SKUAD - THE NOVEL [T1 y T2]

Temporada 1 - VIII. "Bienvenida Oscura"

Sentada la miré de arriba abajo mientras mi mente se volvía extrañamente oscura. Ella, también devastada, comenzó a llorar. Porque por fin, aunque sólo fue una vez que hablamos, había encontrado alguien con quien poder contar sus inseguridades.

No era el verano que había planeado (en parte si, era liarme con Logan). Pero no descubrir que Logan era parte de un embarazo y era tan cobarde de salir corriendo cuando la verdad se le aparecía en frente suya. Logan se pensaba que yo sabía absolutamente todo sobre el embarazo y así escapó tras decirme aquel <<Te quiero>>. Porque sabía que ese te quiero era sincero.

Una maleta se asentó en el parqué de la entrada. Víctor y su novia estaban juntos en la puerta. La novia de Tarifa, Tarifa, Salva y yo caminamos a recibirles. -Vaya, con que nos hemos encontrado con dos parejas más. Que genial. - Respondió equivocadamente a nuestro saludo Víctor. La novia de Víctor, Laura, me miró de arriba abajo como si fuese un perro. Primero los zapatos, luego la falda, subiendo el top y por último mi cara de asco dedicada a ella. -¿Que tal si está noche preparamos una cita triple? - Anunció Salva. Me incluyó como si fuese su pareja. No me molestó pero no era lo que más me emocionaba.

Nos sentamos todos a la hora de cenar juntos algo incómodos. Mis ojos no se separaron de Víctor mientras Salva me contaba sobre un vídeo que tenía preparado. Caminé hasta el baño y Víctor me siguió en un momento dónde resultaba discreto salir de aquel jaleo. -¿Que haces aquí? ¿Que haces con Salva? - Replicó Víctor a mi comportamiento. Si, irónicamente también me había liado con él antes. Le miré enfadada. Eché el pestillo y le besé fuertemente mientras mis manos se metían bajo su camiseta y acariciaban la silueta de sus abdominales. Él me subió a la cómoda y casi rompemos el espejo de detrás con la intensidad en la que me embistió para besarnos. Había pasado mucho tiempo sin juntarnos. Nuestro sudor. Mi vestido se subía y sus ojos verdes me miraban sexualmente. Como si de animales se tratase. Mis manos arañaron su espalda mientras nos besabamos. - Volvamos o se acabará notando nuestra ausencia. - Pronuncié.

Volvimos a la mesa mientras me peinaba. Me senté en la mesa. Y la puerta se abrió de pronto. Los seis nos quedamos mirándola. Logan entró y caminó hasta la mesa nervioso. - Tarifa. El bebé es mío. - Pronunció