[13]

12.6K 2.3K 470
                                    

—Papi...tienes que comer—pidió el pequeño Jungkook asomando el plato cargado de comida al gato blanco—no puedes seguir así. Además mis hermanitos deben estar hambrientos. Come por ellos ¿Si?—pidió el pequeño con su orejitas bajas.

—No volvió...ni siquiera sé si está vivo—comentó Yoongi, tirado en el suelo y mirando el marco de la ventana. No recordaba desde hace cuántas horas se había puesto en ese lugar. También perdió la noción del tiempo—. Ni siquiera sabe que será papá...¿Acaso no fui lo suficiente?

—Papi...

—Es un gato del mundo ¿Sabes? ellos aman, se dejan amar y sueltan después las riendas. No me sorprendería que haya hecho eso conmigo. Seguramente encontró por allí a una hermosa gatita...más linda que yo, que pueda acompañarlo donde fuera, ayudarlo a cazar—Yoongi soltó un pesado suspiro, sintiendo celos ante aquella idea—era pulgoso; pero era mi gato pulgoso.

—Seguramente se perdió o...anda por allí buscando un enorme ratón para tí ¡Así de enorme!–alzó sus patitas delanteras Jungkook tratando de animar a su papi. Pero no funcióno.

—Hace un mes y medio que no viene...además pronto daré a luz a los bebés...seguramente estuviera brinca y brinca ante la noticia.

—E-entonces yo te a-ayudaré a cuidar de los bebés papi ¡Lo prometo!—empezó a llorar, deprimiendose a ver a su papi muy triste—¡Pero ya no llores y come por favor!—Lloriqueó más, limpiándose sus lagrimitas con la palma de sus manos.

Yoongi se giró al escuchar los chillidos del pequeño niño y corrió rápido a tomarlo entre sus brazos y abrazarlo. No quería que su pequeño bebé llorara ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué se lamentaba? Debía reaccionar, tendría que cuidar de sus futuros bebés. No podría ser un buen papá si estaba en ese estado. Agachó su cabeza y lloriqueó por igual.

Pero aún así extrañaba al gato negro.


La puerta del cuarto se abrió, entrando aquel gato persa gordo, quien dejó una rata en el suelo. Con su cabeza gacha, subió con lentitud su mirada, contemplando al joven gato blanco britanico. Yoongi dejó de abrazar al conejo y miró al prometido, quien no subía su cabeza.

—No es la gran cosa...pero escuché que te gustaban las ratas—el gato mayor le dió un empujón al ratón y subió con lentitud su mirada—. Se que te gustaba alguien más...bien soy un poco mayor y no soy tan guapo...pero cuidaré de tí y los bebés.

—Los bebés no son tuyos—respondió Yoongi sentandose sobre sus patas.

—Aunque no sean mios...los criaré como si fuera su papá.

Yoongi se quedó en un profundo silencio y desvió la mirada, el gato blanco mayor no era mal animal, era bueno. Solo que no le gustaba por no ser su tipo. Además, iba necesitar ayuda para la crianza de su pequeña camada y protección.

—No soy como los demás gatos...soy diferente ¿No importa, gato viejo?

—No, no importa. Mira muñeco, a mi edad solo queremos compañía más que todo. Lo demás resta importancia. Además...no es bueno que estés solo.

—Pero no me vas a tocar. Cuidarás de los bebés ¿Oíste?

—Hecho...—comentó con tono suave aquel gato persa—Ahora come.

Jungkook miró a los dos gatos y miró el vientre abultado de su papi, pronto sería el nacimiento de los cachorritos y el también estaba ansioso por jugar con su nuevos hermanitos.

Yoongi tomó la rata y empezó a masticarla, recordando cuando la primera vez llegó Namjoon con una de esos animales y se lo ofreció como regalo de agradecimiento. Mientras más comía aquel animal en su boca. Min Yoongi más lloraba, echando de menos aquel animal pulgoso.

¿Cómo pudo amar a alguien ,en tan poco tiempo?


Ambas dueñas estaban afuera, pegando la oreja en la puerta, escuchando maullidos suaves. No estaban cargados de molestia así que creían que todo iba bien. Incluso la dueña de Yoongi, se encargó de conseguir un ratón y ponerselo en la boca al gato Persa para ver si así se animaba un poco su gatito.

—Solo unas semanas y nace los gatitos—comentó la dueña de Yoongi, contempló a su amiga—. el tiempo pasa rápido.

—Sí. Suele pasar rápido—comentó la joven chica cruzandose de brazos.

—Respecto al gato de tu padre ¿Qué sucedió con él? ¿Lograron encontrarlo?.

La chica negó con mucho pesar.

—No...—susurró casi en un hilo de voz—la última vez que mandó una carta llegó dos meses después de su muerte; pero cuando fuimos a buscar al gato, ya no estaba en la casa. Hace poco derrumbaron la casa, ya estaba vieja y unos hombres le pagaron a mi hermana para construir una tienda allí—ella suspiró, metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón—Tanto que me gustan a mí los gatos, podría habérmelo quedado—Ella río con leve dulzura—. Supongo que le herede esos gustos a mi padre...él amaba mucho a los animales. Nos demostraba con emoción las fotos del nuevo gato que había recogido de la calle.

—Debes extrañarlo mucho—comentó la dueña de Yoongi con tristeza.

—Sí, pero sé que no murió solo. Estuvo ese animal, como su compañero hasta la muerte...el mundo es increíble ¿Cierto? Mi esposo y yo aún seguimos buscando al gato. Hemos puesto unos panfletos pero sabrás...son gato del mundo, de las calles. De ese mundo peligroso para ellos donde solo pueden defenderse con sus garras y no pueden gritar auxilio.

—Si...he escuchado que los gatos callejeros mueren muy rápido—susurró con pesar la mujer. Traeme una foto del gato para ayudarte a buscarlo.

—Por supuesto, la próxima semana te traigo una foto de él.

La otra mujer afirmó y abrieron un poco la puerta del cuarto, notando ahora como Yoongi estaba acostado y el gato Persa le daba un baño, como signo de ser aceptado. La dueña de Yoongi frunció el ceño, notando la enorme barriga de su mascota, a pesar de esa nueva compañía.

Veía triste los ojitos de su mascota.

Cualquier error de ortografía, redacción, avisar por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cualquier error de ortografía, redacción, avisar por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]

¡Recuerden el lema de la familia!

∞¡Somos sol que calienta; pero no quema 7w7r!∞

NAMGI || OMFC!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora