Capítulo 19

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Hoy era el día de pago. Después de trabajar todo este mes, por fin pude tener mi dinero. Era la primera vez que me pagaban por trabajar. Obviamente cuando era más chica hice algún trabajo como limpiarle el piso a mi abuela, y ella me daba dinero, pero esto era totalmente diferente. No era mucho, pero me arreglaría con eso. Ya no tenía el dinero de mi padre, y con mi paga solome alcanzaba para pagar el alquiler de mi departamento, y comprar comida para todo el mes con lo que sobraba. Nada de vestidos, zapatos, accesorios, como antes. Ya no podía consentirme.

Sé que es estúpido que gaste dinero alquilando aquí, pero no podía estar más en mi casa. Me sentía muy mal allí, recordando cada segundo a mi papá y todos los momentos que pasábamos juntos. De verdad me ponía muy mal, y por eso tuve que mudarme. No es que aquí no lo recuerde, pero en mi casa, en el lugar donde me crie, era muy difícil. Así jamás lo superaría y me quedaría estancada. Lo que yo quería era poder salir adelante y entrar a la universidad el año que viene, cuando ya esté mejor en todos los sentidos. No tenía ánimos para estudiar ahora, no con lo que pasó. Mi cabeza da vueltas todo el tiempo. 

Recuerdo que mi padre quería que yo fuera abogada. Sé que algún día lo seré y él estará muy orgulloso.

Cuando salgo de trabajar, decido ir al departamento de Justin en mi bicicleta, puesto que no ha venido hoy. Fui una vez, pero recordaba el recorrido y sabía dónde era. Una vez que estoy frente a su casa, me bajo de mi ‘’vehículo’’ y camino hacia la entrada, sosteniéndola a mi lado. Su precioso auto está estacionado afuera y eso me da a entender que él se encuentra aquí. Quería arreglar las cosas con él. Ya lo había perdonado por salir con Kim cuando me lo prometió a mí, y también por…amenazar a Bobby. Y ahora que me pongo a pensar ¿Qué le habrá dicho? ¿Por qué cuando entró al edificio, él ni se preocupó al verlo? Se supone que si Justin lo amenazó, lo más probable fuera que llamara a la policía al verlo. 

Toco la puerta y espero. Espero un minuto, y al notar que no abrió la puerta, vuelvo a tocar. Cuando estaba a punto de irme, ya que al parecer Justin no estaba, la puerta se abre y me muerdo mis cachetes por dentro para no soltar un suspiro. 

Él se descalzo con unos pantalones de chándal puestos, sin camiseta y su cabello todo despeinado. Me fijo en su rostro y tiene un aire somnoliento, al parecer acababa de levantarse. Se talla los ojos con su mano y parece sorprendido al verme, pero no sé si le agrada la idea.

—Hola—mascullo—no sabía que estabas durmiendo, lo siento.

—Uhm, no te preocupes, creo que me quedé dormido. —Dice con voz ronca y luego despeina su cabello con sus manos. Joder, tenía que admitir que era realmente guapo. Muerdo mi labio inferior.

—Justin, sobre el otro día…—Comienzo a hablar, pero me interrumpe.

—No tienes que explicarme nada, __________.

—Pero quiero—le digo con firmeza—hice mal en no dejarte ni siquiera hablar, perdóname ¿sí? El detective Jones se encontraba en mi casa y estábamos hablando sobre, ya sabes, lo de mi padre.

—¿El detective? —frunce el ceño—oh, y… ¿cómo va la investigación?

—No hay nada nuevo todavía, pero está en eso.

—Espero que encuentren algo. —Murmura y hace una mueca—Lo siento ¿quieres pasar?

—Claro.

Justin se aparta de la puerta y me deja entrar. Pongo mi bicicleta contra la pared en un rincón mientras él cierra la puerta. Luego se acerca a mí y me mira, sonriendo divertido.

—Así que… ¿tú también me perdonaste?

—Mmmh, no lo sé—bromeo—¿tú lo hiciste?

—Desde el momento en que golpeaste esa puerta. —Responde y pasa su brazo por mi cintura. 

Cada vez que hace eso, me siento incómoda. Jared, que es mi amigo de hace años, jamás ha tenido esa cercanía conmigo, mejor dicho, de esa forma en la que lo hace Justin. Es difícil de explicar, con él pareciera que intentara seducirme, y aunque quizá sea ridículo, no puedo evitar no pensar eso. 

Bajo la cabeza, doy un paso hacia atrás pero me detiene y me acerca más a él, logrando que choque con su pecho desnudo. Mi corazón comienza a latir tan rápido que temo que él pueda sentirlo.

—Hey ¿no me vas a dar un abrazo de reconciliación? —Murmura con su voz aun ronca y curva su labio inferior hacia afuera.

¿Ven lo que digo? Siempre exagero todo, pienso que él me está tratando de otra forma, pero finalmente todo resulta ser nada fuera de lo normal. Quiere un abrazo, como lo hacen los amigos. 

Sonrío sin mostrar mis dientes y paso mis brazos por su espalda, mientras él me envuelve en los suyos. Siento su suave y caliente piel y deseo besar su pecho, pero no lo hago. Eso sería raro. Su exquisito olor corporal penetra en mi nariz, y me estremezco al sentir la respiración de Justin en mi cuello. Creo que me he quedado anonada durante esos minutos que estuvimos abrazados. 

Nos separamos y acomodo mi cabello, sin saber qué más hacer.

—¿No fuiste a trabajar hoy?

—No, era mi día libre. ¿Quieres sentarte? —Me pregunta, señala los sillones y luego me siento—¿Me esperas unos minutos? Iré a cambiarme.

—Claro, tómate tu tiempo.

Él se voltea y va hacia su cuarto, y mientras tanto yo me entretengo mirando sus fotos en los cuadros. Sé muy pocas cosas de su vida, y siento que tiene alguna historia de su pasado interesante. 

Minutos después, Justin vuelve a la sala con Supras en sus pies, jeans gastados, y una remera sin mangas. Noto que ya no tiene la cara de dormido y que se peinó algo su cabello.

—¿Has almorzado? —me pregunta y niego con la cabeza—yo tampoco. ¿Qué te parece si vamos a, no sé, algún restaurante?

—No hace falta que salgamos, podemos preparar algo. —Sugerí.

—¿Segura? Yo no sé cocinar, siempre como comida hecha.

—Entonces yo te enseñaré como tú me enseñaste a jugar bowling. —Sonrío y me paro del sofá, para luego tomar su mano y dirigirnos a la cocina.

—¿Qué cocinaremos? 

—No lo sé ¿qué tienes?

—No muchas cosas—hace una mueca y se pone a revisar las alacenas y cajones—hay pan, un poco de leche de hace un mes…

—Mejor vamos a comprar. —Le interrumpo. No mentía cuando decía que comía comida hecha.

—Será lo mejor. —Ríe.

Salimos de la casa y nos dirigimos caminando hacia un supermercado cerca de su casa. Aún no sabía qué cocinaríamos, así que decidí preguntarle qué era lo que comía habitualmente. Como lo imaginé, me nombró un montón de comida chatarra como hamburguesas y salchichas, así que opté por comprar las cosas que necesitaba para hacer una tarta de verduras. Sé que le gustará, a todo el mundo le gusta mi tarta. Le he cocinado a todos mis primos eso y se han devorado hasta la última pizca. 

Una vez que compramos todo, volvimos a su casa. Justin se encontraba lavando la espinaca, mientras yo ponía a hervir las demás verduras.

—¿Segura que no quieres que pidamos algo? —Volvió a insistir.

—¡No! Hoy comerás sano. —Le repito y él sólo sonríe. Suelto una carcajada al verlo como lava la verdura y me fulmina con la mirada.

In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora