer gentil, sino de ser amable con los demás.

No se trata de parecer generoso, sino de ser un dador alegre.

No se trata de parecer amoroso; sino de dar amor a quienes tanto lo necesitan y eso es a todo el que podamos, mostrándole también el infinito amor que Dios ya nos ha dado.

No se trata de parecer educado, sino de respetar a los demás. Trata a los demás como te gusta que te traten.

No se trata de parecer súper héroes, sino de ser quienes le den gracias a Dios por sus maravillas, poder y compasión. Y Él que es fiel nos da lo necesario para vivir victoriosos

No se trata de parecer siempre felices y conformes con las decisiones de nuestras autoridades, sino de ser obedientes porque eso es agradable frente a los ojos de Dios.

No se trata de parecer rectos, sino de serlo siempre pidiendo la guía del Espíritu Santo.

No se trata aparentar ser perfectos, sino de admitir nuestros errores, pedir perdón y mejorar.

No se trata de parecer cristiano, sino de ser creyentes leales a nuestro Dios.

No se trata de solo leer la biblia, sino de hacer lo que Papá nos manda en ella.

Hay que aprender a ser y dejar de intentar parecer porque darle importancia a las apariencias llena al ser humano de falsedad, es una verdad que no podemos esconder.

Hay que esforzarnos por ser mejores, tampoco se trata de recibir aplausos porque algunas veces ni siquiera recibirnos las gracias por lo que hacemos por otros. Se trata de imitar el copamiento de Jesús y dejar que Él viva en nosotros.

Jesús siendo perfecto fue señalado, humillado, criticado y muchas cosas más pero eso no lo hizo cambiar su amor, nobleza, humildad y la infinidad de virtudes que poseía y posee.

Nosotros estamos llenos de defectos y aún así Él se entregó por nosotros para que podamos ser más de lo que eramos capaces de ser por nuestros propios medios. Así que podemos estar confiados de que nada es imposible.

La gloria y la honra sea para el que vive por los siglos de los siglos, Amén.

Crisbelly Magliocco