The Vulturi's Girl |Quil Ateara| |Libro 7| de la serie: 'improntas'

CAPITULO 15

-puedes irte, yo estoy bien. – le dije a Renesmee que me miraba de forma pensativa desde el borde de la cama. – llegaras tarde al instituto si me sigues mirando. – le dije desde mi lugar, entre la colcha de color blanco bajo la cual me estaba resguardando, pues yo había dormido en casa de la familia Cullen y aunque Emily me había insistido en que regresara a su casa yo respetaba el hecho de que Quil necesitara pensar y desahogarse sobre este asunto y sabía que el verme no lo dejaría hacerlo con claridad. – vete. – solté de nuevo al ver que Nessie no se movía.

-dices que estas bien. – dijo ella enredando los brazos en su pecho. – pero no has probado bocado desde anoche, si continuas así mi abuelo no tardara en ponerte suero. – dijo con un puchero y yo sonreí divertidamente ante aquel comentario.

-¿eres consciente de lo extraño que se escucha que llames a Carlisle abuelo? Su apariencia no encaja para nada con la de uno. – Renesmee solo se encogió de hombros con su expresión aun seria sobre mí. – no llevo ni veinticuatro horas sin comer. – comente sentándome sobre la cama. – es solo que no me siento capaz, es como si tuviera un nudo en el estómago. – le dije ladeando mi rostro con un gesto de disculpa, Nessie alargo su brazo para tomar mi mano.

-es porque te duele estar lejos de Quil. – dijo ella con una expresión triste y yo guarde silencio, pues no quería comenzar a hablar de aquello pues sabía que terminaría llorando.

-Nessie. – llamo el doctor Carlisle desde el umbral de la puerta y tanto la mencionada como yo dirigimos nuestras miradas hasta dicho lugar. – Jacob está esperando para llevarte al instituto.

-pero es que Nick...

-no te preocupes, nosotros estamos acá. Yo tratare de convencerla de que coma. – le dijo alzando su mano derecha como si acaso le estuviera haciendo una promesa y Nessie me dedico una genuina sonrisa para luego salir de la habitación, el doctor Carlisle me miro desde el umbral de la puerta un par de segundos y luego lo vi caminar elegantemente hasta sentarse en el lugar en el que había estado Nessie segundos antes, el hombre junto sus manos sobre sus rodillas y paseo su mirada por toda la habitación, como si se cerciorara de encontrar una buena manera de iniciar una conversación.

-Esme dijo que bajaste en la mañana a tomar café. – dijo al fin y yo asentí levemente con una mediana sonrisa. - ¿Qué tal? – pregunto animadamente y yo arrugue la nariz.

-pues... confundí el azúcar con la sal. – expliqué y Carlisle soltó una carcajada, quise reír junto a él, pero me sentí incapaz de hacerlo.

-¿sabes? Viví junto a la familia Vulturi durante un tiempo.

-lo sé, Alec me lo dijo. – dije con un suspiro. – nunca dijo claramente la razon por la cual usted se había ido. – dije mirándolo a los ojos. – ahora me doy cuenta de que era porque usted es una buena persona.

-tú también lo eres, Nicky. – dijo dedicándome una sonrisa yo solo negué levemente y cerré mis ojos con fuerza tratando de no comenzar a llorar. – Nicky. – dijo llamando mi atención, aspire con fuerza para abrir los ojos y mirarlo de nuevo. – nadie es perfecto, todos cometemos errores, lo importante es aceptarlos y enfrentarse a ellos, tu lo hiciste. Eres muy valiente por es...

-deben estarme odiando. – comente entre un sollozo, interrumpiéndolo. – la familia Quileute, de seguro...

-no es así. – dijo dedicándome una cálida sonrisa. – ya vas a ver como al final del día, cuando las improntas se liberen de sus responsabilidades estarán acá para saber cómo estas, los chicos tampoco son rencorosos, en cuanto a Quil... el solo necesita un tiempo a solas, pero tampoco te puede culpar de nada ¿sabes? En la manada Quileute nada ocurre por casualidad. – me dijo dedicándome una sonrisa. – son cosas del destino, ustedes estaban destinados a estar juntos y fue la manera que se dio para juntarlos, pero dime... ¿si nunca hubieras llegado ante los Vulturis, Quil habría encontrado su alma gemela? – lo mire un par de segundos, aunque todo esto aún dolía sus palabras me hacían sentir un poco menos mal conmigo misma.