Capítulo 34

1.9K 92 0
                                    

{PENÚLTIMO CAPÍTULO}

Diez minutos después veo el auto de Justin estacionarse frente a mí. En ese entonces yo me encontraba sentada en la orilla de la vereda, secando mis lágrimas. Él salió del coche y se dirigió hacia mí asustado al ver que no me levantaba.

—¿________?—Me llamó—¿Estás bien?

Se puso de cuclillas frente a mí y apartó el cabello de mi cara con su mano. Bajé la cabeza, no quería que me viera.

—Jesús, ¿por qué estás llorando? —dijo alarmado—__________, dime algo por favor.

Lo miré a los ojos unos cuántos segundos, yo lo conocía de antes…

Mi labio inferior tembló y segundos después, estaba llorando de nuevo. Seguidamente, él me estrechó en sus brazos. Envolví mis brazos en su cintura, aferrándome fuerte y escondiendo mi rostro en su cuello. 

Justin me esperó todo el tiempo que necesité hasta calmarme, acariciando mi espalda levemente. 

—¿Ya estás bien? —asentí sorbiendo mis mocos—¿Quieres que nos vayamos?

Luego de asentir nuevamente, nos montamos en su auto. Lo único bueno es que no me volvió a preguntar más sobre el tema. No quería hablar de ello, y ni siquiera yo lo tenía claro del todo. Fue un ataque de nervios que me agarró por tantas cosas que estaba pensando. Me siento agobiada, lo único que quiero ahora es acostarme, dormir y olvidarme de todo. Deseaba poder dejar de pensar, eso me hacía mal. 

—Iré a acostarme un rato. —Le dije distante, una vez que llegamos.

—¿Hm, quieres que vaya contigo?

La verdad en estos momentos quería estar sola.

—No…—dije torpemente—no lo sé, si tú quieres. Bueno, es tu habitación.

Lamiendo sus labios, Justin asintió.

—Iré a hacer unas compras, mientras tanto tú descansa. Luego vuelvo.

—Está bien. —Murmuré para luego darme la vuelta e irme rápidamente a la habitación. 

Me quité el abrigo y me tiré en la cama. Tal vez Justin se dio cuenta que no estaba muy contenta con la idea de que se acostara conmigo, y por eso decidió irse. De todos modos, agradezco eso, necesitaba estar sola.

Mi cabeza dolía y no podía dormirme. No dejaba de pensar en todo lo que me había pasado hoy, y esos sueños…

¿Sueños? ¿Eran sueños en verdad?

Necesitaba un psicólogo ya, me estaba volviendo loca.

Tomé mi teléfono y marqué torpemente con mis dedos unos números.

—¿Hola? —Contestó después de cuatro pitidos.

—Marcos…—Dije con voz entrecortada.

—¿______? ¿Estás bien?

—No, no sé qué me sucede.

—Hey, tranquila. Dime que pasa.

—Estoy…estoy tan confundida. —Comienzo a sollozar una vez más, intentando mantener la calma—Mi cabeza...

—¿Qué pasa con tu cabeza?

—Me duele. Y luego vienen esas imágenes.

—¿Imágenes? 

—Sí. —Susurro.

—¿Qué ves en esas imágenes?

—Mi padre, a…—tartamudeo.

—¿A quién más?

—A Justin.

Un silencio que me pone incómoda y ansiosa se produce. 

—¿Qué más ves ahí?

—Esa noche.

—_______—comienza a decir—con todas estas sospechas, creo que está bastante claro. Tú finalmente pudiste recordar…

—¿Recordar? —Le corto. 

Justo en ese momento, escucho la puerta principal abrirse y seco mis lágrimas rápidamente. Cuelgo la llamada sin siquiera decir adiós y tiro el teléfono lejos. Justin aparece segundos después en la puerta y me sonríe tímidamente.

—Cariño—pronuncia acercándose—¿te sientes mejor?

—Sí. —Murmuro intentando actuar normal. Se sienta en la orilla de la cama y toma mi mano, acariciándola levemente con su pulgar.

—Lamento el retraso hoy, un cliente llegó a último momento y tuve que terminar el trabajo.

—No hay problema.

Se acerca a mi rostro y apoya su otra mano en mi mejilla. Estampa sus labios con los míos en un dulce beso, pero me quedo quieta. No muevo mis labios, en cambio él intenta profundizar el beso. Ni siquiera he cerrado los ojos. Lo único que quiero ahora es que se aleje.

Poco tiempo después, lo hace. Sé que está confundido porque estoy actuando raro, pero no dice nada y se aleja, dejándome sola en su cuarto. 

Me acuesto nuevamente en la cama, tapándome hasta la cabeza con las frazadas. Esta vez me quedo dormida, sin querer recordar ni asumir lo que me había dicho el detective Jones. 

{. . .}

Me despierto debido a que alguien me estaba moviendo. Gruño y me escondo más entre las sábanas. Escucho una risa, es la de Justin.

—_________, despierta.

—No quiero. —Murmuro sin abrir los ojos aún.

—Se te hará tarde para ir al trabajo.

¿Trabajar? Al parecer me había quedado dormida hasta el otro día. Vaya, sí que estaba cansada.

—No pienso ir—dije decidida—diré que estoy enferma. 

—¿Segura?

—Sí. No me siento bien para ir.

—Está bien. Yo debo irme, te dejé el desayuno en la cocina.

Contesto un minúsculo ‘’gracias’’, dispuesta a seguir durmiendo. Segundos después, escuché sus pasos alejarse. Quizá él esperaba que me diera la vuelta y lo saludara. Lo lamento mucho, pero no podía. No me sentía realmente bien y por alguna razón estaba distante. 

Eso que me había dicho Marcos me había dejado pensando.

Si todo eso eran recuerdos ¿por qué Justin estaba ahí? ¿Qué tenía que ver él en todo eso? Era imposible. Él simplemente no podía tener algo que ver.

Pero no servía que siguiera negándome, debía dejar de ser ciega. Eso era lo que fui todo ese tiempo. Estuve cegada, no quería ver lo que las cosas era en realidad. ¿Cómo nunca me había dado cuenta? Fui tan estúpida.

Siempre que pensaba que ya lo había visto en alguna otra parte me trataba de loca, pero ahora me di cuenta que no lo era. Que sí lo había conocido antes. Todo era tan simple y no me pude dar cuenta antes. Sus ojos siempre me resultaban conocidos, siempre aparecían en mi mente. 

El dolor que comencé a sentir por dentro era inexplicable. Lágrimas cayeron de mis ojos como cataratas, inundando mi rostro. Cuando me di cuenta, ya estaba levantada y tirando todo lo que se ponía en mi paso. 

¿Cómo no pudo decirme nada? ¿Por qué me lo ocultó? Estaba tan furiosa, dolida y decepcionada. El chico al que amaba me había ocultado algo muy importante. Eso era lo peor, que lo amaba, y él me había mentido. Me sentía traicionada.

Estaba enamorada del hombre que mató a mi padre. Mi novio era un asesino.

In Love With The Wrong Boy {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora