Min Yoongi , un gato blanco que vive en una mansión de lujos ¡Tratado como la deidad de su casa y dominando a los humanos como se le antoje! ¡Ha tenido la mejor vida! ¡Todo era de él, todo! hasta que un gato callejero llegó a su casa y le dejó peque...
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¡Recuerden el lema de la familia!
∞¡Somos sol que calienta; pero no quema 7w7r!∞
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—Niños no corran—habló Yoongi mientras veía a sus hijos —¡Rompan los jarrones; pero no corran!
Namjoon bañaba al pequeño Taehyung y uno de los pequeños tropezó con él, casi lastimandolo.
—Yoongi...creo que los pequeños necesitan disciplina—comentó el moreno lamiendo por la mejilla del pequeño Taehyung.
—¡CLARO QUE NO! ¡DEJALOS QUE TENGAN LIBRE EXPRESIÓN!—alzó la voz el gato blanco sacando una lima negra para pasarsela por sus finas uñas—déjalos ser.
—No creo que sea libre expresión—comentó lamiendo ahora la otra mejillita de su hijo.
—Papi...ya—pidió el pequeño Taehyung.
—¿Quieres ir a jugar?—preguntó Namjoon con su tranquila voz.
—Si.
La dueña abrió la puerta y los pequeños gatitos le sonrieron, corriendo hacía ella y frotandose.
—Yoongi.
—¿Qué, estupida humana?
—Que poeta—comentó sarcastica la mujer y miró a los pequeños gatitos—hoy le toca ir al veterinario a los pequeños, así que portate bien y no vayas hacer nada malo.
—No prometo nada.
La dueña vió al gato negro. Hace un año que todos vivian juntos; pero le sorprendió que Namjoon parecía ser un gato normal, corriente. Así que nunca había visto al gato negro transformarse en su forma humana. Suspiró de aliviada, uno de ellos debía salir normal por lo menos. Tomó a los demás cachorros y los metió con cuidado a sus transportadores.
—¡Adios papi, prometo aruñarle la cara al veterinario!—habló un emocionado Jimin despidiendose.
—¡Y le jalas los pelos de paso!
—¡Si papi!—comentó Jimin sonriendo espléndido.
—Y tú Jin, ni se te ocurra escaparte de nuevo, para andar de callejero que te jalo las orejas ¡Y TE ARRANCO LOS HUEVOS!
Jin chilló ante la amenaza de su papi. El ya había iniciado con su época de celo y andaba queriendo escapar de la casa en búsqueda de una hermosa gatita. Namjoon rió al escuchar aquello, recordando cuando era joven; pero cuando la mirada de su pareja se posó sobre él, la risa fué disminuyendo hasta pasar a seriedad y tragar duro.
—Solo...recordé algo—comentó el moreno desviando la mirada.
—¡Jin!
—¡S-Si...papi!—chilló el gato mirando con ojos temblorosos.
—Te quiero estupido mocoso, te portas bien.
—Eh...sí Papi—murmuró de último. No sabía como es que no se acostumbraba al amor tan poeta que su padre les profanaba.
—P-papi—habló Taehyung mirando al gato blanco que estaba en su forma humana, acostado de lado y como todo un rey—yo seré un buen niño.
—Por supuesto chiquitin—sonrío Yoongi derritiendose ante su último hijo—Y si la enfermera no te pone bien la vacuna...
—¡LE ARRANCÓ LOS CABELLOS Y LE METO LAS GARRAS EN LA CARA!—gritó un emocionado gatito negro.
—¡AY ESO ES MOCOSO!!—maulló feliz el gato blanco.
La dueña estaba con los ojos bien abiertos al escuchar aquello y suspiró, saliendo del cuarto, cerrando la puerta y alejándose con los pequeños transportadores en mano.
Yoongi y Namjoon se miraron con lentitud, escuchando las puertas cerrarse y cuando estuvieron solos. El gato blanco se tiró encima del negro, dandole besos por toda la cara, rodando ambos por el suelo.Namjoon pasó a su lado humano y rodeó sus manos alrededor de la cintura de Yoongi, moviendo un poco el mechón que sobresalía de su puesto, contemplando los ojos azules color cielo.
—Eres hermoso, Nubecita.
—Lo se, gato pulgoso.
Namjoon besó los labios de Yoongi, buscando aferrar mejor su manos alrededor de la cintura delgada de su pareja. Se giró sobre sí, poniendo a Yoongi bajó él, y abriendo las piernas, en búsqueda de fricciones mayores. El gato blanco ronroneó y rodeo su mano por el cuello, besando los labios y después bajando sus manos para tomar el miembro de Namjoon y empezar a masturbarlo, preparando para el nuevo rito de apareamiento que se llevarían.
Se suponía que debieron esterelizarlo; pero al parecer la dueña lo solía posponer con el trabajo y creyó que no fuera tan necesario por el hecho que Yoongi le comentó que eran muy tranquilos y no eran calenturientos, que no se preocupara porque una camada más no iba a llegar.
Namjoon sonrió, presionando sus manos entre las costillas de su nubecita y cuando estaba completamente excitado, listo para la penetración. La puerta del cuarto se abrió de un solo golpe. La dueña vió a los dos híbridos mirarle con los ojos muy abiertos y ella no creía lo que veía.
