Capítulo 17

2K 113 4
                                    

—Hace un rato me dijiste que no te gusta.

—Y lo sigo diciendo. —Afirmo—Cambiemos de tema, ¿Jared y tú serán novios?

Ella sonríe.

Luego de pasar la tarde en la casa de mi amiga, me volví a la mía. Estaba exhausta, había dormido tan solo un par de horas y tenía demasiado sueño. Una vez que llegué, me acosté aunque eran las ocho de la noche.

Al otro día antes de irme a trabajar tomo una ducha. Anoche había dormido muy bien y no había tenido horrorosas pesadillas. Una vez que llego a la sala de bolos, me dirijo al baño para cambiarme. Al entrar, me encuentro con la pelirroja.

—Hola. —Me saluda con una sonrisa, en cambio a mi me salió una mueca.

—Hola.

—¿Todo bien?

—Bien. —Afirmo sacando la ropa de mi bolso. Me quito la sudadera y me coloco la del trabajo, mientras Kim se está atando su cabello en una coleta. No tengo vergüenza de cambiarle la ropa delante de ella, ya que casi siempre lo hacemos cuando venimos a trabajar—¿La pasaste bien ayer?

—Sí, solo que el partido me aburrió—suspira— pero cuando estuve a solas con Justin, la pasé genial.

Oh, así que habían follado ya… Genial.

—Me alegro. —Sonrío falsamente hacia ella. Kim se muerde el labio y sonríe como una boba ¿acaso no se da cuenta de que estoy comportándome como una perra con ella? Ah cierto, está demasiado ocupada recordando lo que hizo anoche con Justin.

Una vez que termino de cambiarme, salgo del baño para trabajar. No he hablado casi nada con Kim, creo que ha notado que estoy media distante. Hoy Justin si decidió venir, pero no por mi, obviamente. Kim me había dicho que desde que yo trabajaba aquí, él venía más a seguido, y que era obvio que venía por mí. Ahora creo que se equivocó. No me habla mucho a mí, siempre está con Kim, aunque también es porque ella lo persigue y le dice que la acompañe de aquí y allá. Lo peor de todo, es que él ni siquiera se ha disculpado por decirme que iba a salir conmigo y lo hizo con Kim. ¡Ni una sola llamada hizo! 

Bien, tengo que aceptar que ellos son más que amigos y debo dejar de comportarme como una tonta celosa. Justin no siempre va a estar para mí, tengo que entenderlo. No sé ni por qué pienso estas cosas, quizá porque solo lo quiero para mí, pero eso es algo estúpido y egoísta. 

Kim se acerca con Justin detrás, y se pone a ordenar las bolas conmigo. 

—¿Quieren que las ayude? —Pregunta Justin, siempre tan atento.

—No, claro que no, este es nuestro trabajo. —Le dice la pelirroja con una sonrisa. La bola se cae de sus manos al suelo y ambos se agachan para tomarla. Observo la escena y los dos están allí abajo, sonriendo como los idiotas enamorados de las películas que yo tanto envidiaba. Está comenzando a molestarme que este par esté junto a mí. Con Jared y Debbie no me sucedía eso, pero con ellos era diferente. Con Justin era diferente.

—Son pesadas, debes tener cuidado. —Le dice él y le levanta la bola. Yo ruedo los ojos ¡Ni que se muriera si se quiebra una uña!

—Oh sí, muchas gracias. Yo no tengo tanta fuerza como tú para poder sostenerlas—mira sus brazos y le pasa su mano, apretando sus bíceps— por eso es que no juego bolos. —Se encoge de hombros.

¡Por Dios, hasta yo puedo levantar esta estúpida bola y jugar! 

No lo soporto más. Ni a Kim con sus estúpidos coqueteos, ni a Justin que le sigue el juego. A la mierda, me largo de aquí. 

Me alejo de ellos y comienzo a buscar algo que hacer. Me acerco a Paul y Maurice y decido ayudarlos a ordenar los zapatos. Miro de nuevo hacia la dirección donde estaba la feliz parejita y me arrepiento de hacerlo. Ahora no dejo de ver cada movimiento y fruncir el ceño.

—¿Todo en orden, ___________?—me pregunta Paul, el rubio. Me volteo y dejo la caja que tenía en mi mano a un lado.

—Sí ¿Por qué lo dices?

—Porque luces como si quisieras matar a alguien con la mirada. —Señala a Justin y Kim, y ríe. ¿En serio se me notaba tanto? 

—No, yo…yo—tartamudeo.

—¿Yo, yo? —Suelta una carcajada—¿Estás enamorada de Bieber y estás sufriendo porque se le ve muy acaramelado con Kim?

—¡No estoy enamorada! —Lanzo mis brazos al aire—¿Por qué todos dicen lo mismo? 

—Tal vez porque es cierto.

—No lo es, y ya debo seguir ordenando esto. —Tomo un par de zapatos y los meto en la caja que había dejado hace unos minutos atrás. No quería seguir esta conversación con Paul.

Una vez que termina mi turno, me dirijo al baño y me cambio. Salgo del edificio sin mirar a Justin, que se encontraba todavía allí dentro. Desencadeno mi bicicleta del poste de luz y me monto en ella, y alcanzo a pedalear solo un par de veces antes de que escuche a Justin gritar mi nombre. Miro hacia atrás y lo veo correr hacia mí. Niego con la cabeza y pongo los pies en el suelo, pero no me bajo de mi bicicleta.

—¡_________!—exclama y se para frente a mí—¿Por qué te estás yendo?

—No hace falta que me lleves.

—Pero si siempre lo hago.

—Lo sé, pero desde hoy será diferente. —Pongo mi trasero en el asiento y antes de que pueda pedalear, él se pone delante de mí agarra el manubrio para que no pueda irme. —Muévete.

—¿Por qué actúas así?

—Ya no quiero ser una molestia.

—________, no eres una molestia…

—¿Sabes qué? Mejor lleva a Kim a su casa, estoy segura que ella si aceptara. —Le digo enfadada e intento pedalear, pero él está sosteniendo muy fuerte mi bici.

—¿Por qué metes a Kim? Y no quiero llevarla a ella, sino a ti.

—Se suponía que ayer íbamos a pasar la tarde juntos ¿recuerdas? Pero invitaste a Kim al juego de hockey. Vaya amigo.

—_________, lo olvide…—murmura y frunce el ceño—joder, perdóname, yo-

—No tienes que decirme nada ahora, ya no. 

En un descuido suyo, muevo el manubrio y me largo de allí pedaleando rápidamente. Escucho que Justin me llama, pero lo ignoro. No me detendré, no miraré hacia atrás y no volveré.

In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora