Todo Mío

VIII

"Por ahí no."

Se puede decir que incómodo era poco para como se sentía la atmósfera en todo el lugar.

"¿Estas nervioso?" Preguntó el pequeño, con temor de hacer enojar a Kevin si le ofendia su hombría.

"¿Y-yo? Pfft, ¡no!" Agradecía que el lugar fuera lo suficiente oscuro como para no dejar ver el sonrojo en sus mejillas. "Fue solo un reto, uno estúpido a decir verdad." Odiaba mentir, solo complicaba las cosas.

"Entonces ya puedes salir, y así acabas con la ridiculez del reto." Algo en todo el ambiente le daba coraje, siempre había sido un niño tímido y reservado, pero mientras fue creciendo comprendió que nunca estaba demás dejar la timidez a un lado de vez en cuando.

"¿Por qué suenas molesto?" Kevin estaba sorprendido, el tono en el que Doble D le había hablado no era normal, ese no era su Doble D, pero luego sonrió. Debía admitir que ese tono le daba un toque sexy al muchacho de ojos azules. "¿Acaso esperabas algo más?" Inquirió con diversión.

"N-no es l-lo que qu-quise deci-r." Adiós valentía, y hola cobardía. Es todo lo que podía pensar el muchacho avergonzado.

Kevin se acercó poco a poco, quizás debía aprovechar la situación, culpar todo en el reto o mandar todo a la mierda.

"Quizás," susurró estando cerca de Edd.

"¿De q-que hab-las?" Y sintió como su delicado cuerpo era presionado a una de las paredes de aquél lugar. Las cosas estaban tomando un giro inesperado, sus mejillas ardían de vergüenza, su corazón latia desenfrenado y su mente era un mar de preguntas y dudas.

"No te asustes, Doble D." Volvió a susurrar mientras acariciaba su mejilla. Aprovechando el arranque estúpido de adrenalina y tomando el coraje que le hacía falta, el que había acumulado en los casi dos años de observar al azabache, aprovechando la oscuridad y el reto, presionó sus labios contra los de Edd.

En un principio no correspondió el beso, estaba estático, no podía creerlo... ¡Kevin lo estaba besando!
Pero no podía perder la oportunidad, así que enfrazcado en el deseo pasó su mano por el cuello del pelinaranja, buscando tímidamente acercar más sus cuerpos. Era un beso delicado, suave y tímido, un beso adecuado para la inexperiencia del muchacho.

"¡Ya voy a prender esta mierda, cabeza de calcetín!" Escucharon gritar desde afuera y con el temor de ser vistos cada uno saltó de su lugar quedando alejados.

"¿Que dijo el enano?" No sabía como romper el silencio, ni como actuar después de lo que acababa de pasar.

"Encenderá la maquina," respondió casi en un susurró el azabache.

Casi inconciente se llevó los dedos hasta sus labios, como queriendo corroborar que no había sido un sueño, ni su imaginación. Sin notar que el pelinaranja lo observaba desde la esquina, sonriendo.

"Pues será mejor salir de aquí," sugirió el mas grande, en un tono que demostraba arrepentimiento, como si le doliera decir esas palabras.

"Supongo que si," le siguió Edd. Intentando apresuradamente recoger las herramientas y todas las cosas que había dejado en el suelo.

"Déjame ayudarte," agachados uno al lado en completo silencio hacía que todo se sintiera extraño. Kevin volteó hasta quedar frente a frente, "creo que hay mucho por hablar." Y le tendió la caja con sus cosas.

Edd no sabía que hacer o que decir, se limitó a asentir y observo a Kevin salir primero, dejándolo nervioso y confundido, con el corazón en un hilo y haciéndole la competencia a un tómate.

'Todo fue parte del reto, no debes ilusionarte', se repetía el azabache.

Tomando una bocanada de aire salió, con la mirada atenta de todos. Podría jurar que todos lo miraban de manera burlona, como si supieran lo que había pasado. Su mente pensaba miles de cosas, su cabeza daba vueltas y sentía su corazón a punto de estallar.

'Definitivamente fue parte del reto y ahora seré la burla'...

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Tengo miles de disculpas y excusas, pero me limitaré a decir que la universidad y el trabajo me estan matando, casi no tengo tiempo ni de respirar...

Por cierto...
AABLEOSHVFUDLÑAEJHS LOS AMO POR LEER, ESPERAR Y DEJARME ESTRELLITAS

miles de gracias,
sabrina💞