Anexo al Epílogo: Deku, un universo.

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Anexo al epílogo: Deku, un universo.

Un año después.

El jovencito con rizos verdosos y ojos preciosos de color esmeralda apretaba sus puños con fuerza mientras se mordía los labios. Estaba demasiado preocupado y odiaba la sensación, no tendrían que estar pasando por estas cosas, ya llevaban más de un año de relación, se le hacía ridículo que su Kacchan aún tuviese que hacer semejante tontería. Pero claro, Bakugou Katsuki era un ser demasiado orgulloso como para afrontar la derrota y menos si estaba en juego su relación.

Aunque en realidad no lo estaba, porque a ambos les había valido un sorbete la condición de Gran Torino para poder estar juntos.

Suspiró con cierta exasperación al recordar cómo había sido la reacción del mentor de su padre cuando le contó que estaba saliendo con alguien. Primero fingió no haber escuchado la declaración de Yagi e Izuku creyó ingenuamente que dejaría pasar el tema. Pero pasados los minutos, el anciano rompió con fuerza la taza de té de la cual bebía y preguntó quién era la chica y si venía de una buena escuela, porque para Sorahiko lo más importante era que tuviese un gran futuro para compartir con su muchacho.

El pecoso, aterrado con la idea de explicar que no era una chica, si no un chico, estuvo a punto de aclarar de forma cuidadosa el malentendido cuando Yagi Toshinori arruinó sus lindas intenciones.

—Es estudiante de leyes en UA. En realidad Gran Torino, tiene un futuro brillante como abogado, sus cualidades para la materia son... las adecuadas.

El mayor enarcó una ceja ante las palabras de su pupilo y el universitario estuvo a punto de azotar su cabeza contra la mesa del restaurante en donde estaban desayunando.

—¿Abogado? ¿Es un varón?

Sin huir más de su terrible futuro, Izuku se rascó el cuello en señal de nerviosismo mientras asentía.

—Sí... Kacchan es un chico...—dio un suspiro soñador dejándose llevar—. Y es increíble, el chico más asombroso que he conocido, en verdad estoy muy enamorado de él.

Tan ensimismado estaba en su discurso a su novio y sus cualidades que no notó cómo Gran Torino rompía ahora su cuchara de metal con una fuerza para nada normal. Cuando el cubierto salió volando, Izuku Midoriya tuvo miedo por su Kacchan por primera vez en su vida.

—Muy bien pequeño Izuku, quiero conocer a ese chico tan excepcional.

Lo dijo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos y que provocó pavor hasta en el mismo Yagi Toshinori. Oh joven Bakugou, que el universo se apiade de ti.

Lo que siguió después de aquello fue un desafortunado encuentro que implicó palabrotas por parte de Gran Torino, pues ya conocía a Katsuki Bakugou, lo ubicaba como el delincuente que se había colado en las oficinas de su despacho ataviando a Yagi y diciendo sandeces, siendo un grosero maleducado que, por obvias razones, jamás debía estar cerca de su pequeño sol. Que fuese ese muchacho la pareja de Izuku le cayó como balde de agua helada.

Se dijeron insultos, hubo cubiertos destrozados, y al final, ambos tuvieron que retribuir al restaurante en donde se habían citado por los daños acontecidos en su gran encuentro. Sin estar satisfecho el uno con el otro, Sorahiko halló en su mente un modo más eficiente de frenar esa terrible y para nada conveniente relación.

Retó a Katsuki Bakugou a un combate de lucha cuerpo a cuerpo, alegando que no sería un hombre si no peleaba por su pareja de forma literal. Por supuesto, la idea fascinó al rubio explosivo, pues tenía la oportunidad de demostrar que iba en serio y golpear sin culpa al anciano que se creía abuelo todopoderoso de su nerd.

"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora