Las manos duras y fuertes del moreno le recorrían sin vergüenza, sin timidez ni ninguna intención de parar. Jadeos salían de su boca y entre estos también el nombre del hombre al cual deseaba en ese instante.
"Hajime..."
El aludido se estremecía cada vez que la suave y dulce voz de su compañero pronunciaba su nombre, podría volverse adicto a esa cálida sensación pero no, no era momentos de pensar en cosas así, sabía que sería el mismo quien rompería la pequeña fantasía que se gestaba en su cabeza.
El cuerpo desnudo de su castaño quedó sobre él, con sus piernas a cada lado de la cintura de Hajime y preparándose para poder llenarse de la hombría de Iwaizumi en ese instante. Sin temores, comenzó a sentarse sobre el miembro de este, sintiendo el típico dolor en la zona y esperando a acostumbrarse, tomando aire mientras las mismas manos que antes le acariciaban, ahora sostenían su cadera con fuerza esperando a que este comenzara a moverse, y así lo hizo. Sus movimientos comenzaron suaves, lentos pero precisos, pudiendo ver desde su perspectiva las sensuales expresiones de su Hajime, porque en ese momento no era de nadie más que de él... La habitación se llenó pronto de gemidos y gritos, el rechinar de la cama y también de aromas a sudor y sexo, ninguno se preocupaba realmente de que alguien pudiera oírlos, estaban en su mundo, su burbuja y nadie podría interrumpirles, incluso si el teléfono de Iwaizumi sonaba sin parar durante esos momentos.
Nada les importaba...
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"Puedo ser..."
FanfictionOikawa Tooru puede ser lo que Iwaizumi Hajime necesite en ese momento, un amigo, un amante e incluso, un empleado más. Ambos sabían lo que una relación de oficina significaba, y no tenían problema con aquello. Al menos hasta ahora. •FINALIZADA• [His...
