Nicollette Ostrom llega hasta Volterra tras la pista de su madre, la cual desaparecio tres años atrás; por cosas del destino termina frente a Aro, el cual le perdona la vida gracias a su don, el cual ella no tenía idea de que poseía, Aro planea util...
ADVERTENCIA: este capítulo posee descripciones de escenas sexuales, léase bajo su responsabilidad. ~~~
Quil ingreso por la puerta de su casa, dedicándome una mirada de confusión mientras yo me dedicaba servir un par de copas de vino con toda la naturalidad del mundo, lo vi meditar sobre el asunto un par de segundos, aun de pie bajo el umbral de la puerta para luego echar a andar en mi dirección parándose frente a mi e inclinándose para dejar un casto beso sobre mis labios, sin previo aviso. Sonreí de manera tonta cuando el chico se apartó para mirarme.
-creí que no te vería mas hoy, creí... que regresarías cansada de Seattle. – menciono acunando mi rostro entre sus manos mientras yo negaba levemente.
-no quiero perder el tiempo a tu lado. – dije y Quil me dedico una sonrisa. – cocine para ti, empezaba a temer que tuvieras turno hasta tarde en la noche. – le mencione mientras señalaba la mesa con los contenedores de lasaña que había preparado, Quil se mostro interesado al notar la comida y procedió a sentarse en una silla, acomodándome sobre su regazo, sin importarle que en la mesa habían más sillas que yo pudiera ocupar, pero ciertamente aquello era algo que a mi tampoco me importaba, pues el regazo de Quil y el contacto con su caluroso cuerpo era sin duda el mejor sitio en el mundo.
-¿te matriculaste? – pregunto al momento que se llevaba una cucharada a la boca.
-estamos técnicamente a mitad de semestre y aun no es fecha de inscripciones. – explique. – así que debo esperar la fecha para hacerlo. – dije comiendo de mi plato, temerosa de que Quil terminara pronto con el suyo y se dedicara a acabar con el mío.
-entonces ¿Qué hicieron toda la tarde?
-almorzamos, luego caminamos por el centro comercial y terminamos dentro de una tienda para bebes por Emily, en esas tiendas todo es muy lindo dan ganas de comprar todo, aunque no lo necesites. Emily se veía muy emocionada con la pequeña ropa entre sus manos, va a ser un niño ¿lo sabias? – pregunte de forma distraída.
-lo sé. – contesto Quil. – Sam no hace más que hablar de eso. – menciono soltando una carcajada a la cual me uní.
-por su lado Louisa no hace más que decir que ese bebe tiene suerte de no ser niña, según ella, Sam es muy sobreprotector.
-eso es cierto. – dijo animadamente. – pero eso no quiere decir que en el futuro no vayan a tener una niña.
-eso también es cierto. – dije parándome de su regazo para tomar los platos ahora vacíos y llevarlos hasta el lavaplatos, al girarme para regresar a la mesa me percate de que Quil también se había puesto en pie, ahora estaba junto al equipo de sonido tratando tal vez de poner algo de música, la suave melodía que pertenecía a la canción thinking out loud de Ed Sheeran, inundo el lugar y Quil con una expresión apenada camino hasta donde me encontraba para ofrecerme la mano, la tome de manera tímida y pronto su mano libre se cerró en mi cintura, nuestros cuerpos se juntaron y comenzamos a dar vueltas con movimientos de pasos cortos y suaves al ritmo de la delicada música, pose mi cabeza delicadamente sobre su pecho en donde pude escuchar los latidos de su corazón, me encontraba en un cuento de hadas y este no era mi final feliz, este era solo nuestro comienzo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
