Cuando Hajime recibió aquella llamada, al principio no comprendió hasta que analizó todo y al momento de buscar a Hitomi, se dió cuenta que ya no se encontraba en el hogar. Con el corazón en un hilo corrió a buscar las llaves de su vehiculo y salió, no sin antes notar que tampoco se encontraba el auto de su futura ex esposa.
Condujo con prisa al hospital y tras estacionar sin importar la posible infracción que tendría al volver, bajó y corrió directo a recepción donde tras dar sus datos y los de Oikawa obtuvo de vuelta su telefono, junto con el número de habitación de Oikawa.
El miedo invadía cada fibra de su ser, temía que sus lesiones fueran graves y solo pedía que se recuperara pronto, poder verlo bien y quien fuera que haya cometido aquel acto sin justificación pague. Él mismo se encargaría de aquello.
Ya frente a la habitación, tragó en seco y abrió con cuidado, viendo a Oikawa descansando, con sus ojos cerrados. A pesar de no tener heridas graves a la vista, su corazón dejó de latir al verlo en ese estado. Se acercó poco a poco y con cuidado pasó sus dedos entre las hebras chocolate de su amante. Oikawa abrió sus ojos con lentitud y al cruzar miradas con Hajime quebró en llanto, ganandose un abrazo cuidadoso por parte de él, de ese hombre que tanto amaba y odiaba a la vez.
Esa noche Hajime no se despegó del lado de Oikawa, estuvo ahí mimandole pero sin cruzar ni una sola palabra ¿Era necesario? La respuesta no procesaba con seguridad en su cerebro. Esa noche, la maquina que monitoreaba el ritmo cardiaco de Tooru fué lo que más ruido hizo en aquella habitación de hospital.
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.Hajime, con un cigarro en mano y la vista clavada en el lejano suelo de su departamento aun recuerda esa noche como si hace solo instantes la hubiera vivido, el dolor que veía en Oikawa tras el ataque, las secuelas y el miedo que probablemente jamás se irán por completo. Aun que aquello no fué todo, cuando los medios quisieron informar la situación, sin quererlo dieron a conocer algo más, la orientación sexual de Oikawa.
-Soy una mierda. -Dijo Hajime dejando caer el cigarro desde aquel piso quince donde vivía. -Soy una mierda, Tooru...
Los recuerdos venían a su mente y este, sosteniendo su cabeza comenzó con silenciosos sollozos, recordar dolía y por desgracía no podía hacer mucho, ya era pasado.
Aun que si pudiera pedir una noche más para estar con Oikawa, lo haría sin dudar, aunque fuera solo verle de lejos, aunque no cruzaran ni una palabra, aunque el castaño ya se encontrara con alguien que le podía hacer feliz...
Pero lo cierto es que en su caso, lo deseos no se cumplen, ni se cumplirán. Debía conformarse con la noche del hospital que se encontraba en su memoria y que con el paso de los años se iría distorcionando y borrando.
Solo una noche más, entre las tantas que guardaba en su memoria.
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"Puedo ser..."
FanfictionOikawa Tooru puede ser lo que Iwaizumi Hajime necesite en ese momento, un amigo, un amante e incluso, un empleado más. Ambos sabían lo que una relación de oficina significaba, y no tenían problema con aquello. Al menos hasta ahora. •FINALIZADA• [His...