CAPITULO 19

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QUIL'S POV

Los preciosos ojos de Nicky por fin se habían cerrado, su pecho se movía de forma suave gracias a la mesurada respiración que me indicaba se había quedado dormida. La mire dormir con un sentimiento de culpa y dolor que no lograba desaparecer de mí, había seguido a su madre por el bosque haciendo mi mayor esfuerzo para alcanzarla, Dios, juro que nunca había deseado con más fuerza destrozar a un asqueroso chupasangres y así habría sido. si la manada y la familia Cullen no hubiera corrido detrás de mi para detenerme, porque según Carlisle, la voz de la razon, matar a una Vulturi solo lograría que el problema del que nos habíamos librado renaciera.

Pero Carlisle tenía razon, no solo tal vez, porque sus técnicas de negociación habrían sido en vano si yo hubiera logrado desgarrar el cuerpo de la madre de Nicky si no también porque al regresar del bosque para correr directo a ella para consolarla pues mi impronta se veía destrozada, ella solo había hablado para cerciorarse de algo ­-¿la dañaste? – había preguntado con su quebrada, temblorosa y débil voz. Su expresión advertía terror y entonces estuve seguro de que ella no habría estado de acuerdo con lastimarla, por mucho que ahora la odiara o despreciara, yo lo sabía Porque así era Nicky, puede equivocarse, pero su deseo nunca es dañar a nadie, pero eso no había hecho que la tormenta se apaciguara. en su lugar había llegado tan torrencial como yo lo había previsto; el llanto de Nicollette no había cesado y con este el dolor en mi corazón por verla en aquel estado, pero la duda mas grande que me inundaba mientras pensaba con desprecio en su madre era ¿si vivió tantos años con Nicky como no desarrollo nunca siquiera cierto grado de aprecio? Pues yo estaba seguro de que si Nicky no fuera mi impronta de igual modo yo habría logrado apreciarla, porque su ser es sensible, amable y noble. ¿Cómo esa mujer nunca desarrollo un sentimiento por ella? Definitivamente fue una persona insensible aun en su época de humana, era despreciable.

El movimiento delicado de Nicollette a mi lado me saco de mis pensamientos, me gire para detallar su rostro, esta aun se encontraba dormida pero una pequeña lagrima se había desbordado de su ojo derecho, me aterraba la idea de que tal vez ella ni siquiera estaba teniendo un sueño tranquilo y que la tristeza aun hacia de las suyas y yo no tenia idea de como ayudarla, no poder ayudarla me dolía. Debía pensar en la manera de animarla.

NICOLLETTE'S POV

-¡rayos! – escuche que Quil exclamaba a lo lejos mientras aun me envolvía entre el edredón de su cama. - ¿Por qué te riegas puta leche? Te deje un puto segundo sola. – dijo esta vez y no pude evitar sonreír ante aquello, abrí mis ojos para vislumbrar como las pertenencias de Quil me rodeaban, me senté sobre la cama para desperezarme y entonces la realidad me golpeo como un baldado de agua fría en la cara, recordé la reunión con mi madre el día anterior y recordé haber llorado amargamente durante largo tiempo la noche anterior, recordaba la mirada de dolor de Quil al ver mi estado y aunque aún me sentía mal sabía que debía ser fuerte, dejar este mal momento a un lado, olvidarlo, pues ahora que conocía a fondo los sentimientos de mi madre ello me facilitaba no sentir ningún tipo de simpatía hacia ella.

Me baje de la cama para caminar hacia un pequeño espejo ubicado en la esquina de la habitación, mi imagen se veía deplorable, mis ojos se veían hinchados y unas grandes ojeras formaban una sombra debajo de estos, un pequeño respingo escapo de mi cuando la puerta de la habitación se abrió de par en par, por esta ingreso un concentrado Quil que parecía estar sufriendo de esfuerzo por no derrumbar ninguno de los recipientes que traía sobre una bandeja.

-¿y esto? – pregunte mientras caminaba de forma saltarina a su lado, Quil me miro un segundo con su expresión de confusión para luego dedicarme una enorme sonrisa.

-¿estas de buen humor? – me dijo llegando a la cama, yo asentí de forma animada ante su pregunta. – te prepare el desayuno. – me dijo inclinándose para poner la bandeja que contenía una taza de café en leche junto a un plato de huevos revueltos y pan tajado, sonreí al ver lo que había hecho para mi. – estoy feliz de verte sonreír. – comento incorporándose para mirarme.

The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora