La jornada laborar estaba por acabar en breves minutos, un castaño terminaba su papeleo cuando una de sus compañeras se acercó y le dio una noticia que provocaba que su corazón latiera mas rápido de lo normal. Decidió olvidarlo por el momento...
Terminó con rapidez lo que le quedaba, tomó su suéter y bolso para luego caminar raudamente hasta el elevador y al llegar allí pudo divisar a un moreno inolvidable, hablando con ese semblante serio con uno de sus pares. Tragó en seco y se acercó con lentitud para esperar tras ellos el elevador que los llevaría al primer piso, donde estaba la salida de su lugar de trabajo.
-Buenas tardes, Oikawa. -Saludó su jefe, sin mirarle mucho, acción que fue imitada por el hombre de cabellos risados azabaches junto a él, pero ahorrándose las palabras.
-Buenas tardes, Iwaizumi-san, Matsukawa-san. -Se limitó a mirar el suelo, como si aquello fuera lo mas interesante de aquel sector.
El elevador por fin llegó a destino y los tres hombres subieron, el espacio era amplio y aquello impedía que se formara un circulo incomodo, al menos así lo sentía Oikawa. Escuchó la conversación de ambos jefes, eran asuntos de la empresa y una que otra broma. Cuando Matsukawa tocó ese tema que al castaño no le interesaba oír, pensó que lo mejor sería ponerse sus audífonos y fingir que aquello no pasaba ni le afectaba.
Para los demás podían pasar desapercibido sus sentimientos, su rabia y tristeza, pero para Hajime aquello jamás sería posible. Lo conocía muy bien, tanto que solo bastaba ver sus manos o incluso la manera en la que se mantenía parado para saber que había algo molestándole y perturbando su paz. Llegaron al primer piso y Oikawa avanzó a la salida sin mirar atrás mientras los otros dos hombres se desviaban hacia las escaleras del estacionamiento para despedirse y tomar sus respectivos vehículos, e ir a sus hogares. O al menos, Matsukawa haría eso. Hajime tomó un camino alternativo, conduciendo hasta la estación de trenes donde pudo ver a su objetivo caminar con tranquilidad. Tocó la bocina de su auto y logró llamar la atención de esa mirada bañada en chocolate amargo ¿De verdad creía que podría escapar esa noche?
Sin cruzar palabras el castaño subió al auto, comenzando este su marcha a un destino alterno, pero que ambos conocían muy bien. En un semáforo en rojo, Hajime tomó su teléfono y leyó sus mensajes para luego responder y dejar el aparato a un lado. Tooru pudo leer algunas palabras en ese mensaje, palabras que provocaban un dolor placentero en la boca de su estomago y ansias inevitables de llegar a su destino muy pronto."Hoy tengo una junta importante, no llegaré temprano."

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"Puedo ser..."
FanfictionOikawa Tooru puede ser lo que Iwaizumi Hajime necesite en ese momento, un amigo, un amante e incluso, un empleado más. Ambos sabían lo que una relación de oficina significaba, y no tenían problema con aquello. Al menos hasta ahora. •FINALIZADA• [His...