{ANTE PENULTIMO CAPÍTULO}
Justin sale de mí y se deja caer a mi lado. Su brazo envuelve mi cintura para luego dejar un beso en mi hombro desnudo. Lo único que se escucha son nuestras respiraciones agitadas. Estiro mi brazo para tomar la sábana y luego cubrirme con ella, ya que no me siento muy cómoda estando desnuda ante él.
—¿Estás bien? —Me pregunta sonando preocupado. Me pongo de costado dándole la espalda y él se acerca hasta que queda su pecho pegado a mí. Asiento con la cabeza algo aturdida.
—¿Segura? —me pregunta no muy convencido—Sí te hice daño…
—No lo hiciste. —Le interrumpo. Todavía me he quedado pensando en esas imágenes que me vinieron a la mente. Pareció haber sido un sueño, fue algo muy raro. Sentí como si de verdad había estado ahí, pero no entendía nada. ¿Qué fue eso? ¿Por qué sentía miedo? ¿Por qué estaba Justin ahí?
Mi novio no dice nada más y se duerme, quizá notó que algo no andaba muy bien conmigo. Todo lo que sucedió hace un rato fue muy lindo, algo increíble. Finalmente lo he hecho con Justin… ¿Quién lo diría? Nunca me imaginé que él sería el chico con el que perdería mi virginidad. Pero no me arrepiento. Ha sido fantástico, me ha tratado como su princesa y eso era algo que me hizo sentir especial.
Cada mirada que me da, cada sincera sonrisa, provoca golpes de mariposas en mí. Percibo que cada día que paso junto a él me enamoro más y más. Me siento protegida en sus brazos, no tengo miedo de nada, porque sé que él estará ahí para mí. No creo que encuentre algún otro chico en mi vida como él.
De repente abro mis ojos y me encuentro en una habitación oscura. Me remuevo un poco entre las sábanas y siento un brazo pesado apoyado en mi cintura, el de Justin. Al parecer me había quedado dormida después de tanto pensar. ¿Qué hora sería?
Me doy la vuelta quedando frente a Justin, y lo observo durante un largo rato. La habitación está oscura así que no puedo verlo perfectamente, pero algunos rayos de luz se filtran en la habitación para que pueda divisar su silueta.
Su rostro relajado, su respiración calmada, sus labios entreabiertos…Es tan lindo.
Acaricio su mejilla para ir despertándolo de a poco. Luego susurro su nombre y él abre los ojos con dificultad. Una sonrisa se curva en sus labios al verme y me atrae más a él con su brazo, acurrucándome en su pecho.
—Buenos días. —Pronuncia con voz ronca.
—Buenos días.
—¿Qué hora es?
—No tengo idea. —Río.
—¿Dormiste bien?
—Sí ¿por qué lo preguntas?
—Anoche…estabas rara luego de…
—¿Rara? —Le interrumpo. Bueno sí, no lo niego. Me había quedado aturdida por aquel sueño, imágenes o lo que sea que fue—No te preocupes, no tiene nada que ver con lo que pasó. Fue fantástico, créeme. —Le digo algo sonrojada.
—¿Tú crees? —Enarcó una ceja y escondí mi cabeza en su pecho—Hey, hey, no te escondas.
—Debemos levantarnos. —Murmuro.
Bueno, siempre me levantaba yo primera e iba a preparar el desayuno mientras él se preparaba. Pero ahora estaba desnuda y no me levantaría así con Justin mirándome. Sé que ya me ha visto anoche, pero sigue siendo extraño para mí.
Por esa razón se me quedó mirando extrañado.
—Date la vuelta. —Le ordeno y él frunce el ceño.
—¿Para qué?
—Vamos, Justin. Hazme caso.
—No me digas que tienes vergüenza.
—¿Lo harás o no?
Refunfuñando, se dio la vuelta en la cama. Salí de las sábanas rápidamente y busqué en los cajones algo de ropa.
—¡Y no te des la vuelta!
Él carcajeó mientras yo me ponía lo primero que encontraba. Cuando ya me había puesto una camiseta y un pantalón de chándal, salí de la habitación para ir al baño y luego preparar el desayuno.
Justin apareció en la cocina con menos cara de dormido y ya vestido, mientras yo preparaba café. Soltó una risa divertida y yo le fruncí el ceño al ver que me miraba. Se estaba burlando de mí.
—¿De qué te ríes?
—Te pusiste la camiseta al revés.
Me miré y era verdad. De lo apurada que me la puse para que él no me pudiera ver desnuda, me había puesto todo mal. Puse los ojos en blanco y seguí con lo mío.
Justin me dejó en el trabajo y luego se fue al suyo. Hoy no había mucha gente, así que podíamos hacer las cosas tranquilas y hablar.
—¿Y cómo van las cosas con Justin? —Me preguntó y yo sonreí inmediatamente. Amaba recordarlo y hablar de él.
—Bien, todo va maravilloso.
Recordé la noche que habíamos pasado y mis mejillas enrojecieron. Entonces también aparecieron esas imágenes en mi cabeza sobre mi padre recibiendo un disparo. Yo en el auto. Justin. Otro hombre desconocido.
No entendía nada.
Sentí un mareo y aturdida por todo eso. Me tomé del mostrador para no caerme y el dolor en la lastimadura de mi cabeza que me había hecho cuando caí del auto comenzó a inundarme.
—¿________?—me llamó asustada—¡___________!
Me tomó para que no me cayera y comenzó a decir un montón de cosas que hacían que mi cabeza doliera más. No mucho tiempo después dejó de dolerme y pude tranquilizarme. Más bien, Kim pudo tranquilizarse.
—¿Estás bien? —asentí—Joder, me has dado un susto.
—Sólo... recuerdos de esa noche del accidente vinieron a mi mente y mi cabeza comenzó a doler.
—¿Recuerdos? —Preguntó preocupada.
—Sí, he recordado muchas cosas.
—¿Cómo qué?
—Cuando caí del auto, cuando le dispararon a mi padre. También había un hombre que no puedo divisar su rostro, se ve como borroso…
—¿Pero nada más? ¿No recuerdas a los asaltantes?
—No—niego, intentando recordar—pero hay algo que no me cierra aquí.
—¿Qué cosa?
—No entiendo porque aparece Justin en mi mente.
—¡¿Justin?! —exclamó—Mmh… tal vez estás tan enamorada que no dejas de pensar en él.
Carcajeó con diversión y la miré extraña. ¿Qué rayos le sucedía?
—Tal vez. —Murmuré no muy segura.
No estaba convencida. Había algo aquí que no me cerraba muy bien, estaba entrando en dudas… Y estos pensamientos me estaban volviendo loca. Me dolía mucho la cabeza y quería dejar de pensar en aquella noche. Pero no podía, era imposible. El rostro de mi padre aparecía… y mientras esperaba a Justin afuera de la sala de bolos, unas lágrimas recorrieron mis mejillas.
Miré hacia un costado y vi como las personas caminaban normalmente por las calles. Entre ellas, pude divisar a uno en especial. Era el amigo de Justin, Ronnie, Robert… ¡Ryan!
Ryan me miró por unos segundos, sus ojos parecían lanzarme llamas, y podía sentir como me transmitía ¿odio? Bajé la cabeza incómoda y sequé mis lágrimas. Me sentía desolada, extraña, y atormentada. Tenía miedo, pero no sabía porque. El pánico me estaba consumiendo.
Joder, Justin ¡¿Dónde mierda estás y por qué no llegas?!
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In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}
FanfictionIN LOVE WITH THE WRONG BOY Prólogo: Pasión, mentiras, amor, engaños, sonrisas, lágrimas, problemas... Sólo hizo falta de una noche, un robo y un disparo, para que sus vidas cambiaran por completo. Ella nunca tuvo una vida fácil, y de un momento par...