4. DIOS ESTÁ MUERTO

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Daryl Dixon no era un desconocido en Hilltop y pronto descubrió que hablaba con más gente de la que podría haber creído.

Con la partida de Clutterbuck el pueblo se quedó sin cazador, por lo que la presencia de Daryl fue un alivio para la comunidad, especialmente porque era un hombre que no se negaba a salir a cazar y que, de hecho, encontró en la cacería un modo para distraerse y no resentir tanto la ausencia de Jesús, aunque, de hecho, incluso en la cacería lo echaba de menos porque solía acompañarlo aunque fuera sólo una presencia silenciosa a su lado y a veces pedía intentar un par de tiros que podían o no dar en el blanco. No llevaba mucho en Hilltop, ni siquiera una semana, cuando volviendo de un día de revisar las trampillas en compañía de Dante, al ir a la enfermería para recoger a Hunter, encontró a Alex discutiendo con Wes, el cual estaba reclamándole al enfermero que todavía seguía interesado en el antiguo explorador y por eso apoyaba a Alejandría cuando su lealtad debía estar con Maggie; Alexis, inmutable, le dijo que Rovia era su amigo, nada más, y aquél reclamo sería el último que le iba a tolerar, y lo mandó al diablo ;Wes fue a quejarse y lo cogió por la bata con más violencia de la necesaria, seguramente, o a Daryl se lo pareció, como cuando su padre iba a golpear a Merle.

Una flecha pasó rozándole la mejilla haciéndole una cortada fina. Wes dio un alarido y volviéndose le dijo al moreno que no debía ir por allí apuntando a la gente con su ballesta: -No te apunté, si te apunto te doy en la cabeza -dijo Daryl colocando la siguiente flecha.

-Oh, comprendo -dijo de pronto Wes soltando a Alex y alejándose un par de pasos-. No es Paul, ¿eh, Alex?, así que tu nuevo novio es Daryl.

-Sí, fíjate, incluso estoy cuidando a Hunter para ver si lo convenzo de preferirme por encima de Jesús -bufó el enfermero sacudiendo la cabeza.

-No creí que fueras capaz de hacerle eso a Paul -escupió Wes, se dio la vuelta y se largó.

Alex se volvió hacia Daryl rodando los ojos con aire dramático y le regaló una breve sonrisa seguido de un "¡Mi héroe! Gracias."

El arquero alejandrino sólo se encogió de hombros.

Así que sí supieron en dónde nació el rumor de que el alejandrino había terminado su relación con Jesús por un amorío con Alexis, lo que los llevó a separarse y al pelinegro quedarse en Hilltop: a Maggie el rumor le pareció hilarante, Enid incluso echó leña al fuego contando cosas demasiado imaginativas para sonar reales, a Alex le preocupó más bien poco lo que se decía porque en lo que a él concernía sólo estaba con el alejandrino para ayudarlo a cuidar del bebé mientras éste ayudaba a Hilltop y porque era el marido de Paul.

A Daryl tampoco le preocupó desmentirlo porque estaba acostumbrado a los chismes que iban entorno a su nombre desde que era niño y su costumbre dictaba ignorarlos en lugar de encararlos y acabar de puños con los demás; en todo caso, lo cierto fue que en los días siguientes se acercó mucho al enfermero, en parte porque lo ayudaba cuidando al niño y en parte para cuidarlo sabiendo que era una persona muy querida para su esposo, así que no fue cosa poco común que se le viera, cuando no trabajando en los establos o regresando de alguna cacería o cortando leña, sentado con Maggie en la sala con sus respectivos hijos jugando al calor de la chimenea, o sentado en los escalones de la enfermería con el enfermero que era tan platicador como Jesús y tan risueño como el mismo.

La diferencia vital entre Alex y Paul era que el primero tenía un carácter ameno y amable, y el segundo era enérgico y agradable, pero los dos eran de armas tomar y si nadie dijo nada del rumor en voz alta sin duda alguna fue porque no querían tener problemas con el hombre que terminaría curándolos cuando lo necesitaran, así que, si no por el cariño que le guardaban a Paul, por el respeto a Alex nadie se metió con Daryl Dixon y lo aceptaron con la naturalidad apropiada, y nadie dijo nada cuando vieron a Alex arrojar las cosas de Wes a la calle para que éste se mudara al remolque donde Maggie acomodó a Dante, y un par de días después recibió al moreno con su maleta y su bebé. Si alguien hubiera entrado a su casa detrás de la enfermería habría sabido que Dixon se estaba quedando en una cama de colchón de aire y que suhijo tuvo una cuna que separó su cama de la de Alex, el cual fue tan amable (y acostumbrado a las desveladas y a los niños pequeños tras ser enfermero pediátrico por nueve años en el The Wise Hospital) que turnó con el moreno las horas de despertarse y no se mostró de mal humor cuando Hunter entró en la etapa de llorar y llorar ahora que le comenzaron a salir los dientes.

Dioses del Edén IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora