QUIL'S POV
-sabia que el olor a perro que rodeaba el edificio no era normal. – menciono Alec con sorna al momento que aparecía frente a nosotros en la oscuridad del alargado callejón, tanto la manda como la familia Cullen estábamos formando una línea defensiva frente a él, mi labios se encogieron instintivamente como si quisiera soltarle un gruñido y me maldecí por no estar en mi forma de lobo para poder hacerlo pedazos allí mismo, pero aquello resultaba imposible de hacer en un callejón en la mitad de Seattle, el vampiro paseo su mirada sobre todos nosotros frente a él, pero nadie menciono palabra alguna. - ¿es esto una emboscada? – pregunto elevando levemente las comisuras de sus labios en dirección a Carlisle y Sam que estaban de pie juntos un paso más allá del grupo.
-claro que no, Alec. – le respondió Carlisle con su habitual y amable tono de voz. – si se tratara de eso, no me habría molestado en llamarte. – menciono elevando su teléfono móvil y haciendo un juguetón movimiento de la mano que sostenía este, haciendo referencia al aparato desde el cual lo había llamado.
-bien, Carlisle. – dijo el estúpido Vulturi, juntando las yemas de sus dedos frente a su pecho, se veía elegante y calmado lo cual solo me causaba mas desprecio al verlo. – deberíamos ahorrarnos las formalidades. – dijo sonriendo, como si todo aquello fuera divertido. – los únicos que conocen el número del teléfono al que llamaste son Aro y Nicollette. – dijo totalmente calmado, mientras que para mí. Que el nombre de mi impronta saliera de su asquerosos labios estaba logrando que un temblor se extendiera por todo mi cuerpo, una gélida mano se poso en mi hombro y me gire para encontrarme con los ojos de Edward que me dedicaban una expresión de advertencia. Suspire sonoramente en un afán de tranquilizarme, yo había prometido infinidad de cosas con tal de estar presente en esta reunión, entre esas, evidentemente, estaba el no matar a aquel asqueroso idiota. – asumo que la chica termino abriendo la boca.
-tienes razon, Alec. – comento Carlisle con toda la tranquilidad del mundo y una sonrisa se dibujo de nuevo sobre los labios de Alec.
-es una lástima. – dijo repentinamente cambiando su expresión por una de tristeza. – pero... sabes que la chica es asunto de la familia Vulturi ¿no es así? – mi sangre comenzó a hervir con aquellas palabras.
-ponle una mano encima y te juro que te la arranco. – escupí entre dientes, sentí como dos pares de brazos me rodeaban.
-Quil, tranquilízate. No es conveniente que hagas esto. – murmuro mi alfa en mi oído, su voz era autoritaria y me giré para percatarme de que segundos antes había atravesado el espacio entre él y Carlisle solo para pararme amenazadoramente frente a Alec, volví mi mirada al frente en donde mí oponente me dedicaba una expresión confusa, al cruzar su mirada con la mía, su rostro se volvió inexpresivo.
-¿de qué se trata esto? – dijo al cabo de uno segundos.
-la chica no regresara con ustedes. – contesto Sam con seguridad. – hace parte de nuestra familia ahora, no permitiremos que vuelva a ser lastimada. – Alec frunció el ceño en dirección a Sam, su expresión cambio por una de burla en cuestión de segundos y dejo de ver a mi alfa para poner esos asquerosos ojos rojos sobre mí.
-¿acaso? – pregunto y se interrumpió para soltar una cansina y ronca carcajada. - ¿te imprimaste de una espía? – me pregunto con burla, abrí mi boca para discutir contra aquello.
-ella no es una espía, es una chica inocente que cayó en sus manos y ustedes la aterrorizaron. – dijo Esme evitando que yo hablara. El vampiro de anticuada apariencia dejo de mirarme para mirar a Esme con una fingida expresión de sorpresa.
-¡oh! Querida Esme, intimidar gente no es nuestro estilo.
-si, claro. – menciono Bella, mofándose de aquello, logrando que Alec le dedicara una fingida expresión herida.
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The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'
FanficNicollette Ostrom llega hasta Volterra tras la pista de su madre, la cual desaparecio tres años atrás; por cosas del destino termina frente a Aro, el cual le perdona la vida gracias a su don, el cual ella no tenía idea de que poseía, Aro planea util...