-que rostro tan precioso, suave como la seda. – comento la mujer de apariencia amenazante mientras paseaba el filo de su navaja por mi mejilla, jadee de terror y cerré los ojos con fuerza a la espera de que la mujer usara su arma corto pulsante en mi rostro y generara otra herida, como las que llevaba generando en los últimos cuatro días.
Luego de haber sido arrastrada hasta aquella camioneta y haber perdido el sentido allí dentro, había despertado en un pequeño cuarto sumido en la oscuridad, en una esquina de este había un pequeño inodoro, el lugar olía a humedad, el suelo estaba terroso y sucio y aparte del foco que se encendía cada que el par de personas entraba yo solo lograba percibir un atisbo de luz que se colaba por el pequeño espacio que había entre la puerta y el suelo, unas cuerdas de material tosco rodeaban mis muñecas y tobillos estos eran tan ásperos que causaban heridas sobre la piel que sujetaban y ardían todo el tiempo, al igual que la mordaza que impedía que yo gritara por auxilio, llevaba cuatro días allí, lo sabía porque habían acontecimientos que sucedían una sola vez al día, aquella pareja de criminales irrumpían en la habitación cada mañana, para alimentarme una sola vez y luego la mujer me golpeaba hasta que el hombre que la acompañaba le indicaba que se detuviera, no tenia idea de cuales eran sus nombres, pues ellos no los usaban mientras se encontraban conmigo en la habitación.
-¿sabes cuánto odio a las niñas de cara bonita? – indico de nuevo mientras aun sentía el frio filo de la navaja viajar por mi mejilla derecha, lagrimas rodaron por mi rostro y abri los ojos para mirar con suplica al hombre que nos miraba recostado contra la pared, era un hombre barbado de mediana edad e igual de imponente y mala caroso que su compañera, pero el nunca me golpeaba, él estaba allí para que la mujer no se pasara y me matara, por esta razón y sin palabras, cada que sentía que no podía soportar un golpe mas lo miraba con suplica para que la detuviera.
-es suficiente, ya déjala. – indico con su voz de orden. – además el chico dijo que no quería heridas con consecuencias graves y mucho menos en su rostro, no sé de dónde salió ese muchacho, pero no me inspira confianza. Lo mejor será que sigamos sus ordenes al pie de la letra. – la mujer, la cual se encontraba arrodillada junto a mi sobre el mugriento suelo, la cual había enterrado sus dedos en mis mejillas y había acercado su rostro tanto a mí que podía sentir su respiración y el aliento que me indicaba, había fumado antes de entrar en el lugar, golpeaba contra mi cara, ella dejo de mirarme con una expresión burlona para mirar a su compañero.
-¿Qué crees que la chica haya hecho para que ese muñeco nos hubiera contratado? – pregunto soltando mis mejillas y girándose para caminar hacia su compañero, yo me hice un ovillo sobre el suelo mientras cerraba los ojos con fuerza al sentir los distintos puntos de dolor que se regaban por todo mi cuerpo.
-no sé, pero no quiero tener problemas con ese chico, ahora sal. – indico él y el sonido de la puerta siendo destrancada se escuchó.
-¿crees que sean pareja y esa perra lo haya enga... - la puerta se cerró con fuerza y mi cuerpo empezó a temblar a causa del frío y el llanto que no podía controlar mas, no lograba comprender porque estaba sucediendo esto y el dolor que viajaba por mi cuerpo, alojándose en este como si fuera su hogar era tal que cada que liberaban mi boca para que pudiera comer yo suplicaba que me matarán para acabar con el sufrimiento, pero según ellos, las ordenes eran otras, mi cuerpo estaba entumecido y adolorido, por la posición que debía mantener a causa de los amarres en muñecas y tobillos, además de maltrato físico y todos los insultos que la mujer solía hacer para referirse a mí, ya me sentía incapaz de soportar más, sentía que abandonada mi magullado cuerpo con cada nuevo golpe que recibía, claro que para este momento, morir me parecía la mejor opción.
QUIL'S POV
El control remoto voló en pedazos luego de haber impactado contra la pared de madera, la señal de televisión estaba fallando y tal cosa me estaba irritando, suspire profundo y camine hasta la cocina para beber un poco de agua, recorrí el lugar con la mirada, el único sonido que se escuchaba en la casa era el sonido intermitente del T.V y el tick tock del reloj que había en la cocina, odiaba mis días de descanso, odiaba permanecer en la soledad de mi casa, pero volver a casa de mi madre tampoco era una buena opción pues la mirada de lastima que me dedicaba me molestaba, habían pasado dos meses desde la aparición de la ultima impronta y yo empezaba a pensar que tal vez la imprimación es exactamente como el amor verdadero, algunos tienen la suerte de encontrarlo y otros simplemente no.
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The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'
FanfictionNicollette Ostrom llega hasta Volterra tras la pista de su madre, la cual desaparecio tres años atrás; por cosas del destino termina frente a Aro, el cual le perdona la vida gracias a su don, el cual ella no tenía idea de que poseía, Aro planea util...