Capítulo 7.-El Gran Yagi Toshinori.

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Capítulo 7.- El Gran Yagi Toshinori.

Él era una persona muy inteligente, quizá se estaba alabando de más, pero sabía perfectamente las cualidades que poseía y las que no. Por lo mismo, no se sentía mal al admitir su propia sabiduría, la cual decía a gritos que debía empezar a sospechar que Deku, su nerd de ojos bonitos, le estaba ocultando algo. De acuerdo, también admitía que no era necesario ser un genio para darse cuenta de las anomalías.

Se citaron una media hora antes de la conferencia en el auditorio principal de la ciudad, no era un sitio muy grande, pero si tenía la capacidad de albergar a una gran masa de gente.

El pecoso llegó tarde, para variar, cosa extraña, pues cuando lo dejó en su departamento antes de partir a la escuela para seguir con las reparaciones impuestas por el tutor, el nerd ya casi estaba listo. Ese fue el primer punto a considerar, el segundo fue que llegó con ímpetu y le dio los boletos en un sobre manila pequeño. Y no se trataba de boletos de tipo general, para nada, Deku había conseguido boletos tipo VIP, casi besando los pies de Yagi Toshinori.

Sus alertas se lanzaron al instante y aunadas a ellas, el recuerdo de los bastardos de sus amigos, quienes la noche anterior, antes de que llegara su nerd, habían confesado su crimen de seguirle e investigar su vida. El que no pudiesen obtener información de un simple chico de rizos verdes que amaba la Física, era demasiado sospechoso. El Baku'squad estaba formado por idiotas, pero hasta ellos tenían su límite de inutilidad.

Con el pasar de los minutos y una vez dentro del sitio, todo fue empeorando más y más, pues Deku miraba a los lados una y otra vez, desarrollando un tipo de paranoia estúpida que empezaba a irritarle más de lo usual. Y no quería gritarle a "Ojos bonitos", pero en verdad se estaba esmerando en fastidiarle con su actitud.

Cálmate, cálmate, no le grites, si lo haces, no querrá pasar el resto de su vida a tu lado, razonó sin querer, perdiéndose en sus deseos.

—¿Quieres dejar de hacer eso?—musitó con algo de enfado, sin poderse frenar más.

—¿Perdón?—el chico de los ojos esmeraldas parpadeó lleno de confusión y Katsuki suspiró pensando en gatitos.

Gatitos mordisqueando un sofá, orinando en cualquier parte, maullando sin parar y él deseoso de asesinar... de acuerdo, no estaba funcionando, iba a patear al novio de Yaoyorozu. Esos ejercicios de relajación mental y control de la ira que el bastardo mitad-mitad le había sugerido servían para una mierda.

Sonrió con la imagen en su mente de un Todoroki Shoto en el suelo mientras le golpeaba. Quizá los ejercicios sí servían después de todo.

—Sólo digo que dejes de mirar a todos lados como si fueses un maldito criminal—entrecerró los ojos—. Lo sabía, te robaste los putos boletos... ¿Verdad?

—¿Qué? ¡No! ¡Claro que no!—agitó sus manos sin parar, dispuesto a demostrar su inocencia—. Todo está dentro de la legalidad, yo nunca haría algo así.

El buen humor de Bakugou regresó con esa tierna reacción, era obvio que su nerd jamás sería capaz de robar algo, vivía con un futuro abogado, un tipo que diario se tenía que leer el Código Penal y basura de documentos oficiales. Sin embargo, encontraba divertido molestarlo, quizá de ese modo, dejaría de actuar tan extraño.

O lo revelaba todo.

Sonrió de forma maliciosa mientras reducía el espacio que los separaba para tomar entre sus dedos su mentón y tratando de coquetear lo mejor que podría, lo dijo creyéndose en una película de casanovas.

"Amargado, solterón y explosivo busca pareja".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora