Alex soltó la carcajada.
Rió hasta que le dolió el estómago, los ojos le lagrimeaban.
Jesús bufó por todo comentario y se cruzó de brazos.
La enfermería era un sitio agradable y tibio, de todos modos no le gustaba al castaño, sentía que en cualquier momento volvería a entrar con Daryl sangrando, medio muerto, probablemente con un disparo en el pecho o quizá con una mordida en el costado.
-Mierda santa, eres papá -jadeó Alex.
-No lo soy -corrigió Paul, en algún lugar no muy lejano sonó el estruendo del cielo anunciando una nueva nevada-; este bebé es de Daryl, no mío.
Alex intentó tranquilizarse, pero, aunque dejó de reír, la sonrisa quedó clavada en su boca. Paul lo ignoraba lo mejor que podía, sus pensamientos concentrados a medias en esa tormenta que se escuchaba y la preocupación de que su marido y el grupo no habían regresado todavía, eran casi las seis de la tarde y el grupo que lideraba ese día Daryl para ir a revisarlas trampas de caza que había dejado Clutterbuck no había regresado y si no volvían pronto los atraparía la tormenta. Maggie sabía en dónde estaban las trampas, pero sin el viejo cazador, no tenía idea de cómo funcionaban y no iba a arriesgar a su gente por un par de liebres, quizá, pero Dixon sabía de eso y cuando Dante se ofreció con sus caballeros a ir a revisar las trampas, Maggie le pidió al cazador alejandrino que los acompañara. Así que Daryl partió temprano en la mañana.
-¿Sabes? La primera vez que te vi atravesar esa puerta y viniste a mí para que te curara me dije "somos almas gemelas" -masculló el enfermero-, homosexuales, en los treinta, sin querer hijos, no interesados en matrimonio, lo único que nos tenía jalando la cuerda era que yo quería que te quedaras conmigo, en mi casa o en la tuya, pero dijiste que no servías para eso. -Miró por una ventana hacia el cielo de la tarde y sus ojos brillaron azul, divertidos apenas menos que nostálgicos-. Ahora sé que lo nuestro no funcionó porque eres un mentiroso y cobarde; o simplemente no me amabas...
El castaño explorador no respondió, culpable, había amado a Alex, todavía lo consideraba uno de sus amores de la vida, lo había amado como amó a cada uno de sus novios anteriores, quizá el problema era que Daryl había llegado a sacudirlo con un puñetazo en la cara (literal) y le había hecho darse cuenta de que el amor de su vida no era comparable con "su vida misma" y el arquero era "su vida." Miró hacia el tapete entre las camillas y observó a Hunter sentado entre almohadas tomando del biberón vacío, más dormido que despierto, pero sabía que no se iba a dormir, de hecho, despertaría por completo en cualquier momento, con suerte estaría despierto para cuando su padre volviera.
Dixon había planeado llevarse consigo a su hijo durante la mañana, cuando Rovia despertó lo vio abrigando al bebé para ponerlo en la cangurera que se ponía sobre el pecho para llevar la ballesta a la espalda: Jesús se levantó de un salto y se lo arrebató de los brazos diciéndole que estaba demente si pretendía llevarse afuera al niño con ese frío, Hilltop tenía un sistema de guardería para casos como esos.
No se lo estaba llevando, dijo Jesús. Pero Daryl ya tenía que irse o amanecería, así que Paul se quedó con el niño para llevarlo a la guardería en la mansión una vez que las mujeres comenzaran a recibir a los niños de Hilltop. Lo que ahora mismo Rovia no recordaba era por qué diablos no hizo eso y qué diantres le hizo creer que sería mejor llevarlo con Alex y quedarse allí el día entero en compañía del enfermero.
-...Porque, mírate ahora -siguió Alex-, te enamoraste de Daryl y antes de darme cuenta ya estaban viviendo juntos, lo perseguiste hasta Alexandria, te mudaste y te quedaste, no unos meses, ni siquiera un año, cuatro, Jesús, van a cumplir cinco el próximo verano.
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Dioses del Edén III
Fanfiction#FelizFamiliaDisfuncional La tercera parte de esta saga; es completamente imaginación mía con la inspiración apropiada del cómic intentando no sacar del contexto nada, más parecido a cuando el ánime alcanza el manga y hay que inventarse algo mientr...