Tras un mes y un par de semanas trabajando para la prestigiosa empresa, Oikawa había firmado el contrato por tiempo indefinido, dando así comienzo a su nueva vida laboral y sin saberlo, también personal.
Gracias al primer mes de prueba sabía como ejecutar ya la mayoría de pendientes que le dejaban, también podía trabajar mucho más relajado y sin perjudicar su salud como cierto moreno se lo había pedido.
Aquel recuerdo vago del azabache de hermosos ojos esmeralda le hizo sonreír, se debían una salida juntos y estaba ansioso por cobrársela, después de todo le agradaba cuando conocía tipos atractivos.Varios días pasaron, hasta que Tooru reunió valor para ir a la oficina del que era su jefe a reclamar su cena. El azabache para su sorpresa, parecía esperar ese momento. Así acordaron salir ese mismo día Viernes, después del trabajo.
Las horas pasaron y Tooru ya esperaba fuera del edificio, viendo sus redes sociales para entretenerse.-¿Te hice esperar mucho? -La voz gruesa del hombre contrario le hizo sobresaltarse y una sonrisa se dibujó en sus labios, mientras guardaba su teléfono.
-Claro que no, Iwaizumi-san. -La voz suave del castaño salió de entre sus labios, en un tono seductor y dulce, causando estragos en la mente de Hajime. -¿Donde iremos a celebrar~?
Aclarándose la garganta, Hajime le comentó a Tooru sobre un agradable bar que frecuentaba, tras un intercambio de palabras y sutiles coqueteos, caminaron a dicho lugar. En ningún momento se había detenido su amena conversación, era raro puesto que no llevaban mucho tiempo conociéndose y parecía que tuvieran años o toda una vida haciéndolo, tenían una química increíble y lo sabían.
Entraron al lugar, sintiendo el aroma a alcohol, a tabaco y escuchando la música encargada de animar el lugar. Caminaron a unas mesas cercanas a la barra y de inmediato pidieron cervezas junto a unos bocadillos, para evitar que el alcohol hiciera de las suyas teniendo el estomago vacío.
Una vez más, las palabras entre ellos fluyeron con total normalidad, con los coqueteos en aumento al igual que las jarras de cerveza que iban y venían. No fue hasta que Tooru hizo chistes obscenos y con dobles intenciones que Hajime entró en razón y observo el anillo de bodas que adornaba su dedo.-Oikawa, no me malinterpretes pero... soy casado, y temo que confundas las cosas. No soy gay. -Los ojos del castaño se fijaron en él y una sonrisa llena de burla se dibujó en los labios de este. -Hablo enserio, tengo esposa.
-¿Y que? No he dicho nada sobre irnos a un hotel, Iwa-chan~ -La estridente risa del castaño se pudo oir por medio bar. -Ademas, tampoco he dicho que seas mi tipo.
Hajime pestañeó un par de veces tras oír las ultimas palabras de Oikawa. -¿No soy tu tipo? -Preguntó ganándose las burlas y risas del castaño, que además no dejaba de reírse ante aquella reacción. -Hey, no es gracioso...
-¡Lo es! ¡Claro que lo es! -Dijo riendo el castaño hasta las lagrimas, logrando calmarse pocos segundos después, aunque su sonrisa no se había borrado por completo. -¿Te preocupa ser o no ser el tipo de un hombre, Iwa-chan?
Hajime, pensativo ante sus palabras y ruborizado por el nuevo apodo que tenía de parte de aquel chico, decidió levantarse y murmurar despacio que iría al baño, dejando a Oikawa un tanto preocupado por su actitud ¿Acaso el moreno era del tipo "homofobico de closet"? Deseaba que no, le era agradable su compañía y no quería arruinarlo.
Un gran sorbo de lo que quedaba a su cerveza le dio valentía para levantarse y caminar en dirección a los baños, viendo a Hajime lavando sus manos. Unieron miradas por medio del reflejo del espejo y el más alto comenzó a caminar hacia él.
-Si no fueras casado, si fueras gay... -Comenzó a hablar el castaño con seguridad, teniendo toda la atención del azabache. -...Si tuviera más oportunidades de conocerte aun más, definitivamente serías mi tipo.
Las manos de ambos temblaban, Hajime no decía nada al respecto, mientras Tooru esperaba al menos un grito o un golpe que le diera una señal de que lo que había dicho estaba bien, solo necesitaba que dijera algo.
-Eres bastante impulsivo, no piensas las cosas antes de decirlas. -Le regañó Iwaizumi, acercándose unos pasos al joven frente a él, logrando intimidarle. -Dejaré pasar esta falta de respeto, porque no estamos en el trabajo y porque hemos bebido bastante. -Tooru en ese momento dejó ir un suspiro, aun que su cuerpo se tensó por completo al sentir un par de manos sobre sus hombros, fuertes, grandes y a la vez tan suaves... -Mañana vamos a fingir que nada de esto ocurrió ¿Trato?
El castaño levantó su mirada, encontrándose con esos ojitos esmeralda que tanto le cautivaban, eran únicos en el mundo.
Sintió su garganta repentinamente muy seca, mientras podía ver más de cerca las bellas facciones de las que era dueño su jefe.
-...Es un trato. -Murmuró Tooru para después romper cualquier tipo de distancia y poder unir sus labios con los de Hajime en un beso deseoso de sentirse único.
Tan solo sería el primero de muchos que estaban por venir.
Con nostalgia se encontraba un hombre, de cabellos chocolates bien peinados, con un cigarro a medio terminar entre sus dedos. Exhaló el humo que venía de sus pulmones mientras veía desde su terraza la ciudad, desde el sexto piso de su departamento.
-Va a llover... -Murmuró mientras levantaba un poco la vista, notando las nubes negras que se acercaban amenazando con liberar una tormenta.
El sonido de su teléfono lo sacó de sus pensamientos y sin apuro caminó para poder contestar. Una sonrisa melancólica se dibujó en sus labios sin notarlo mientras la voz al otro lado le daba la "buena noticia".
-Fue aceptado en el puesto de administrador, Oikawa-san, comenzará con sus labores el lunes.
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"Puedo ser..."
FanficOikawa Tooru puede ser lo que Iwaizumi Hajime necesite en ese momento, un amigo, un amante e incluso, un empleado más. Ambos sabían lo que una relación de oficina significaba, y no tenían problema con aquello. Al menos hasta ahora. •FINALIZADA• [His...