The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'

CAPITULO 9

-¿estas lista? – pregunto Quil, entrando en la habitación en casa de la familia Cullen en la que yo solía dormir, habían pasado casi tres semanas desde que había sido hallada en el bosque, mi cuerpo había sanado completamente y la familia Quileute había decidido que lo mejor era regresar a la reserva; yo no estaba siendo obligada a irme con ellos pero según el plan yo debía mantenerme junto a ellos, aunque por alguna extraña razon no me sentía obligada ni asustada por hacerlo.

en poco tiempo yo había desarrollado cierto sentimiento de simpatía tanto por la familia Quileute como por los Cullen, no tenia idea de porque se estaba dando esto y me recriminaba mentalmente casi que a cada segundo, debía recordar que aunque no lo pareciera ellos eran especies de otra naturaleza, inclusive las improntas que eran humanas como yo, a excepción de Renesmee, no me comprenderían cuando descubrieran mis verdaderas intenciones, era algo de lo que estaba segura, lo había descubierto luego de permitirme echar una mirada al comportamiento de cada impronta junto a cada miembro de la manada; el nivel de adoración que se profesaba no venía solo del lobo pues a cada impronta le resultaba casi imposible disimular las miradas de amor sincero que le dedicaba a su pareja, incluso lo note en Cristian Moore al cual por ser chico llegue a pensar se le haría más fácil disimular tales sentimientos, pero resultaba que el chico era realmente cursi con Leah sin importar en presencia de quien estuviera, lo que yo estaba haciendo era realmente inconcebible, la manada me destrozaría en cuanto descubriera que mi presencia amenazaba con lastimar a sus improntas y para ser sincera ya había comenzado a pensar que me lo merecía.

Un sentimiento extraño me inundaba al ver a Esme teniendo una discusión entre susurros con Emily, yo no estaba muy alejada de ellas por lo cual lograba descubrir que Esme trataba de convencer a Emily que no era necesario que dejáramos la mansión Cullen, al igual que la mayoría de la familia Cullen estaba insistiendo, pero la manada argumentaba que ya habíamos ocupado su casa por mucho tiempo, las únicas que parecían estar de acuerdo con los Cullen eran las improntas, las cuales se habían ganado vario regaños por parte de Emily pues su torpeza humana había roto varias cosas invaluables de la enorme casa, aunque para nadie era una secreto que a ninguno de los Cullen les molesto nunca aquello.

Todos reunidos en la sala, mientras los miembros de la manada bajaban de la habitación las diferentes pertenencias que yo había recolectado en las ultimas semanas, que para mi sorpresa representaban una cantidad significativa, maletas llenas de ropa e inclusive escuche como Quil regañaba a Seth y Brady por no tener cuidado con mi caja de pinturas mientras Emily escuchaba atenta las indicaciones del doctor Cullen para mis medicamentos.

-voy a extrañarte. – dijo Renesmee parándose junto a mí y tomándome por sorpresa, al mirarla me percate de la sincera sonrisa que la hibrida me dedica y me resulto casi imposible no devolverle una igual, Renesmee era totalmente dulce y madura lo cual me sorprendía ya que yo sabia que la chica no tenia ni de cerca, la edad que aparentaba, con ella y Bella solíamos hablar de literatura e inclusive me habían prestando varios libros de su enorme colección, termine abrazando a la chica como gesto de despedida.

-¿no iras a la reserva? – pregunte con un nudo en la garganta.

-claro que sí. – dijo en mi oído. – es más, esta noche habrá una fogata. – dijo apartándose para mirarme. – Jake y yo iremos, te veré allá... es solo que... - dijo y dirigió su mirada hacia el grupo de improntas que estaban teniendo una discusión sin sentido con Jasper y Emmett los cuales, había descubierto, les gustaba molestarlas y verlas discutir por nada. – fui lindo tenerlos acá todo el tiempo. – dijo con una sonrisa lastimera. – si necesitas cualquier cosa me lo dices ¿bien? – pregunto y me apresure a asentir para recibir un abrazo de su parte de nuevo.

Viaje en la parte trasera del auto de Sam, junto a Quil mientras el, Sam y Emily comentaban lo acogedora que seria la reserva, Emily me ofreció una habitación de su casa, la cual tenia entendido era la antigua habitación de Louisa, la reserva era limpia y lleno de verde aunque para ser sincera el espeso bosque era lo único que había visto desde mi llegada a Forks, la hilera de cinco autos en los cuales se movilizaba la familia Quileute aparco frente a una humilde casa de aspecto campestre con vista al inmenso bosque, descendí de la camioneta con ayuda de Quil y aunque aquella casa no era tan enorme como la mansión de los Cullen, la sentí tan o inclusive mas acogedora en cuanto cruce el umbral de esta, en cuestión de minutos los chicos subieron mis pertenencias para luego verme siendo arrastrada por el grupo de improntas hacia el segundo piso.