"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".

Epílogo: El amargado, solterón y explosivo consigue pareja.

Epílogo: El amargado, solterón y explosivo consigue pareja.

Había muchos lugares bonitos en la ciudad, eso lo sabía, pero desafortunadamente no conocía ni la tercera parte. El hecho de pasarse postrado casi todo el tiempo entre libros y la universidad, no le hacía ningún bien a su vena turística, pero con todos esos inconvenientes, había un sitio en especial que era su favorito y se lo conocía muy bien.

Casi a la entrada de la ciudad había un pequeño riachuelo que con el tiempo se había convertido en un atractivo para los extranjeros. El pequeño río era atravesado por un puente repleto de árboles de cerezo y otras plantas, que le daban un toque fantástico. Era como tomar un puente cualquiera y colorear puntos de ahí para allá, convirtiéndolo en algo precioso.

Así era la vida misma, simple y común, y cuando alguien le llenaba de color, todo se volvía extraordinario.

Katsuki sabía que estaba pasándose de cursi, pero al nerd le gustaban esas cosas, así que no tenía más opción que usar toda la artillería pesada. Por esa razón lo arrastró al puente iluminado y lleno de flores mientras la noche caía un poco más.

Se sentaron en el puente, dejando que sus pies colgaran en el vacío rozando ligeramente con el agua corriente. Izuku, nervioso también por lo que estaba a punto de hacer, dio varios suspiros preparándose mentalmente. Katsuki lo veía temblar y sonrojarse, pensando en lo maravilloso que era cada acto suyo. Desde el enfado hasta la ternura, las emociones se arremolinaban en su pecho y definitivamente ni en esta vida ni en la otra se creía eso de tener un enamoramiento hacia una persona como Deku.

Porque definitivamente nunca creyó que alguien como él pudiese ser real.

Oh por una mierda, hazlo de una buena vez, se regañó mentalmente por solo mirarlo como un idiota sin decir nada y después de gruñir por varios minutos al estilo de un perro rabioso, comenzó.

—Escucha Deku, mis padres vienen mañana nuevamente a visitarme. Quieren festejar mi cumpleaños de forma íntima, sólo la familia.

—Ya veo—razonó Izuku entendiendo que debía liberar un poco el departamento ese día. Estaba bien, su cabeza inmediatamente comenzó a planear una salida con su padre—. No te preocupes Kacchan, me desapareceré todo el domingo, ni siquiera recordarás que existo.

Sonrió como si nada y si no fuese por sus palabras, Katsuki le habría besado ahí mismo.

—¿De qué mierda hablas? No quiero que desaparezcas, te quiero ahí... conmigo...

El joven con el rostro lleno de pecas, acostumbradas a sucumbir ante sus sonrojos, bajó la mirada con vergüenza mientras veía el correr del agua en el pequeño riachuelo.

—Dijiste que era algo íntimo, de familia.

—Exactamente, tú eres parte de mí, Deku. ¿Por qué te pediría que te fueras?

Izuku dio una pequeña risita sin poderlo evitar y consideró que era el momento perfecto. Giró su mochila y sacó el regalo que parecía arder en sus manos. Bakugou lo miró sorprendido, en verdad no se esperaba semejante detalle de su nerd. Ridículo claro estaba, porque Deku era así de detallista en todos los aspectos.

—Kacchan... te compré algo para tu cumpleaños. La verdad no sabía muy bien qué regalarte, pero al final, me llamó casi como por arte de magia—lo entregó temblando de emoción y Katsuki lo recibió, indagando con la mirada si podría abrirlo, a lo que Izuku asintió sin dejar de hablar—. Hay algo que quiero decirte.