"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".

Capítulo 10.- Un héroe para Izuku.

Capítulo 10.-Un héroe para Izuku.

En viernes por la noche un universitario sabe que es momento de divertirse, festejar que al día siguiente no hay escuela y puedes armar un escándalo. Para los foráneos, es el día jueves, pues en viernes vuelven a sus lugares de origen, eso si es que hay dinero para realizar dicho viaje.

Pero él no, él estaba en una cafetería que no servía un café tan bueno como el de la cara redonda, aunque nunca en su puta vida se lo fuese a decir. ¿La razón? Simplemente por bastardo y entrometido con su nerd. A pesar de que las cosas ya estaban un poco mejor entre ambos después de planear la tontería de su fiesta de cumpleaños, él buscaba una forma de aliviar los demonios de Deku.

Su razonamiento era muy sencillo en realidad, él creía fervientemente que antes de juzgar a Toshinori y asesinarlo en su pedestal de abogados asombrosos, debía escuchar su versión de los hechos. No creía que en verdad existiese alguien capaz de odiar a "Ojos bonitos" y considerarlo un estorbo. Para nada, su nerd era el ser más precioso del universo, tanto físicamente como emocionalmente.

¿Cómo alguien se atrevería a decirte que no? Sólo basta una mirada tuya para tener al mundo a tus pies y a mí como un imbécil.

Gruñó sin darle importancia a sus pensamientos cursis, ya ni siquiera se negaba a ellos, total, ya era la burla nacional y mundial en internet, avergonzarse a sí mismo sintiendo lo que sentía por Deku, no era nada a comparación.

Además de que le gustaba sentirlo, claro estaba.

Miró su reloj notando que pasaba más de la hora acordada, hasta para eso padre e hijo eran idénticos, aún si la sangre que corría por sus venas no era la misma. Quizá entre ellos no lo notaran, pero si las cosas se hubiesen desarrollado de una forma distinta, estaba seguro de que serían inseparables. Por eso necesitaba hablar con él, de existir una vía de arreglo, él lucharía con uñas y dientes para conseguirla, Deku y Toshinori volverían a ser padre e hijo, sin más malentendidos.

Eso contando con que Yagi Toshinori realmente amara al nerd como creía.

La silla contigua a su mesa se movió y provocó que él despertara de sus cavilaciones, tarde o temprano adquiriría las malas mañas de Deku de murmurar en voz alta sus pensamientos.

—Me disculpo por la hora joven Bakugou, ya estoy aquí—el rubio asintió sin darle importancia y Yagi continuó de forma directa—. Pero supongo que quieres hablar. ¿Qué sucede con el joven Midoriya?

—Dígamelo usted—cruzó sus brazos sin aparentar los 20 años que tenía.

Parte de su crecimiento como futuro abogado era mostrar seguridad y confianza aún si la certeza no era completamente tuya. Lanzar una acusación sin pruebas era como lanzarse a un acantilado teniendo fe en que la caída no dolerá. Ridículo en otras palabras.

Yagi sonrió ante este joven, recordándolo en la conferencia que había dado hacía unas semanas atrás. Fue de los más participativos, hizo preguntas más allá de lo expuesto y siempre buscó resolver los casos más complejos. Un digno estudiante de leyes que se esforzaba sin más, alguien que sin duda haría mucho bien en la sociedad para cuando su momento llegara.

—Bien... es... una historia larga y complicada—el hábito de rascar su cabeza hizo que Katsuki se sintiera frente a una versión adulta de Deku.

—Tengo toda la noche, no lo posponga más.

El reclamo del joven estudiante casi le hace reír, pero tenía una vaga idea de su temperamento tan susceptible, así que optó por aguantarse sus ganas y sin querer comenzó a narrar.