In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}

Capítulo 24

—Lo siento por tratarte así. —Murmura y levanto la cabeza. Lo veo observando su plato vacío y muerdo mi labio inferior, alegrándome de que por fin dijera algo. No soportaba más este silencio.

—Sé que no debí mirar esas cosas tuyas, no te sientas culpable por como actuaste. 

—No importa la razón, no debí haberte arrastrado del brazo. Es que esto…es algo difícil para mí. 

—Te entiendo. —Digo apoyando mi mano sobre la suya, arriba de la mesa. Finalmente sube la cabeza y me mira. Noto en sus ojos el arrepentimiento y ¿tristeza quizá? 

Recuerdo que él me había dicho que sus padres estaban en Paris, pero no sabía nada más. ¿Por qué estarían allí? ¿Por qué no quería que vea esas fotos? ¿Quién es la niña?

Demasiadas preguntas y pocas respuestas. 

Tal vez sucedió algo grave y por eso no me lo quiere contar aún, y lo entiendo. A mí también me cuesta hablar sobre mi familia, y más sobre mi padre. Tan sólo quisiera que me dijera, y así yo podría ayudarlo con cualquier problema que tuviera. 

Más tarde hemos comenzado de nuevo a hablar con normalidad, como si nada hubiera sucedido. No tocamos más el tema, y creo que hasta ya lo hemos olvidado. Aunque la preocupación dentro de mí no se va. No me gusta la idea de que yo le cuente todos mis problemas y me ayude, pero no pueda hacer lo mismo por él. Tal vez algún día me diga más cosas, pero tendré que esperar.

Y la paciencia no va conmigo.

Cada vez que estaba con Justin perdía la noción del tiempo. No me importaba que las horas pasaran o que se hiciera muy tarde, disfrutaba cada momento junto a él. Me pareció raro que no me volviera a besar, y no es que me queje, al contrario. Deseo que lo vuelva a hacer.

No los culpo, la última vez prácticamente tuvimos sexo con ropa y luego lo eché de mi casa. Desde entonces, no me volvió a besar. Extrañaba tanto que lo hiciera, necesitaba sentir sus labios junto a los míos. Me encantaba que lo hiciera, aunque quizá no lo demuestre mucho.

A medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que ya no lo volvería a hacer, y que quizá esta vez debía ser yo la que diera el primer paso.

Joder ¿cómo iba a hacer eso justamente yo?

De seguro como soy tan torpe lo echaré todo a perder.

Toco la puerta de la casa de Debbie y a los segundos me abre. Me da un abrazo y nos dirigimos a su habitación. Quizá ella tenga más experiencia en el tema de los chicos.

—Necesito tu ayuda. —Digo mordiendo mis uñas.

—¿Para qué?

—No sé cómo…uh, dar el primer paso con Justin. —Digo toda la oración rápido como si alguien me estuviera apurando. Ella hace una cara de asombro, seguida de una sonrisa pícara.

—Oh, no me digas que te gusta. ¡Por fin lo has admitido! —Exclama con felicidad y lanza sus brazos al aire.

—¿Me ayudarás?

—Por supuesto—sonríe—¿Él te ha vuelto a besar o tocar desde el otro día?

Recuerdo a Justin frotándose contra mí y me da un escalofrío. 

—No, por eso esta vez quiero hacer algo yo.

—Puedes empezar con unos besos en el cuello, y luego una cosa llevará a otra…

—Sabes cómo soy, no sé si seré capaz.

—¡Tienes que animarte! Además, no será tan difícil, siempre están abrazados o demasiado cerca. Cualquier momento puede ser la oportunidad perfecta.