Nicollette Ostrom llega hasta Volterra tras la pista de su madre, la cual desaparecio tres años atrás; por cosas del destino termina frente a Aro, el cual le perdona la vida gracias a su don, el cual ella no tenía idea de que poseía, Aro planea util...
-debimos haberla llevado a un hospital. – solté con molestia al momento que mi alfa entraba junto a Jake en la habitación llena de aparatos médicos que el doctor Carlisle Cullen tenía en su casa.
La chica, mi impronta, de la cual desconocía su nombre iba a completar 72 horas desde que la había hallado completamente débil y herida merodeando por el bosque, no había recobrado el sentido desde que su menudo cuerpo se había desvanecido sobre el mío y aunque no desconfiaba del conocimiento del doctor Cullen el que ella aun no volviera en sí, empezaba a impacientarme.
-no te preocupes, muchachos. – dijo el doctor, entrando detrás de ellos. – la chica no solo fue golpeada. – dijo caminando hasta la camilla en el que su cuerpo se encontraba. – tampoco estaba siendo alimentada correctamente y su cuerpo empezaba a presentar signos de desnutrición. – explico mientras inyectaba un medicamento en la bolsa de suero que conectaba con el catéter intravenoso que la chica tenía en su mano derecha. – no dudo que tampoco haya descansado como es debido, debes darle tiempo. – dijo girándose para clavar sus dorados ojos en los míos. – tu impronta tiene mucho de que recuperarse. Además, Sam estaba en lo correcto, lo más conveniente era traerla aquí. – dijo colocando su mano sobre mi hombro y yo fruncí el ceño con confusión, pues no comprendía a que se refería. Gire mi cabeza para mirar a Sam, en busca de una explicación.
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-Quil, el estado de la chica era terrible. – comenzó Sam. – y vio un grupo de lobos enormes, no tenemos idea de cómo lo va a tomar ¿Qué crees que pensaran si se levanta en un hospital y comienza a comentar aquello? Ella...
-¿dices que esto es por el secreto de la manada? ¿la pusiste en riesgo por...
-Quil, cálmate por favor. – pidió Jake, llegando a mi lado y note que yo había empezado a subirle la voz a Sam mientras le recriminaba aquello. – esto no se trata de la manada, se trata de ti y de ella, si la chica llega a mencionarlo ¿piensas que le creerán? ¿Qué un grupo de lobos enormes la dejo ir, así, sin más? Pensaran que esta loca, Quil. ¿y si la internan en un psiquiátrico, Quil? Eso empeorará todo, ahora ustedes dependen el uno del otro.
-Jake. – dijo el doctor Cullen colocando una mano sobre el brazo que Jake tenía extendido mientras tenía su mano sobre mi hombro. – creo que Quil ya entendió. – evidentemente el hombre había notado como una expresión de pánico se dibujaba en mi rostro mientras escuchaba las palabras de Jacob, mire con una expresión de disculpa a mi alfa por haberle hecho tales acusaciones anteriormente, el solo asintió, como si comprendiera lo que trataba de decirle.
-Caslisle. – comente de nuevo, mirando al vampiro. – yo solo necesito que seas sincero...
-lo estoy siendo, Quil. – dijo interrumpiendo mis palabras. – su cuerpo se recupera de forma exitosa, cuando menos lo esperes despertara.
-Chicos. – dijo Bella apareciendo por la puerta de la habitación. – Charlie y Cristian acaban de llegar. – indico y pude escuchar como la puerta de la patrulla de policía se cerraba, tras haber encontrado a mi impronta y el rastro que un auto había dejado se volviera tan lejano que le resultaba a la manada imposible interferir, habíamos recurrido a Cris y Charlie pues conocían nuestro secreto y nos ayudarían con información, me gire para ver a la chica que dormía sobre la camilla de hospital en el centro de la habitación tenuemente iluminada, no quería dejarla pero necesitaba saber información para ayudarla.
