Capítulo 9

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POV  ____________:

Se sentía tan bien estar en casa de nuevo. No soportaba más estar en ese jodido hospital, encerrada, sin nada que hacer y estar todo el tiempo acostada. Ahora no me dolía tanto la cabeza, estaba muchísimo mejor, y ya podía volver a hacer mi rutina habitual. Kim me había ido a visitar en el segundo día en que me hospitalizaron, ya que le había pedido a Bobby un tiempo para poder salir del trabajo. Luego no pudo ir más, pero lo entiendo.

Una vez que se fue Justin de mi departamento, tomé una ducha caliente para relajarme. Estos días había conocido más al verdadero Justin, y era muy amigable. Me agradaba, y espero que yo le agrade a él.
Al otro día, después de almorzar salchichas, ya que no tengo más dinero hasta que me paguen, me preparo para ir a trabajar. Tomo mi bicicleta y me pongo a pedalear en una velocidad algo rápida para llegar a tiempo. Veinte minutos después, cuando ya estoy allí, veo a Kim bajándose de su motocicleta.

—Hola, Kim.—Me acerco a ella y me bajo de la bicicleta. La pelirroja se voltea y esboza una brillante sonrisa.
—¡________!—exclama y me abraza. Vaya, que rápido hemos tomado confianza—¿Cómo te encuentras?
—Mucho mejor—admito—¿Cómo han ido las cosas por aquí?
—Ya sabes, siempre igual.—Bufó—por suerte ahora volviste y tendré con quién charlar.

Reímos y entramos a la sala de bolos. Nos dirigimos hacia el baño para cambiarnos, pero alguien me toma del brazo, deteniéndome. Me volteo y me encuentro con Bobby.

—_________—dice mi nombre—volviste...
—Sí, ya estoy mejor, y no volverá a tener más problemas míos, lo prometo. Desde ahora cumpliré con todo y no meteré más la pata.
—No hace falta que hagas eso.
—¿Ah no?—Pregunto confundida. Él chasquea la lengua y me mira.
—Lo siento, pero ya no puedes seguir trabajando aquí.
—¡¿Qué?!—Pregunto alterada. ¡Esto no me podía estar pasando! Fue el único lugar en el que conseguí empleo, y ahora me despiden. No sé de dónde sacaré dinero para vivir.
—Vuelve a casa, todavía no estás preparada para trabajar. Necesito personal más maduro que se tome en serio este trabajo.

Kim está igual de sorprendida y triste como yo. Asiento y salgo corriendo de esa asquerosa sala de bolos. Siempre todo lo malo me tenía que pasar a mi ¿por qué no a las malas personas? Creo que Dios me odia.
Ahora me encuentro llorando como una estúpida, sentada en la orilla de la vereda. Soy una jodida perdedora. Una vez que me compongo, me subo a mi bicicleta y vuelvo a casa. Me siento tan mal que no tengo ganas de hacer nada, y me tiro en mi cama.

Cuatro horas después, me despierto por el sonido insoportable de mi teléfono. Lo busco en el bolsillo trasero de mi pantalón y contesto.

—¿Hola?—Pregunto adormilada. Mi voz suena algo rara, pues de tanto llorar se me ha llenado la nariz de mocos. 
—¿________, dónde estás?
—Me pregunta y puedo notar que está preocupado.
—En mi casa.
—¿No fuiste a trabajar hoy? Estoy afuera de la sala de bolos, vine a buscarte y como no salías nunca, te llamé.

Siempre tan atento, Justin.

—Justin—sollocé—me despidieron.

Él no dice nada y sólo se escuchan mis gemidos mientras lloro.

—¿Justin estás ahí?
—Llegaré en diez minutos, _________.—Colgó.

¿Iba a venir a mi departamento? Ahora mismo me veo horrible, tengo la cara hinchada de tanto llorar. Quizá lo espante y se vaya. Me levanto de la cama y voy hacia el baño, me lavo la cara y me arreglo un poco mi pelo. Diez minutos después, tocan la puerta y la voy a abrir. Un Justin serio con preocupación en su rostro, se acerca a mí y me abraza.

Eso necesitaba. Un abrazo.

Sabe lo mal que estoy y me comprende. Sollozo nuevamente en su pecho y me aprieta más contra él. Sus dedos se enredan en mi cabello y hunde su cabeza en mi cuello. Y no me quiero separar nunca.

—Dijo que no estaba preparada para trabajar, que necesitaba personal más maduro.
—Shhh.—Intentó calmarme, pero yo seguía llorando como la niña que soy.
—¿Por qué todo lo malo me pasa a mi?
—Cálmate, _________, por favor.

Un par de minutos después, cuando ya dejé de llorar, nos separamos.

—No sé qué haré ahora. No tengo dinero para vivir. 
—Ya verás que todo se arreglará.—Dijo seguro. ¿Cómo podía estar tan confiado?
—Detesto mi vida. Extraño mucho a mi padre, Justin, si él estuviera aquí de seguro yo no tendría todos estos problemas.

Me alegra que Justin no me diga más estúpidas palabras de aliento y que sólo me abrazara. Eso era lo único que necesitaba; estar en sus cálidos brazos. Esta horrorosa tarde, él se quedó junto a mi, haciéndome compañía. Fue tan lindo eso. Hasta hizo que me acostara en mi cama para que después, ambos tomamos un café caliente. Con el frío que estaba haciendo, eso nos ayudó a mantenernos cálidos.

{Justin}

Una vez que ________ se durmió, decidí irme. Era tan linda durmiendo, se veía relajada y tranquila. No puedo creer que la despidieran, ella no se merecía todo lo que le estaba pasando. Pero me encargaré de que recupere ese jodido empleo.

Al otro día, me levanto temprano, y antes de ir a trabajar al taller, voy a los bolos. Son las ocho de la mañana, y tal como lo pensé, Bobby estaba abriendo el local. Me pongo la misma máscara que me puse la noche del robo, y me acerco a él. No se percata de mi presencia, está concentrado en abrir las rejas con su llave, hasta que hago una tos falsa. Inmediatamente se da la vuelta, y me mira confundido. Sé que está asustado por mi apariencia, pues los ladrones siempre llevan máscaras como la mía, pero yo no vengo a robar.

—¿Necesitas...algo?
—Pronuncia las palabras tembloroso. Tiene miedo, y eso me hace las cosas más fáciles.
—Escúchame bien—digo con voz dura. Él me mira atento y asustado a la vez—¿Recuerdas a _________ Wells?—él asiente—Devuélvele el trabajo. 
—¿Qué?
—Que la llames y la contrates de nuevo, joder—dije exasperado y saco mi arma del bolsillo de mi pantalón. Creo que se ha orinado encima—si no lo haces te irá muy mal, amigo ¿entiendes?
—S-sí.
—Muy bien. Será mejor que me entere de buenas noticias—me doy la vuelta para irme, pero le digo algo más—Ah, y no quiero volver a escuchar que tratas mal a tus empleados.

Kim también me había contado que Bobby la trataba mal, a ella y a los demás.

—Mantén tu boca cerrada, ninguna palabra de esto a nadie, si sabes lo que te conviene.—Dicho eso, disparo en el suelo con mi arma, cerca de sus pies. Él da un ridículo salto y suelta un grito ahogado.

Camino rápidamente una cuadra y me subo a mi precioso Range Rover. Me quito la jodida máscara que no me dejaba ni respirar, y conduzco hacia el taller. Esto no ha sido muy difícil, Bobby es prácticamente un hablador y miedoso. Tenía merecido ese susto que le di, lo hice por haber tratado mal a __________. Fue tan gracioso ver el rostro de miedo de Bobby. 

Lo que hice hoy, nunca antes lo había hecho. Aunque sabía que el miedoso de Bobby no abriría la boca, era peligroso ir a amenazar a alguien. Nunca defendí a una chica como a ella, ni me preocupé demasiado porque esté bien, o asegurarme de que recupere su trabajo... Pero con _____________ era diferente, tenía que protegerla, sino ¿quién lo haría? Bien, se que apenas la conozco, pero como siempre digo, no puedo evitar sentirme culpable por todo lo que le pasa.

Y me estoy metiendo en un gran lío, porque ella me toma como su amigo, y me estoy encariñando con ella.

Luego del trabajo, vuelvo a mi departamento, y voy directo al baño, ignorando el desorden que hay en la sala. A veces, no tengo ni tiempo de limpiar, pero ordeno algunas cosas. Me doy una ducha, relajando todos mis músculos, y diez minutos después salgo envuelto en una toalla. Mi celular suena y lo tomo mientras me seco el cabello. Veo el nombre de _____________ en la pantalla y sonrío. Ojalá tenga buenas noticias.

—¿Hola?—Contesto con el teléfono en mi oreja.
—¡Justin!—exclamó. Genial, ya no estaba llorando, y por el tono de su voz adiviné que estaba feliz—¡Adivina qué!
—Uhm, no lo sé. Por lo feliz que suenas parece que sucedió algo bueno.
—¡Bobby me llamó en la mañana y dijo que me devolvía el trabajo!—Exclamó, y me puse verdaderamente contento.
—Eso es genial, te dije que después de lo malo viene algo bueno.
—Sí, tenías razón, pero hay algo que no me cierra.—Murmura.
—¿Qué?
—Es demasiado raro que Bobby me haya llamado, pidiéndome disculpas para que vuelva. Mejor dicho, me suplicó.
—No lo sé, cariño, mejor alégrate. Tal vez hay algo bueno en él después de todo.—Me encogí de hombros y me senté en mi cama. Todavía no me había cambiado, y algunas gotas se deslizaban por mi cuerpo.
—Dime que no tuviste nada que ver en esto.

¿Qué hacía? ¿Le mentía? No quería hacerlo, pero tampoco podía decirle que lo amenacé con un arma. Se asustaría.

—No lo hice.
—Recuerdo tus palabras, Justin. ''Si ese idiota te despide, te juro que se las verá conmigo''—Citó mis palabras. 
—Dije eso, pero no hice nada, ____________. Créeme.
—Esta bien—suspiró—te creeré.
—¿Quieres que pase por ti, mañana?—Le digo cambiando de tema.
—No quiero molestarte más...
—Joder, _____________ no me molesta, deja de pensar siempre en eso.—Me quejo—Es peligroso que vayas en esa bicicleta, además, tardas demasiado en llegar.
—Esta bien, señor protector.—Dice divertida y río con ella.
—Te veo mañana.
—Adiós.—Se despide, y cuelga. Suspiro y me acuesto en mi cama. Gracias a Dios no siguió haciéndome preguntas y se creyó que no tuve nada que ver en su trabajo.

"Pinchen la estrellita de arriba, se los agradecería :)"

In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora