The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'

CAPITULO 10

QUIL'S POV

En alguna ocasión califique de enfermiza la manía que mis hermanos tenían por ver a sus improntas incluso mientras estas dormían, al recordar aquello me sentía tonto y víctima de mis propias criticas, pues incluso todas las noches que pase en aquella habitación de la casa Cullen velando por la seguridad de Nicky parecían no haber sido suficientes para mí, pues me resultaba un millón de veces mejor ver a mi preciosa impronta dormir que irme a descansar a la soledad de mi casa.

Aun así, mi corazón saltaba pero también dolía cada que la veía; Nicky había dejado de verse demacrada y las marcas que los amarres habían dejado en sus muñecas y tobillos empezaba a desaparecer, había ganado peso y ahora sus mejillas era un poco más abultadas; Nicky indudablemente era preciosa y bajo el azul que reflejaba la luna lo era aún más; pero su rostro nunca se veía tranquilo incluso mientras dormía una expresión preocupaba se reflejaba en este, cada que lograba que su hermosa sonrisa apareciera desaparecía al instante como si acaso se sintiera incapaz de ser feliz, no lograr hacerla sentir segura y amada era algo que me atormentaba.

NICOLLETTE'S POV

La oscuridad me rodeaba mientras la sensación de estar cayendo por un interminable abismo me hacia sentir mareada, cerré los ojos con fuerza a la espera del inminente golpe contra el despiadado suelo, sonidos de chillidos y suplicas llegaron hasta mis oídos y abri los ojos al escuchar tales tonos de voces tan familiares para mí, la escena frente a mi me entregaba una sensación de deja vu, me encontraba viendo desde un balcón a los vulturis reunidos en el gran salón, escena que se semejaba a la despedida que Aro me brindo el día que salí del castillo, lo vi mirarme con su tan aterradora sonrisa macabra, dijo algo que resulto inaudible para mi pues extrañamente un pitido ensordecedor era todo lo que ahora escuchaba; vi la puerta de un costado abrirse como aquella vez, pero esta vez, las personas que ingresaron al recinto a través de esta eran muy conocidos para mí, toda la familia Quileute entraba a empujones en el lugar, lo que vino después desato una ola de quejidos, chillidos y gritos de auxilio que despejaron el extraño sonido que escuchaba, ahora mi cabeza se llenaba del dolor de las improntas siendo torturadas frente a la manada; rebusque con mi mirada a Quil entre los chicos, descubrí que sus oscuros ojos estaban clavados en mí, su mirada reflejaba dolor, frustración y sobre todo decepción. No soporte mas tal escena mi visión se volvió borrosa a causa de las lágrimas que se amontonaban en mis ojos, lleve mis manos hasta mis orejas con a esperanza de así dejar de escuchar los quejidos << ¡NO MAS! ¡NO MAS! DEJALOS IR>> fue lo que grite repetidas veces, pero nadie me escucho, nadie se detuvo y sobre todo... la escena frente a mi comenzaba a ser una masacre peor con cada segundo.

QUIL'S POV

Los delicados y pequeños labios de Nicky dejaron salir algunos murmullos que resultaban ininteligibles para mí, pronto estos se vieron acompañados por quejidos y chillidos como si acaso algo le estuviera doliendo; me acerque al borde de la cama cuando note que también empezaba a revolcarse sobre esta como si quisiera escapar de algo. Sabia que no tenía una explicación para el hecho de que me encontraba a la una de la mañana, invadiendo su privacidad solo para verla dormir; pero eso no me importo, quería ayudarla a escapar de la pesadilla que estaba causando tales reacciones en ella.

-¡Nicky! – exclame colocando mis manos sobre sus hombros, ella solo se revolvía mas entre mis manos y me percate de que inclusive ya había comenzado a sudar. – ¡Nicky! – exclame de nuevo con suplica y la zarandee con todo el cuidado de no lastimarla, mi impronta abrió de golpe sus bellos y cautivadores ojos, se veía aterrada y para mi sorpresa no parecía sorprendida ni asustada de verme allí en medio de la noche, en lugar de interrogarme o acusarme, Nicky extendió sus delgados brazos y se apresuro a rodear mi cintura con estos, pego su rostro a mi estómago y comenzó a llorar de forma desconsolada, me aparte unos cuantos centímetros de ella y me acomodo a su lado sobre la cama, Nicky se abalanzo sobre mi hundiendo su rostro en mi cuello y me permití abrazarla fuertemente contra mi cuerpo despareciendo así el espacio entre nosotros.