Capítulo 3.-¡Esfuérzate Bakugou!

21.7K 2.7K 4.6K
                                    

Capítulo 3.- ¡Esfuérzate Bakugou!

Presenciaron una transformación sin precedentes. Nunca, en los años que llevaban de conocerle, le habían visto comportarse de esa forma. Bakugou Katsuki era todo lo que quisieran, menos una persona considerada con los desconocidos, al contrario, si por él fuese, podría llevar un letrero de señales obscenas en la frente y disfrutarlo. Sí, ese era su Katsubro, no el extraño ente que le había ofrecido su asiento al bonito chico de pecas mientras le pedía un café pagando la cuenta.

—¿Gustas algo más?—preguntó con nerviosismo el rubio. Joder sí, con nerviosismo, un sentimiento que seguramente jamás había conocido.

Hasta ahora.

El joven de ojos verdes sonrió ante tanta cordialidad y el Baku'squad casi podría jurar que vio a Katsuki enrojecer con dicha sonrisa. ¿En verdad estaban frente al mismo chico que maldecía todo el tiempo a las parejas y creía el romance como algo estúpido? Comenzaban a dudarlo.

—No hace falta Bakugou-san, yo te lo agradezco, pero me gustaría que pudiésemos ver el departamento, en casa me esperan.

—Mier... quiero decir... claro, iremos—por primera vez se percató de la forma en la que sus amigos le miraban y gruñó disimuladamente—. Ellos son mis amigos, la de ojos mapache es Mina, el de la sonrisa psicópata es Sero, el Pikachu es Denki y el idiota pelirrojo es Eijirou.

Por lo menos su "particular" encanto no había desaparecido, Bakugou no había reparado en presentarles con los apodos despectivos que le caracterizaban. Los chicos mostraron su mejor faceta, el chico lindo no tenía la culpa de los cambios de humor del histérico que tenían por amigo. Saludaron al recién llegado y corrigieron sus nombres para volverlo todo más formal, cosa que encandiló al chico, pues éste les devolvió la sonrisa e hizo una reverencia con su cabeza presentándose ante todos, incluido Bakugou.

—Es un gusto conocerlos, soy Midoriya Izuku.

Podían comprender por qué el amargado gruñón se había transformado, en realidad tenía mucho sentido. Izuku Midoriya era un joven bajito a comparación de la media, sus cabellos rizados del mismo color de sus ojos, verdes como las esmeraldas, aunados a esos gestos dulces que mostraban un carácter tranquilo y comprensivo, era la antítesis de Katsuki Bakugou y su mal humor. Izuku era un sol, Bakugou una tormenta, cualidades contrarias que sin ponerse cliché, habían nacido para coexistir. No podían más que describirlo como un chico muy bello, una lindura andante que había embaucado al bastardo más cabrón e infeliz de la facultad de Derecho.

Aunque éste ni en mil putos años lo admitiera.

—Suficiente presentación, es hora de irnos—respingó el rubio explosivo recibiendo el café que había pedido para el pecoso.

—Como digas Bakugou-san.

Se levantó haciendo otra reverencia y despidiéndose con la mano mientras Bakugou le arrastraba con más suavidad de la que usaría con cualquiera de ellos. Fue simple de comprender con una mirada y sus actos, les contemplaron partir y los cuatro llegaron rápidamente a la conclusión más obvia.

—Le gusta—murmuró Mina y Sero la secundó.

—Definitivamente.

—Sin duda alguna le gusta—corearon Kirishima y Kaminari,

Era toda una hazaña que no pensaban desaprovechar.

****

Cuando abrió la puerta del departamento, Izuku ensanchó sus ojos con asombro y Katsuki torció la boca como si el pecoso le estuviese dando demasiada importancia. Si bien, el departamento era lujoso y de buen tamaño, no creía que fuese el mejor. Conocía a chicos con sitios más cercanos y mejor equipados, pero tampoco se iba a poner diva a estas alturas de la vida, estaba contento con lo que tenía y por esa razón no quería perderlo, razón de más para desear con su alma que a "ojos bonitos" le gustara y aceptara rentarlo.

"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora