"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".

Capítulo 13.- Alto a tu jodido acoso.

Capítulo 13.-Alto a tu jodido acoso.

Durmió como un tronco y no supo nada de nadie por casi diez horas. Las ventajas del fin de semana eran esas, poder desvelarte con la confianza de que no irás como zombie al colegio al otro día. Además, ya habían terminado sus castigos de ir en sábados a la universidad, por lo que sí, su cumpleaños era netamente suyo.

Por eso fue una cagada que mientras dormía plácidamente dentro de su habitación, la puerta fuese derrumbada como si de un policía se tratara. Brincó con espanto en su propia cama y si no fuese porque se trataba de su nerd de ojos bonitos, definitivamente le habría lanzado un jarrón a la cabeza por despertarle de esa forma.

—¡Feliz cumpleaños Kacchan!—exclamó el pecoso en pijama, llevando un pequeño pastel de chocolate en sus manos.

—Pero qué mierda... maldita sea Deku... ¿Qué hora es?—replicó el rubio incorporándose en la cama y contemplando sin decoro los shorts cortos que llevaba su compañero de renta.

Bonito regalo de cumpleaños el tuyo, murmuró en su interior mientras se le iban los ojos, ignorando por completo el pastel que llevaba una vela con un "21". Ajeno a las miradas para nada santas que Bakugou le estaba dedicando, Deku dio brinquitos cuidando no tirar el pastel que cargaba.

—Son las 8 de la mañana, sé que es muy temprano para ser sábado pero quería ser el primero en felicitarte.

—Sí que lo hiciste nerd—dejó a sus deseos descansar un poco y le prestó atención por fin al pastel—. ¿Y eso? No me digas que ya aprendiste a cocinar y no me enteré.

Deku entrecerró los ojos con semejante comentario e hizo un mohín que le hizo lucir más adorable de lo que ya era. Dios, ese niño lo iba a terminar matando de un ataque tarde o temprano.

—Claro que no, este pastel lo mandé a hacer con Rikido Satou, uno de los compañeros de Kaminari-kun—guiñó un ojo listo para devolver una pulla—. Yo mismo corroboré su preparación para evitar que le pusiera "polvos mágicos".

—Muy gracioso.

Ante la mala broma, Izuku comenzó a reír y se sentó junto a Kacchan en la cama para instarlo a soplar la vela. Resignado a las cursilerías de su "Ojos bonitos", el rubio gruñón obedeció a sus peticiones y sopló deseando tener más mañanas así, con el nerd a su lado, su bella y resplandeciente sonrisa y... ¿Por qué no? Esos bonitos shorts cortos.

Maldito pervertido de mierda, se regañó mentalmente.

Una vez que las velas fueron apagadas, Deku partió un pedazo del pastel y se lo dio a Katsuki en la boca, portándose como si fuesen un par de novios que hacen juegos y tonterías a primera hora del día. El casero malhumorado no se quejaba, claro estaba, porque era divertido y porque le encantaba tener al nerd colado hasta su habitación.

—Espero que tu día sea asombroso Kacchan y que cumplas muchos años más—deseó de corazón el chico estudiante de Física.

Si Katsuki no lo besó fue solamente porque estaba esperando a la tarde, para cuando la puta fiesta terminara y ahí diera a conocer todo lo que el nerd le provocaba con su sola mirada. Sin embargo, para evitar más vergüenzas, respondió a los buenos deseos del chico con una broma pesada, muy su estilo.

Tomó un pedazo de pastel y lo embarró en el rostro pecoso que tenía enfrente, provocando sorpresa.

Y el inicio de una guerra.