Versos del cielo

1. Volver a ti

A ti te escribo estas líneas,
a la persona que siempre me amó.

Quien me despertó cuando estaba dormida,
quién me ofreció una vida mejor.

Por muchas años vague sin rumbo,
soñando con encontrar libertad.

Buscando solución en el caos de este mundo,
creyendo que con encontraría paz.

Sólo contigo la hallé, y no la supe valorar.

Me fui cuando todo se puso difícil creyendo que estaría bien sin ti.

Me dijiste que no lo hiciera, que sufría y que hacía donde iba se encontraba la perdición, que mi alma se marchitaría y que mi corazón no lo soportaría.

Pero para escucharte no fui lo suficientemente inteligente.

Y fallé, busqué lo fácil y me equivoqué.

Cometí errores de forma consciente; y otros ni siquiera los noté.

Estaba muy ocupada procurando ser la mejor.

Pero sin ti cada día estaba peor.

Amargas lágrimas eran mi compañía.

Tú tenías razón.

Profundo fue mi aislamiento.

Vacío quedó mi corazón.

Oscuro estaba el firmamento.

Cuando la hora se acercó.

Y ahora estoy de vuelta suplicando tu perdón.

Me arrastro sobre el pasto seco.

Buscando de tu salvación.

No existen palabras para describir mi arrepentimiento.

Clamo a ti, oh Dios.

Vuelvo a ti rogando el recibimiento,
de tu Santo Espíritu consolador.

Tú que haces que se calme la tormenta.

Que le das brillo al sol.

Clamo tu bondad infinita.

Para mejorar lo que soy.

Gracias por recibirme en tus brazos, bajo las alas de tus ángeles.

Gracias por ese abrazo.

Y por siempre cuidarme.

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Filemón 1:15

Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre.

¡Amén!